Tras haber librado con él "la madre de todas las batallas", le preguntó:
-¿Qué tal?
-"De puta madre",-exclamó.
Y habiendo sobrevivido a la gran batalla, desafiaron a la OMS fumándose un cigarrillo.
Fotos tomadas de Internet.
Compartiendo palabras:
MADRE
Iniciativa Sindel.
Hay batallas que se enfrentan con casi tanto gusto como el que producen.
ResponderEliminarY se desafía lo que haya de desafiar.
...sobre todo cuando nos quieren decir como vivir.
Hola, Guille. ¡¡Bienvenido a mi blog!! Me gusta tu comentario, acorde con mi sentir sobre "batallas" y "prohibiciones".
EliminarMe gustaría volver a encontrarte por aquí. Gracias por venir.
Saludos.
Qué es un poco de humo después de haber salido victorioso de una gran batalla, je, je.
ResponderEliminarMe ha sorprendido leerte un micro tan micro, Fanny. Creo que es la primera vez y jamás hubiera dicho que es tuyo. Viva la versatilidad!! :)
Un abrazo!!
De nuevo por aquí; gracias, Julia.
EliminarPues ya ves que tengo sentido del humor y, de vez en cuando me vence. La palabra propuesta (Madre) me hizo pensar en las veces que se ha utilizado en melodramas y busqué otra semántica informal. Me alegro de que te haya sorprendido esta faceta.
Un abrazo.
Hola Fanny , lo importante es que sobrevivieron , me alegro mucho de tu regreso.
ResponderEliminarGracias por dejar tu cariñoso comentario en mi blog , te deseo una feliz tarde guapa , besos de Flor.
Hola, Flor. Aunque las batallas amorosas también se pierden, esta la ganaron. Gracias por tu afecto.
EliminarUn abrazo.
A veces hay batallas dificiles de ganar, pero otras, en cambio, se ganan con esfuerzo y dedicación.
ResponderEliminarUn beso dulce de seda.
Ganar una batalla, sí, pero se dice que lo importante es ganar la guerra y, en el amor nunca se sabe.
EliminarUn abrazo.
por lo pronto, él acabó muy hecho polvo....y sin pelo en la cabeza
ResponderEliminar...Es que las batallas suelen dejar huella, pero, al parecer, en este caso quedó "jodido pero contento".
EliminarSalud, Noel. Gracias por tu punto de humor.
¡¡¡ cómo los pesquen pagan una multa por contaminar ¡¡¡
ResponderEliminarClaro, está prohibido fumar en interiores, pero se tomaron una licencia, porque si el tabaco "puede matar", ¿acaso el amor no puede matar también o contaminar?...
EliminarMe encanta contar con tu buen humor.
Esos cigarrillos de después no pueden ser perjudiciales. Unos abrazos
ResponderEliminarLos protagonistas de este microrrelato agradecen tu permisividad, Ester.
EliminarGracias por participar en mi blog.
Un abrazo.
Oh, qué felicidad!!!
ResponderEliminarBesos admirados.
Una exclamación muy propia de un "Toro salvaje" en trance.
EliminarUna sonrisa y un abrazo.
Liberarse es una parte importante de la vida cada uno sabe de sus ataduras y cuanto lucha para soltarse....después saber como usar esa libertad que otorgue verdadera felicidad ...no de un momento, ojalá siempre penetre hasta nuestro interior ...
ResponderEliminarGracias Fanny por tus bonitas palabras dejadas en mi blog
Fuerte abrazo
Me gusta conocer tus reflexiones, Pleamar. Gracias por detenerte a dejarme tu sentir.
EliminarUn abrazo.
Hola Fanny... !Uff! las batallas o se ganan o se pierden, aunque siempre se pierda algo, pero si la dicha es buena, que se fastidie la OMS...
ResponderEliminarUn abrazo....
Llorenç, llegaron tus dos comentarios; pudo ser que el primero tardara en aparecer porque no abrí el blog hasta ahora.
EliminarEs cierto que en las batallas se pierde algo y más en las del amor, pero si en ella no nos mata, ¿cómo va a hacerlo el tabaco?...
Un abrazo.
Final de película.
ResponderEliminarUn abrazo.
..y feliz.
EliminarGracias, Rafael.
Un abrazo.
Después de la gran batalla, bien podrían desafiar a la OMS o a quien fuera.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Sara. ¡¡Bienvenida a mi blog!! Encantada de que te quedes cerca.
EliminarGracias por seguir el hilo humorístico del microrrelato.
Un abrazo.
Esas batallas dan gusto pelearlas! Me encantó esta entrada original y divertida.
ResponderEliminarUn beso :)
Gracias, Sindel.
EliminarEl refranero español y el argot popular, emplean la palabra madre con varios sentidos muy peculiares y me divirtió jugar un poco a desacralizar la palabra.
Un abrazo.
Muy divertido!
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Alfred. Agradezco tu pasa por aquí y tu opinión.
EliminarSalut.
Cuánto se puede decir en tan poco...
ResponderEliminarSaludos afectuosos
Alondra, como corresponde a tu icono, lo cazas al vuelo. Gracias por volar hasta aquí.
EliminarFeliz Otoño.
Un afectuoso saludo.
Corto y Contundente.
ResponderEliminarNo es necesario estenderse mas.
manolo
.
Al buen entendedor... Gracias, Manolo. Que ganes todas las batallas y no te prives de un cigarrillo.
EliminarSalut.
En esas batallas donde uno puede expresarse en total libertad y sin perjucios.
ResponderEliminarBesos
Hola, Ilesin. Agradezco tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Muy ocurrente.
ResponderEliminarAl fin y al cano, después de la tempestad viene la calma. Así pues, tras una batalla "cuerpo a cuerpo" bien está dejarse llevar por el relajo de un cigarrillo. En mi caso, como ya no fumo, tendría que buscarme un sucedáneo.
Un abrazo.
¡Vaya, Josep Mª!, te sales del tópico del cigarrillo. No se me ocurre ningún sucedáneo que recomendarte.
EliminarGracias por venir y comentar con buen sentido del humor.
Un abrazo.
Divertido, Fany.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Pedro. De vez en cuando me desmadro un poco, a pesar de que la palabra propuesta era precisamente: madre.
EliminarUn abrazo.
jajaja...cachis...prosaica la cosa se terció. :-)
ResponderEliminarUn beso, Fanny
Sin ser prosaicos de vez en cuando, no se apreciaría el ser poético en toda su dimensión.
EliminarAgradezco tu compañía.
Un abrazo.
Muy divertido y original, Fanny. Genial la idea de ver la palabra ‘madre’ desde otro punto.
ResponderEliminarSaluditos
Una palabra sacralizada, bajada de su pedestal de una forma desenfadada.
EliminarGracias, Yessy.
Un abrazo.
Ya no fumo...pero aquéllos eran los mejores cigarrillos :)))))
ResponderEliminar- ¿Fumas entre coito y coito?
- sí, unos veinte cartones.
:)))
Bss
¡¡Aquellos!!...
Eliminar¿"veinte cartones"?... "Largo me lo fiáis".
Siempre te leo con una sonrisa.
Un abrazo.
Genial, original.... después de esa batalla y la rendición la satisfacción de ese cigarrillo, es disfrutable y más si es desafiante. Saludos y me encanta.
ResponderEliminarHola, Carlos. Me alegro de que hayas pasado un instante divertido leyendo este micro. Gracias.
EliminarUn afectuoso saludo.
Asombrada y divertida con tu aporte...¡qué bien sabe ese cigarrillo!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Musa. Encantada de tu comentario.
EliminarSaludos.
El descanso de los guerreros tras la batalla.Me trajo recuerdos,hubo un tiempo en que yo también lo hacía...me refiero a ambas cosas...:)))
ResponderEliminarAbrazos Fanny.
...¡Qué bien poder recordarlo con una sonrisa!
EliminarEn cada etapa de la vida se ama de una forma; son estas las que caducan, pero no el amor.
Un abrazo,mi amigo.
Han sido felices.
ResponderEliminarUna buena batalla.
Un beso. Feliz comienzo de semana
Hola, Amalia. Toda batalla deja su huella, su recuerdo.
EliminarGracias por venir.
Un abrazo.
Eres creativa Fanny,, esa batalle vale la pena ... besos
ResponderEliminarA esta palabra se recurre tanto como a la de dios en nuestras expresiones de emoción.Da mucho de sí para escribir sobre ellas.
EliminarGracias por tu elogio.
Un abrazo.
Ostias...
ResponderEliminarSaludos!
J.
Otra palabra tan expresiva como madre, que por sí sola trasmite un sentir. Gracias, José A.
EliminarUn saludo.
Yo prefiero desafiar a la OMS degustando un buen jamón de pata negra. Las volutas de humo quedaron atrás...Que cada uno se suicide como más la plazca, pero sin prisas...Yo me lo plantearé cuando cumpla un siglo.
ResponderEliminarSaludos, Fanny
Bueno, a un buen jamón también me apuntaría yo, pero después de la ducha.
EliminarMe hiciste sonreír, Luis Antonio; gracias por tu simpático comentario.
Un amistoso saludo.
Yo sobreviviría a la madre de todas esas batallas. Después, desafiante, me tomaría un café y mordería más besos. La OMS no nos entiende...
ResponderEliminarAbrazos sobrevenidos y sobrevividos y desobedientes.
Mario
Ni la OMS, ni otros mandamás, pero "El hombre rebelde" existe. (Lo he entrecomillado porque me ha venido a la memoria el ensayo de A. Camus).
EliminarOtro abrazo desobediente para ti, con café incluído.