He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
jueves, 22 de enero de 2015
Café
Foto de mi archivo.Tomando café en el jardín. Junio,2014
La compañía, estupenda, sí, pero no amorosa. Pasé un espléndido fin de semana con unos amigos que tienen un bonito jardín. Gracias por tu visita, Marina. Un abrazo, con "coletilla".
Este café no es turco, así que poco poso deja. El único poso lleno de hojas y palabras, es el que deja el amor. ¿A que sí?...
Aquel día soleado llenó el jardín de reflejos y me gustó el paisaje invertido en el cristal de la mesa y el olmo endulzando mi café. ¡Ay, artista, tú hubieras captado mejor la poesía de esos instantes!.
Qué bonito y sereno, Fanny. Transmite sensación de paz, calor de casa y todo ello envuelto en el aroma de café y en el amor que se transparenta. Un beso.
El olmo se mira en el café, que espera sobre la mesa...La naturaleza abraza ese momento lleno de paz y tranquilidad...Un recuerdo inolvidable, que tú completas con tu haiku, Fanny. Mi felicitación y mi abrazo siempre. M.Jesús
Las hadas saben leer y sentir los haiku, y tú eres mi hada manchega; por eso sientes aquel instante apacible de la tarde, tomando un café con los amigos. Muchas gracias, Mª Jesús. Un fuerte abrazo.
A mí, como a Mario, también me gusta el café y leer, sobre todo si son tus poemas. Me he atrevido a escribir algún Haiku. Quizá algún día me atreva a publicarlo en mi blog. Un abrazo.
Josep Mª, espero poder leer tus haikus, ¡atrévete! En Occidente han surgido varias tendencias , algunas se limitan a la estructura métrica, sin más y otros se inclinan por lo subjetivo y el estilo excesivamente lírico, incluyendo metáforas y personificaciones.Con esto quiero decirte que tus haikus, con tu estilo propio, gustarán a muchos lectores.Y seguro que a mí también. No hay más que leer los que se publican en otros blogs.
Gracias por tu comentario y el afecto que recibo en ellos.
Hola Fanny... Un buen café, bajo el olmo, y leyendo un buen libro... Que mas se puede desear... !quizás que el café, este bien caliente!... Un abrazo.. (ja me conoces)
Pues no soporto el café demasiado caliente. Además, tardé en tomármelo porque quise disfrutar de ese reflejo que, al natural era más nítido y bello que en la foto. ¡Y dale con los puntos suspensivos! Quizá en el colegio te pusieron muchos ejercicios de esos en los que hay que completar el espacio de esos puntos.
Gracias por pasarte por aquí y comentar muy en tu estilo de suspense.
No se que es lo mejor, si el haiku o la fotografía, pero como los dos son tuyos, no importa, ambos están muy bien logrados y reflejan un momento especial...
Pues no quedé satisfecha de la foto; la realidad era mucho más bonita, pero yo solo llego hasta ahí. Sé que tú miras con buenos ojos y agradezco tu comentario, Jeno. Nos conocimos comentando haikus; intentando comprender a los clásicos a través de las traducciones que no siempre nos parecían ejemplo de la teoría. ¿Recuerdas?... Y todavía volvemos a encontrarnos en el haiku.
La fotografía,dejando a un lado la técnica de la que no entiendo mucho,me ha encantado.Ese reflejo se funde con el café dándole un abrazo de naturaleza.Preciosa dedicatoria. En cuanto al haiku,expresa perfectamente el momento,dulce como el azúcar,lleno de paz,posiblemente en un atardecer tranquilo,lleno de quietud...sin embargo yo hubiera suprimido la palabra "reflejo" y hubiera hablado directamente de la presencia del olmo en el café como algo real...como si tuviera vida (se mira,se acicala,da un beso...).Es solo una idea para activar la imaginación del lector aunque no estoy seguro de que quedara mejor que el tuyo...:)
Gracias, Joaquín. Percibes ese instante tal y como fue y como lo sentí. Me gusta intercambiar sugerencias sobre formas diferentes de expresarnos. Soy partidaria de atenerme a la realidad que veo, y lo que vi era el reflejo del olmo.No obstante podría decir, directamente, como sugieres : una rama de olmo en su café o las hojas del olmo... pero no se ajusta a la métrica y leyendo con realismo podría interpretarse que cayeron hojas dentro del café; piensa que los haikus deben entenderse sin imágenes.
Olá meus amigos, como é maravilhoso encontrar sites com este seu. Parabéns pelo belo trabalho, já estou seguindo. Aproveitando a oportunidade gostaria de compartilhar com você nosso blog. Ficaremos felizes por vossa visita e mais ainda se seguir-nos.
AGUARDAMOS SUA VISITA
Atenciosamente
Josiel Dias http://josiel-dias.blogspot.com Rio de Janeiro
Café y lectura es una buena combinación, pero me distraigo leyendo y el café se enfría. No obstante es un momento apacible. Gracias, Albada. Un abrazo.
Muy pero que muy hermoso, la imagen para mi gusto es increíble y bella, el haiku no se queda atrás, se complementan ambos de una forma deliciosa, como el café.
Hay instantes así de bellos que, a veces, nos pasan desapercibidos. El reflejo del olmo en el café era más bonito de lo que captó mi cámara. Me alegro de que te guste. Cuando tomes café al aire libre, fíjate en lo que se cuela en la taza.
Qué sorpresa... qué feliz me sentía leyéndote y comentándote.. Y llego hasta este poema, este haiku, este trozo de tu jardín cafeinado que es para mí, o dedicado y la alegría se multiplica y me desborda. No encuentro palabras que elaboren un agradecimiento como mereces...
Gracias...
Joé, pero que emoción leerme aquí, o leerme en tu jardín, o reflejarme en la taza de ese café...
¡Qué emoción saber de tu alegría desbordante, Mario! Es ahora cuando el haiku desprende el aroma del café y me llega con singular placer.Te asocio a lectura-café y me vino a la memoria tu nombre... Cualquier día te dedico otro poema solo por tener tu alegría. ¡Es tan gratificante!... Un abrazo con sabor a café.
Impresionante Fanny, tengo un relato de una taza de café, me encanta la fotografía pero el haiku es tan hermoso que la pisa, un placer recorrerte, seguiré haciéndolo. Besos.
¡Qué alegría encontrar personas que disfrutan con la sencillez del haiku! Muchas gracias, Carlos.Tengo pendiente un haiku sobre esa maravillosa foto tuya del árbol en la nieve.
Voy a revisar tu blog a ver si encuentro ese relato de la taza de café.
Lo he leído y es una auténtica delicia, hace homenaje a la fotografía, al árbol. Ese post esta en Mis relatos. Un abrazo y gracias por compartir tu poesía, es una delicia. Saludos.
Me alegro de que te hayan gustado los haikus inspirados en tu fotografía. Aunque el haiku debe ser una percepción real y directa para ser sincero. Pero lo he visto a través de tu mirada de buen fotógrafo.
La imagen y el haiku, acertados y llenos de encanto. Muy bueno. Un abrazo. Franziska
ResponderEliminarBueno, tú hubieras conseguido una mejor fotografía. A mí me sale mejor el café.
EliminarGracias, amiga.
Un abrazo.
Quizas hermosos recuerdos en una tarde lejana pero con grata compañia
ResponderEliminarbesos para ti Fanny...
Gracias por tus coletillas
La compañía, estupenda, sí, pero no amorosa. Pasé un espléndido fin de semana con unos amigos que tienen un bonito jardín.
EliminarGracias por tu visita, Marina.
Un abrazo, con "coletilla".
Hermoso haikus
ResponderEliminarCompletas el conjuto
de forma genial
me gusta
Besos
André
Hay infinitos instantes sencillos para un haiku.
EliminarGracias, André.
Un abrazo.
Perfecta sintonía.
ResponderEliminarMe gustó.
Besos
Aquel reflejo en el café me inspiró.
EliminarMe alegro de encontrarte, Musa.
Un abrazo.
Habrá que leer los posos de ese café... deberán estar llenos de hojas y palabras.
ResponderEliminarBss
Este café no es turco, así que poco poso deja. El único poso lleno de hojas y palabras, es el que deja el amor. ¿A que sí?...
EliminarAquel día soleado llenó el jardín de reflejos y me gustó el paisaje invertido en el cristal de la mesa y el olmo endulzando mi café. ¡Ay, artista, tú hubieras captado mejor la poesía de esos instantes!.
Un abrazo , ¿con poso o sin?
Qué bonito y sereno, Fanny. Transmite sensación de paz, calor de casa y todo ello envuelto en el aroma de café y en el amor que se transparenta.
ResponderEliminarUn beso.
Me alegra tu sentir, Isabel. Los haiku son tan sencillos, tan exaltadores de la nada... que, a veces, temo que el lector se pregunte ¿y qué?...
EliminarUn abrazo.
El olmo se mira en el café, que espera sobre la mesa...La naturaleza abraza ese momento lleno de paz y tranquilidad...Un recuerdo inolvidable, que tú completas con tu haiku, Fanny. Mi felicitación y mi abrazo siempre.
ResponderEliminarM.Jesús
Las hadas saben leer y sentir los haiku, y tú eres mi hada manchega; por eso sientes aquel instante apacible de la tarde, tomando un café con los amigos.
EliminarMuchas gracias, Mª Jesús.
Un fuerte abrazo.
Muy emotivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta tu sentir, Rafa. Fue el olmo compartiendo mi café lo que lleno de poesía el momento.
EliminarUn abrazo.
Me transmite paz.
ResponderEliminarY un amor infinito por parte de quien lo escribe.
Besos.
Si consigo trasmitir paz y amor...¡ Gracias, Toro Salvaje ! Me gusta que estos sentimientos lleguen a tu dehesa.
EliminarUn abrazo.
A mí, como a Mario, también me gusta el café y leer, sobre todo si son tus poemas. Me he atrevido a escribir algún Haiku. Quizá algún día me atreva a publicarlo en mi blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep Mª, espero poder leer tus haikus, ¡atrévete! En Occidente han surgido varias tendencias , algunas se limitan a la estructura métrica, sin más y otros se inclinan por lo subjetivo y el estilo excesivamente lírico, incluyendo metáforas y personificaciones.Con esto quiero decirte que tus haikus, con tu estilo propio, gustarán a muchos lectores.Y seguro que a mí también. No hay más que leer los que se publican en otros blogs.
EliminarGracias por tu comentario y el afecto que recibo en ellos.
Un abrazo.
Desconocía (aunque no me extraña) que existan bellezas para tomarlas a pequeños sorbos.
ResponderEliminarBesotes Fanny
La Naturaleza siempre nos sorprende y un día sentimos que el café no solo sabe a café.
EliminarGracias por tu bonito comentario, amigo del bosque.
Un abrazo.
Hola Fanny... Un buen café, bajo el olmo, y leyendo un buen libro... Que mas se puede desear... !quizás que el café, este bien caliente!... Un abrazo.. (ja me conoces)
ResponderEliminarPues no soporto el café demasiado caliente. Además, tardé en tomármelo porque quise disfrutar de ese reflejo que, al natural era más nítido y bello que en la foto.
Eliminar¡Y dale con los puntos suspensivos! Quizá en el colegio te pusieron muchos ejercicios de esos en los que hay que completar el espacio de esos puntos.
Gracias por pasarte por aquí y comentar muy en tu estilo de suspense.
Un abrazo.
No se que es lo mejor, si el haiku o la fotografía, pero como los dos son tuyos, no importa, ambos están muy bien logrados y reflejan un momento especial...
ResponderEliminarPues no quedé satisfecha de la foto; la realidad era mucho más bonita, pero yo solo llego hasta ahí.
EliminarSé que tú miras con buenos ojos y agradezco tu comentario, Jeno. Nos conocimos comentando haikus; intentando comprender a los clásicos a través de las traducciones que no siempre nos parecían ejemplo de la teoría. ¿Recuerdas?... Y todavía volvemos a encontrarnos en el haiku.
Saludos.
Llego a tiempo para un sorbo de cafe y agradecer tu coletilla...besinos para ti
ResponderEliminarSiempre llegas a punto de tomar el café.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
La fotografía,dejando a un lado la técnica de la que no entiendo mucho,me ha encantado.Ese reflejo se funde con el café dándole un abrazo de naturaleza.Preciosa dedicatoria.
ResponderEliminarEn cuanto al haiku,expresa perfectamente el momento,dulce como el azúcar,lleno de paz,posiblemente en un atardecer tranquilo,lleno de quietud...sin embargo yo hubiera suprimido la palabra "reflejo" y hubiera hablado directamente de la presencia del olmo en el café como algo real...como si tuviera vida (se mira,se acicala,da un beso...).Es solo una idea
para activar la imaginación del lector aunque no estoy seguro de que quedara mejor que el tuyo...:)
Abrazos.
Gracias, Joaquín. Percibes ese instante tal y como fue y como lo sentí. Me gusta intercambiar sugerencias sobre formas diferentes de expresarnos. Soy partidaria de atenerme a la realidad que veo, y lo que vi era el reflejo del olmo.No obstante podría decir, directamente, como sugieres : una rama de olmo en su café o las hojas del olmo...
Eliminarpero no se ajusta a la métrica y leyendo con realismo podría interpretarse que cayeron hojas dentro del café; piensa que los haikus deben entenderse sin imágenes.
Gracias por aportar posibilidades.
Un abrazo.
Olá meus amigos, como é maravilhoso encontrar sites com este seu. Parabéns pelo belo trabalho, já estou seguindo.
ResponderEliminarAproveitando a oportunidade gostaria de compartilhar com você nosso
blog. Ficaremos felizes por vossa visita e mais ainda se seguir-nos.
AGUARDAMOS SUA VISITA
Atenciosamente
Josiel Dias
http://josiel-dias.blogspot.com
Rio de Janeiro
Gracias por tu visita, Josiel. ¡¡Bienvenido!!
EliminarMe pasaré por tu blog a leerte.
Un saludo.
Me gusta ese tomar de café sin prisas, ese dejarse llevar por el hilo de un aroma que envuelva la lectura
ResponderEliminarUn beso.
Café y lectura es una buena combinación, pero me distraigo leyendo y el café se enfría. No obstante es un momento apacible.
EliminarGracias, Albada.
Un abrazo.
Fanny pasaba por tu casa y entro a saludarte ...gracias por tu cariño y amistad.
ResponderEliminarbesos
Lo mismo digo, Marina. Me llega tu amistad en tus palabras.
EliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Muy pero que muy hermoso, la imagen para mi gusto es increíble y bella, el haiku no se queda atrás, se complementan ambos de una forma deliciosa, como el café.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay instantes así de bellos que, a veces, nos pasan desapercibidos. El reflejo del olmo en el café era más bonito de lo que captó mi cámara.
EliminarMe alegro de que te guste. Cuando tomes café al aire libre, fíjate en lo que se cuela en la taza.
Gracias, FG.
Un abrazo.
Qué sorpresa... qué feliz me sentía leyéndote y comentándote.. Y llego hasta este poema, este haiku, este trozo de tu jardín cafeinado que es para mí, o dedicado y la alegría se multiplica y me desborda. No encuentro palabras que elaboren un agradecimiento como mereces...
ResponderEliminarGracias...
Joé, pero que emoción leerme aquí, o leerme en tu jardín, o reflejarme en la taza de ese café...
¡Qué emoción saber de tu alegría desbordante, Mario! Es ahora cuando el haiku desprende el aroma del café y me llega con singular placer.Te asocio a lectura-café y me vino a la memoria tu nombre...
EliminarCualquier día te dedico otro poema solo por tener tu alegría. ¡Es tan gratificante!...
Un abrazo con sabor a café.
Impresionante Fanny, tengo un relato de una taza de café, me encanta la fotografía pero el haiku es tan hermoso que la pisa, un placer recorrerte, seguiré haciéndolo. Besos.
ResponderEliminar¡Qué alegría encontrar personas que disfrutan con la sencillez del haiku! Muchas gracias, Carlos.Tengo pendiente un haiku sobre esa maravillosa foto tuya del árbol en la nieve.
ResponderEliminarVoy a revisar tu blog a ver si encuentro ese relato de la taza de café.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Lo he leído y es una auténtica delicia, hace homenaje a la fotografía, al árbol. Ese post esta en Mis relatos. Un abrazo y gracias por compartir tu poesía, es una delicia. Saludos.
EliminarMe alegro de que te hayan gustado los haikus inspirados en tu fotografía. Aunque el haiku debe ser una percepción real y directa para ser sincero. Pero lo he visto a través de tu mirada de buen fotógrafo.
EliminarSaludos.