Foto tomada de Internet |
Su mano invisible
me ha transportado
a un lugar sin nombre.
Nos sentamos en una tierra
abandonada por las palabras,
envueltos en la luz de la tarde
y el aroma de salvia.
Sin ver, sin oír, sin tacto alguno,
siento descender el agua
por cauces invisibles y profundos.
Siento su presencia etérea
llenar mi corazón.
Todo es verdad bajo los árboles.
Compartiendo la palabra: ETÉREO
Iniciativa Sindel.
Todo y más es verdad bajo los árboles, no hacen falta ni palabras para sentir el aroma y disfrutar del campo.
ResponderEliminarUn beso.
La contemplación de la Naturaleza nos transporta a otras realidades.Etéreas, pero sensitivas.
EliminarMaría, gracias por tu compañía.
Un abrazo.
Hola Fanny... como nos tienes mal acostumbrados, no se podría pedir mas.. "impecable"... Con tu poema nos transportas a un lugar sin nombre.
ResponderEliminarUn abrazo y buen verano....
¡Piérdete en esos lugares etéreos!... Bueno, sé que los fines de semana visitas lugares de esos donde la materia trasciende y te deja flotando...
EliminarTodavía no me voy de vacaciones. Espero poder leer aún en tu blog alguna información con tu acento irónico característico.
Un abrazo y también, ¡buenas vacaciones!
Hermosas palabras, acompañadas de una preciosa imagen. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Armando. Siempre lees con buenos ojos y es que lo haces con los ojos del alma; se nota.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Cuando nos rodeamos de cosas naturales y disfrutamos de su sabiduría, cuando nos dejamos llevar por la belleza todo es etéreo, a pesar de ser verdad.
ResponderEliminarBello poema! Un abrazo.
Hola, Sindel. Gracias por pasarte por aquí.
EliminarHay cosas que tienen una especial belleza etérea, que solo se percibe con el alma.Son las cosas inmateriales las más valiosas.
Un abrazo.
Y somos como esos globitos de colores...
ResponderEliminarUn abrazo.
Más o menos así de frágiles.
EliminarUn abrazo, Rafa.
Y llegas y vives sin palabras, sin gestos, sin brusquedades la esencia del amor. Y las pompas de jabón ponen la nota efímera. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es, Ester. Hay momentos etéreos en los que el sentimiento trasciende la materia y como las pompas de jabón, se elevan en el espacio.
EliminarGracias. Un abrazo.
Como en el campo y bajo los arboles todo sabe a gloria...hasta los besos
ResponderEliminarpara ti Fanny
¡Si lo sabrás tú, que pasas algunos días disfrutando del campo!.
EliminarGracias, amiga.
Un abrazo.
Ese silencio enamora.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Musa.
EliminarSiento no poder entrar en tu blog. Me sale un "aviso de pág. Web" con publicidad que no hay manera de saltar, y me bloquea. Me ocurre en el blog de Isa Iss y en el tuyo. Creo que es spam.¿Has tratado de eliminarlo?
Un abrazo.
Fanny, en el campo no hay palabras, hay luz, aroma, frescura y sonidos etéreos...Cuando sentimos todo eso el alma vuela y extasiada se llena de belleza...Puedo sentirlo en tu etéreo y genuino poema, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo de luz y cariño para ti.
M.Jesús
Eso es lo que me ocurre ante algunos paisajes increíblemente bellos y sorprendentes. La Naturaleza tiene ese poder.
EliminarGracias por tu compañía y tus alentadores comentarios.
Un abrazo.
Muy bello y etéreo lo que uno llega a sentir bajo los arboles o cuando esta en medio de su instante de paz.
ResponderEliminarBesos
Gracias por venir a compartir este poema, Ilesin.
EliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Un poema Maravilloso. Lo he sentido en lo profundo.
ResponderEliminarDe una palabra tan bonita has sacado belleza y emociones muy sutiles envuento en una forma muy perfecta. Y así, casi de una improvisación, porque las palabras de Sindel son un difícil reto, como yo le digo, una pintura "a la prima", un poema que casi no deja tiempo de correciones.
Felicidades.
Un beso
Muchas gracias por tu generoso comentario, Volarela. Tienes razón en que, esta vez, Sindel nos lo puso difícil .Menos mal que la Naturaleza me ayudó con su belleza etérea.
EliminarUn abrazo.
La naturaleza nos brinda esos espacios y nos hace sentir maravillosamente, Lindas tus letras, besos
ResponderEliminarAsí es, Hanna. En ningún lugar nos sentimos más etéreos que en la Naturaleza.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Un abrazo.
Todos tus poemas están llenos de luz. Vives alejada de propuestas tenebristas, tan de moda entre muchos; mejor para ti, mejor para todos nosotros.
ResponderEliminarSalva, me alegra mucho tu sentir, poético y alentador y, viniendo de un buen poeta como tú, también me llega tu generosidad. Gracias.
EliminarUn afectuoso saludo.
Menos la sombra, amiga, menos la sombra.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
¡ Ah, la sombra! ¡Cuántos suspiros reparadores de la fatiga que causa el caminar!...
EliminarUn abrazo.
Tus palabras son impresionantes, llegan y transportan... la naturaleza nos mueve y nos hace sentir... gracias. Un beso
ResponderEliminarLlevas la Naturaleza muy dentro de ti y por eso conectas con estos poemas inspirados en los paisajes y sensaciones que me producen.
EliminarGracias, Carlos. Compartimos esta admiración por la belleza natural.
Un abrazo.
Bajo los árboles no existe el silencio ni la soledad. Bajo los árboles brota la vida también. Y bajo los árboles se guarecen las palabras que acentúan la verdad verdadera.
ResponderEliminarUn abrazo, de raíz.
Mario
Tú añades versos al poema, con tu especial forma de comentar (y de abrazar).
EliminarUn sonriente abrazo.