He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet. Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
una vista con muchas imágenes
ResponderEliminarQue cada uno imagine las suyas.
EliminarGracias, Noel.
Salud y Poesía.
NO es para menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los abuelos tienen una gran capacidad para emocionarse y se nota en la mirada.
EliminarGracias, Rafa.
Un abrazo.
Me parece fenomenal. mantener el espíritu del haiku.
ResponderEliminarde mi abuelo era una opción. Pero me encanta tal cual.
Un beso, Fanny y buen finde.
Conservar la métrica exacta del haiku es un reto, una disciplina, pero no le va de sílaba más o menos, sino de mantener, como dices, el espíritu del haiku, que es la emoción del instante.
EliminarLa posible opción que señalas, tampoco cumpliría la norma pues serían 4 sílabas, debido a la sinalefa : de-mia-bue-lo. No creas, le di muchas vueltas porque prefiero mantener la métrica adecuada, pero no encontré la forma.
Gracias por leer , comentar y proponer.
Un abrazo.
Yo diría:Él tiene ese mundo que algunos echan por la borda, sea cual fuere el día o, la hora...
ResponderEliminarPrecioso Fanny..
Abrazos.
La mirada de un abuelo en momentos importantes, se llena de ternura y emoción.Es una mirada con historia.
EliminarMe ha gustado encontrar esta foto de Benedetti porque en su mirada encuentro ambas cosas.
Gracias, María.
Un abrazo.
Ojos cansados, ojos cargados historias, trabajos y esfuerzos no recompensados, ojos de mirada infinita, ojos de brillo nublado.
ResponderEliminarBuen haiku amiga Fanni. Un abrazo.
Hola, José. Ese brillo nublado que percibes es lo que quise reflejar en el haiku; el brillo velado de la emoción al oír el primer lloro de...(mejor sugerir que revelarlo).
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
¡Cuántas vivencias reflejan esos ojos llenos de ternura
ResponderEliminarA punto estuve de no reconocerte, André. ¿Significa algo este cambio?.
EliminarGracias por pasarte por aquí y fijarte en la mirada de ternura de Benedetti; eso es lo que me hizo elegir esta foto par el anónimo abuelo del haiku.
Un abrazo.
Fanny, un haiku muy emotivo...Observo una sincronicidad perfecta entre el primer lloro del nieto y ese brillo lacrimoso y emocionado del abuelo,que vuelve a renovar sentimientos en ese ser, que nace y que aumenta la familia...Imagen y letras se unifican en un resultado bello y digno...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande. Feliz fin de semana, Fanny.
M.Jesús
Mª Jesús, es eso, exactamente, lo que he querido expresar.La emoción del abuelo ante la primera manifestación de vida del nieto recién nacido.Es un instante conmovedor.
EliminarGracias , amiga; siempre alentando con tus palabras.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
hola fanny corazoncito me encanta mario benedetti, y esta imagen brilla por si sola el sentimiento tan grande de ser abuelo, una imagen vale mas que mil palabras y ahi estan bordadas feliz tarde besitosss de agradecimiento
ResponderEliminarMe alegro de haber acertado con la foto. A mí también me gusta Benedetti y encontré en su mirada ternura y emoción para acompañar el haiku.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Cómo me gusta!!!
ResponderEliminar¡¡¡Cómo me alegra!!!...
EliminarGracias, Tracy.
Buen fin de semana.
...sus ojos cansados llenos de poesia y ternura...siempre aprendiendo de su palabra.
ResponderEliminarbuenas noches Fanny
un abrazo
Marina
Los abuelos tienen mucho que enseñar y mucho cariño que dar a sus nietos.
EliminarBuen fin de semana. Me alegro de que sigas por aquí.
Un abrazo.
Que bondad hay en su mirada eh?
ResponderEliminarMe ha encantado el haiku Fanny, con y sin sílaba.
Un beso ;)
Gracias, Gumer. La verdad es que la foto desprende ternura y eso es lo que buscaba.
EliminarUn abrazo.
Hola Fanny... Sigo aprendiendo, pero si te dire que una cosa, siempre he encontrado a faltar porque nunca la he tenido la mirada de un abuelo, es una de las miradas mas tiernas, mas maravillosas que se puedan gozar...
ResponderEliminarUn abrazo...
Lo mismo me pasa a mí.Apenas conocí a mis abuelos. Nos perdimos algo importante, sí.Será por eso que me fijo en esas miradas emocionadas tan expresivas.
EliminarGracias por tu comentario, Llorenç.
Buen fin de semana.Que disfrutes de "la calma", tu calma...
Un abrazo.
Pura ternura este poema que nos lleva directos a esa mirada húmeda.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta que te llegue ese instante de ternura, Marinel.
EliminarGracias por dejarme tu sentir.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Los ojos humedos del abuelo que genialmente descritos por ti, ¡te felicito¡
ResponderEliminarBesos fuertes ♥
tRamos
Hola, Tramos Romero. Me alegro de encontrarte.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo y ¡¡buen domingo!!
Pena y ternura es lo que veo yo en la mirada de Benedetti.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad que en esta mirada, además de ternura, puede verse una pizca de nostalgia -no diría pena-, que le hace aún más expresivo y me pareció adecuada para el haiku.
EliminarGracias por tu comentario, Pedro.
Un abrazo.
Melancolía...
ResponderEliminarGracias por estos ecos tan literarios.
Abrazo dominical.
Mario
Gracias a ti, Mario.Te has dado un buen paseo por mi blog y, además me dejas "un abrazo dominical" palabra que traduzco como festivo, alegre...
EliminarOtro abrazo para tu tarde de domingo.
Aparte de enternecedor,en el haiku está presente la continuidad de la especie en este valle de lágrimas pero también de ternura y alegrías.
ResponderEliminarBenedetti hacía poesía también con la mirada.
Abrazos Fanny
Busqué otras miradas pero la que me habló fue esta de Benedetti.
EliminarGracias, Joaquín. Siempre me gusta encontrarte.
Un abrazo.
Considero escribir un buen haiku como un reto de sabiduría. Imposible escribirlo sin tener sensibilidad. El tuyo lo sentí así de intenso. Muy buen trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo, encantada de conocerte.
Hola, Taty. ¡Bienvenida a mi blog! Gracias por quedarte a hacerme compañía.
EliminarMe gusta que hayas sentido el haiku. Si para escribirlo se precisa sensibilidad, no menos para sentirlo cuando se lee.
Muchas gracias por tu sentir.
Me pasaré a leer lo que escribes para conocerte.
Un abrazo.
Posiblemente "el primer lloro" de un abuelo sea un manantial de alegres y emocionadas transparencias, ver por primera vez a un nieto debe ser maravilloso. Abrazos Fanny.
ResponderEliminarHola, Lumi, me alegro de encontrarte por aquí. Gracias por dejarme tu sentir.A mí también me parece maravillosa la mirada del abuelo cuando oye el primer lloro del nieto.
EliminarUn abrazo.
es curioso , pero no siempre los abuelos se emocionan con los nietos sino con sus propios recuerdos
ResponderEliminaral menos es lo que evidencio cada vez que mi padre habla de su vida no así de sus nietos
besitos
Los abuelos son muy emotivos y también he visto la emoción en su mirada cuando recuerdan su pasado, pero la de ver al recién nacido, me parece diferente; es todo emoción, no percibí nostalgia como ocurre con los recuerdos.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.