Hoy
me duele el chirrido
de
la puerta que se cierra.
He
perdido la llave que la abría
o...¿cambiaste,
tal vez, la cerradura?
Tu
paleta rebosante de colores,
tus
pinceles, tu mirada...
¿
qué paisajes los retienen?
Ya
no regalas palabras
como
aquellas tan dulces
que
hace un año dibujabas.
Yo quisiera estar contigo
otro ratito.
Lo que dura un sueño.
lo que dura un juego,
lo que dura un ramo de amapolas
un día de viento,
pero verte de nuevo.
Tengo
celos de esos lienzos
que
acarician tus pinceles.
diciembre,2011
Y es que esos instantes que vuelven al recuerdo nos envuelven con su carga de nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre te detienes en mis poemas, Rafael.Gracias por dejar unas palabras.
EliminarUn abrazo.
Me gusta este poema, ¿Cuanto duele la ausencia? ¿Cuanto dura un sueño?
ResponderEliminarGracias, Jenofonte. Ignoro por qué está repetido tu comentario. Lo vi esta mañana, pero no tuve tiempo de responderte, y ahora me apareció como pendiente.
EliminarBueno, pues doblemente contenta de tu visita.
Los sueños duran bastante y el dolor de la ausencia algo menos.
¿Cuánto dura la ausencia? ¿Cuánto duele un sueño?
ResponderEliminarAquí cambias las preguntas:
EliminarLa ausencia puede ser infinita y los sueños se aceptan como tales.Se aprende que "los sueños, sueños son".
Un abrazo.
No son celos solamente de los lienzos,
Eliminarson celos también de la puerta,
celos del paisaje y de las palabras,
celos del juego, celos del viento.
Celos del sueño porque puede verle
aunque esté ausente...
Los celos son irracionales y llegan a uno sin permiso y por más que se les quiera echar fuera, insisten en quedarse fabulando, y erosionando.
EliminarBueno, me gustó tu poema que hasta dice que se pueden tener celos del sueño.
Saludos
Hola bonita...gracias tu visita me encanta ,eres tan diferente de aspecto a los demas amigos y tu nombre... ya te dije que hasta le abrazo en una foto conmigo,lo que nuestra Fanny era blaca preciosa y tu sin dejar de ser preciosa aunque eres negra como el hermoso azabache...
ResponderEliminarbueno yo hoy tenia que haber ido a Pamplona a un funeral pero no me dejaron en casa ir sola,
Tus versos son muy preciosos y el relato de los emigrantes muy enternecedor triste a la vez lo que el ser humano ha de hacer para dar de comer a la familia...
Bueno veo que mi poesia te gusta ...si supieras ...si supieras,pero te hare casi y seguire cantando al amor ,lo mas hermoso para seguir viviendo delices.
un gran abrazo
Marina
Comienzas muy poética, Marina; claro que recordando a tu perrita cada vez que ves ni nombre, tengo mucho ganado de tu aprecio y te lo agradezco de veras, por la amistosa comunicación que tienes conmigo.
EliminarHazme caso, niña. Escribe cada día lo que sientas; no le des tregua al amor.Si se tiene, porque la pasión incita a nombrarlo, y si no se tiene o está huido, porque se tienen deseos de encontrarlo... O sea que, en cualquier caso, estamos presas de ese excepcional estado.
Gracias por tu afectuoso comentario.
Un abrazo
Sentir celos hasta de los lienzos que atraen su atención y su mirada. Los celos son a veces una mala jugada, sobre todo cuando la ausencia del otro es tan sentida. Un beso.
ResponderEliminar..Debes disculparme por nombrarte de nuevo a mi Fanny ,no lo hare más pero mi intención no es ofender y menos a los animalitos que los adoro...lo siento de veras
ResponderEliminarfeliz sabado
Marina
Pero, Marina, ¡nada de disculpas!; me encanta que mi nombre te recuerde a tu perrita que tanto quisiste;me gustan los animales, sobre todo los perros.
EliminarQue pases un buen fin de semana.
Un abrazo.
Gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarEn realidad, los celos son tan terribles que merecen un poema más intenso que este, pero no he llegado a meterme en la piel del celoso, a pesar de haber conocido de cerca a alguien que los padecía de manera enfermiza.
Vuelvo a leer y me parece más un poema de añoranza, de ansiedad del otro, pero sin llegar a los celos.
Un abrazo.
Precioso. Tienes una muy buena página. Enhorabuena.
ResponderEliminarEnrique, ¡¡Bienvenido a mi blog!! Ya vi que me añadiste a tu círculo,y agradezco la deferencia, pero disculpa que no haya correspondido, pues no "juego" a eso, ni sé que ventajas aporta a la comunicación.
EliminarDicho esto, te doy las gracias por tu visita y por apreciar la sencilla casa que os presento.
Bona nit.
Mientras solo sean celos de los pinceles, no están las cosas tan mal. Es cierto que hablar de los celos es un tema muy literario porque quién no los ha sentido siquiera una vez. Es una experiencia humana que puede ser destructiva, nada frivolo, por supuesto. Terriblemente dolorosa. Lo curioso es que lo que descubrimos cuando pasan los años es que son la consecuencia del miedo. Sentimos miedo de que nos arrebaten lo que amamos y, en realidad, es que no confiamos en ser amados.
ResponderEliminarMe has visitado el blog que dedico a los temas pero yo también comparto contigo mi afición a la poesía. Hace seis años que estoy publicando y este es un vicio del que no sé como liberarme. Quiero darte las gracias por tus amables palabras y, con tu permito, me llevo tu link para no olvidarme de pasar a leer cuando vayas publicando.
Me falta añadir que me ha gustado mucho el tema y que espero que entablemos una relación de mutuo respeto y admira ción. Saludos cordiales. Franziska
Hola, Franziska, ¡¡Bienvenida a mi blog!! Me encantará que nos leamos mutuamente.Muchas gracias por tu amplio comentario.
EliminarEstoy de acuerdo en que los celos son una falta de confianza en uno mismo y en el ser amado; esos son los celos corrosivos,que inspirarían un poema más crudo.
Yo me refiero a la inquietud que causa la ausencia, la falta de comunicación, que puede hacer pensar que no se le da la atención deseada. Por eso se reclama la mirada del otro de forma cariñosa, sin despecho.
En realidad, creo que no sé componer poemas de una crudeza tremenda.
Bueno, pues ahora me falta leer tus poemas, en cuanto pueda.
Un afectuoso saludo.
Colores y sentimientos bien mezclados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dando color a los sentimientos se vive mejor.
EliminarUn abrazo.