Bosque de abedules en Finlandia. Foto tomada de Internet |
Has pronunciado la palabra
bosque
y el instante se me ha vuelto tembloroso
como las hojas de abedul
a la caricia del viento.
Esos instantes que mis ojos vieron
grabaron en mi alma
un anhelo esencial que me sigue
como sombra luminosa.
Porque sé que las señales
negras
en los troncos de abedules,
hiriendo la pureza de su
piel
no menoscaban su
belleza
ni enmudecen su canto.
No renuncio a la fatiga
del camino,
por llegar a aquel bosque
donde los árboles
cantaban.
Que preciosidad de bosque.
ResponderEliminarY de poema.
Van de la mano.
Besos.
He visto bosques similares a este y se han quedado dentro de mí, pero este de la foto es sublime.
EliminarGracias, Toro Salvaje.
Un abrazo.
Analogía que se puede aplicar perfectamente al ser humano.
ResponderEliminarUn abrazo
Adivinas, Armando. Parece que leas con mis ojos. Encuentro en la Naturaleza paralelismos y metáforas de la vida y sentimientos humanos.
EliminarUn abrazo.
Hermoso poema! Nada puede opacar la belleza de la naturaleza, ni la más oscura marca hecha por el hombre.
ResponderEliminarEs bueno seguir a pesar del cansancio hacia nuestro objetivo, que al ser alcanzado nos dará paz.
Un abrazo.
Lo importante es conocer, porque cuando se ha visto una cosa bella, queda ese "anhelo esencial" de volver a sentirlo.
EliminarGracias, Sindel.
Un abrazo.
Preciosa foto...para perderse en ese bosque, entre esas flores, entre tus versos...
ResponderEliminarBss
¡Vuela con la imaginación y piérdete entre abedules y flores!
EliminarUn abrazo.
Los árboles entonan melodías con el siseo de sus hojas, y tu las describes magníficamente. Abrazos
ResponderEliminarEs necesario cuidar los bosques para que los árboles sigan cantando.
EliminarGracias, Ester.
Un abrazo.
Los árboles cantan en el bosque de tu poesía.
ResponderEliminarUn beso.
¿Lo oyes? Gracias por dejarme tu sentir, María.
EliminarUn abrazo.
Siempre he sentido esas marcas negras como cicatrices que me han dolido en el alma.
ResponderEliminarSerá que como en la vida y las personas, no existe la blancura perfecta, pero aún así estos bosques son de una belleza irresistible.
EliminarSalud.
¡Qué belleza de bosque!
ResponderEliminarSe pueden escuchar como cantan sus ramas.
Que su canción te lleve paz.
EliminarGracias, Musa.
Un abrazo.
Bosque embrujado y maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cautiva, enamora, sosiega.
EliminarUn abrazo, Rafa.
Me sentí llamada por ese bosque...se palpa, se siente, se ve como irrumpe en el paisaje con su hermoso colorido ...llama al alma a desprenderse y permanecer allí....en busca de paz y de la calma
ResponderEliminarHermoso!!!
Abrazo
Perfecto comentario, Cristina.Eso es lo que siento al caminar por un bosque . Gracias por dejarme tu sentir.
EliminarUn abrazo.
Que bello pasear de tu mano por este bosque de abedules.
ResponderEliminarBesos
Gracias por tu compañía, Ilesin. Este paseo virtual refuerza los lazos de amistad.
EliminarUn abrazo.
Hola Fanny... En la vida los humanos tenemos multitud de referentes, por vivencias, o recuerdos, nos motivan y nos ilusionan, un albor, un bosque, una playa, un valle, todo es aire que nos envuelve...
ResponderEliminarA ti que te parece, porque yo estoy un poco mareado de tanta calor... Un abrazo Fanny...
Precisamente porque hace un insoportable calor, adentrarse con la imaginación en un bosque, resulta bello y refrescante. No te puedes quejar; tienes tus rinconcitos campestres donde circula aire fresco.
EliminarUn abrazo.
No hay duda de que esos bosques de abedul siguen cantando en tu alma, Fanny...Son una preciosura, como diría mi amiga argentina...Esas motas negras en sus troncos los hacen genuinos y especiales...Se estiran hacia arriba buscando el cielo, mientras las flores los acompañan y abrazan.
ResponderEliminarMi abrazo de luz y cariño por ese amor a la naturaleza, que nos une, amiga.
M.Jesús
Cuando leo tus escritos, siento el vínculo de la Naturaleza que nos une y por eso me resultas especial, como un árbol de ramas extendidas que llegan hasta mí. Gracias, mi hada; así te sentí desde el principio.
EliminarUn abrazo.
Maravillossos versos. y maravilloso entorno, que te inspiró al escribirlos.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Tú también eres de las que amas la Naturaleza; se nota en tus escritos, en tus haikus, en la sensibilidad que muestras. Me alegro de contar contigo.
EliminarUn abrazo.
Bellísimo, me quedo sin palabras. También la imagen es preciosa.
ResponderEliminarMuchos besos.
Dentro del bosque uno se queda sin palabras, pero lleno de sensaciones que luego se vierten en los poemas.
EliminarMuchas gracias por dejarme tu sentir.
Un abrazo.
Es cierto que los árboles cantan... yo aún los oigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te creo, Pedro. Tienes un amplio repertorio de canciones que oíste a los árboles y suenan sus ecos en tus versos.
EliminarUn abrazo.
Cierto,las manchas negras no hacen a los abedules menos bellos.Siempre aprendiendo de la Naturaleza.
ResponderEliminarPrecioso el poema Fanny, con un cierre de lujo que nos habla de entender el esfuerzo como recompensa cuando la meta merece la pena.
Abrazos
Hola, Joaquín. Me gusta tu sentir el poema. Gracias por tu compañía.
EliminarUn abrazo.
Parece un bosque de fantasía. Hermoso.
ResponderEliminarUn beso Fanny
La Naturaleza es fantástica y es una pena que muchas personas vivan de espaldas a ella.
EliminarMe gusta encontrarte, Malquerida (para mí Bienquerida).
Un abrazo.
Es una maravilla como todo lo que se "cocina" en ese mente prodigiosa. Un abrazo. Franziska
ResponderEliminarQue te guste es mi alegría, Franziska. Eres muy generosa en tu valoración.Gracias, amiga. Soy muy consciente de que soy una sencilla aficionada a la escritura.
EliminarUn abrazo.
Que maravilla Fanny, me ha gustado mucho y has encontrado la fotografía perfecta para acompañarlo. Saludos desde Cantabria.
ResponderEliminarGermán, tú amas la Naturaleza y sus habitantes, lo he sentido en tu blog, y por eso, me alegro mucho de encontrarte en el mío.
EliminarMuchas gracias, y un amistoso saludo.
En tu hermosa poesía se vive esa sensación ideal e indescriptible que el bosque dejó en ti, y ese deseo de recuperarla cueste lo que cueste.
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada.
Los abedules, precisamente por esos "ojos negros" en sus troncos me parecen fascinantes. Uno de mis árboles favoritos.
Me alegra que en tus versos tengan un sitio de honor.
Un fuerte abrazo :)
Vuelvo. Y lo hago para sobrevolar el bosque de las palabras, para atravesar la estepa de la retórica escogida, para hollar la cumbre de tu elegancia versada, para surcar los mares de tus dictados, para alcanzar la meta de la métrica exacta. Y lo hago para decirte que por muy lejos que viaje, tus letras, de algún modo, me acompañan...
ResponderEliminarGracias, una vez más, por este bosque.
Abrazo.
He estado ausente el fin de semana; acabo de llegar y me encuentro numerosas huellas tuyas, de un largo paseo por mis letras.Huellas inconfundibles y queridas, porque en ellas siento que florecen nuevos poemas afines a los míos.
EliminarEn tus comentarios veo esos bosques donde cantan los árboles. Gracias, Mario.
Un abrazo.
Un bello bosque donde suena la música ,como la de tus letras. Besos
ResponderEliminarMe gusta que sientas la música del bosque. Es algo bonito de compartir. Gracias, Hanna.
EliminarUn abrazo.