Estaban las zarzas rebosantes de moras
brillantes como el azabache, maduras, provocadoras…
–Cierra los ojos –le dije sonriente.
–¿Para qué –replicó, sospechando una trastada de
las mías.
–“Tú eres el pañuelo y yo la zarza” –le sonreí,
citando uno de sus versos–. Le quité el pañuelo que llevaba al cuello y le tapé
los ojos.
Reuní un
puñado de moras de las más maduras y se
las metí en la boca todas a la vez.
–Hummmm –exclamó– y sin soltarme, tanteó mi
cara, acercó sus labios a los míos y me pasó unas jugosas moras que saboreé sin despegar
mis labios de los suyos, al tiempo que se destapaba los ojos.
El jugo de las moras nos tiño la boca y quedaron
nuestras lenguas azules como las de un chow-chow, lo que nos incitó, entre
risas, a jugar a lametazos para limpiar el néctar azulado que resbalaba de los
labios.
Y él bebió el jugo de mi boca
y yo probé las moras de la suya,
y quedo
prendido su pañuelo
en las ramas de mi zarza.
Foto de Internet.
Fanny , tu entrada de hoy me ha encantado. Bello cuento, bello poema y besos de colores...
ResponderEliminarFelicidades.
Un abrazo
Me siento contenta al saber que te ha gustado mucho, pues eres una persona de una sensibilidad especial.Gracias, María.
EliminarLa Naturaleza y el amor me inspiran y cuando los reúno, entro en otro mundo soñado.
Un abrazo.
Algo muy hermoso para ser convertido en realidad...
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
¡Cuánto me gustaría! Bueno, hay recuerdos llevados a la fantasía que inspiran esta prosa poética. Muchas veces he comido moras , he admirado sus brillantes colores y me he teñido de azul-violeta dedos,labios, e incluso la ropa.El sabor de las moras lo llevo en mí.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Bellísima entrada que despierta los sentidos.
ResponderEliminarSi te he despertado los sentidos, ¡ misión cumplida!. Escribo para despertar emociones, haciendo llegar las mías.
EliminarGracias, Tracy.
Saludos
Muy hermoso todo lo que escribes ...es como un bello cuento que ya ves por muy hermosos no pasan a mas ...el poeta escribimos con el alma y a veces escribiendo o leyendo se nos parte el corazón..
ResponderEliminargracias por tu comentario en mi blog ...si Fanny eres muy importante en mi casa .
un abrazo
Marina
Eres muy sensible, Marina. Da gusto saber que lees mis poemas y los sientes.Pero, cuidado con el corazón; hay que mantenerlo enterito para cuando llegue el momento de entregarse a alguien.
EliminarAgradezco mucho que me acojas en tu blog con tanto cariño.Estaré a tu lado y te hablaré con palabras amigas, para animarte.
Un abrazo.
sensorial relato Fanny
ResponderEliminarademás la foto es muy sugerente de por sí sola
acá es tiempo de cosechas de todos los frutos en especial de la uva
el otoño está a un mes de arribar
buen finde
saludos
Muy acertado calificativo: "sensorial"; eso es.Todos los sentidos se me despertaron pensando en la belleza de las moras, el compartirlas, el roce del juego... todo se me hizo dulce y sensitivo.
Eliminar¡Qué bonitas están las viñas en otoño! Las uvas son también sugerentes.
Buen fin de semana para ti también. Que te sea muy inspirador.
Saludos.
Genial, me he quedado enzarzada en tus lindas letras, y morada como es este fruto, de envidia sana por tan bonito relato.
ResponderEliminarRealmente me ha encantado.
Mis felicitaciones siempre.
Un abrazo.
Elda, tu comentario me llega alegre, juguetón, enzarzado y de color violeta. Gracias por ser tan expresiva y por tu felicitación.
EliminarQue tengas un buen fin de semana.
Un abrazo.
Sensual, apasionado y directo, amiga...El pañuelo y la zarza han dado mucho de si...Tu les sacaste su jugo y su profundidad, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso,Fanny.
M.Jesús
Gracias, María Jesús. Ya ves cuánto pueden inspirar un pañuelo y una zarza leído en un poema de un amigo.
EliminarBuen fin de semana.
Un abrazo
A la tienda voy corriendo
ResponderEliminar¿A por las moras o a por el pañuelo? Supongo que a por las moras, pero las buenas son las que uno mismo recoge en las zarzas.
EliminarSalud, Noel.
De pronto me han entrado ganas de probar esas moras...uuummmmmhhhh
ResponderEliminarMe ha encantado este pequeño cuento, sensual y encantador.
Abrazos.
Supongo que habrás comido moras más de una vez. Yo, muchas veces, pero de manera más púdica.
EliminarMe gusta que te haya encantado esta fantasía silvestre.
Gracias, Jerónimo.
Un abrazo
Hermoso y romántico a más no poder, y es que las frutas silvestres son de lo más dulce y delicioso, así que combinadas con el amor el resultado es increíble, como tu escrito.
ResponderEliminarBesos!
En esta prosa tanto el amor como el fruto son silvestres, por eso te resulta romántico. Me alegro de que lo veas así.
EliminarGracias, FG.
Un abrazo.
Un precioso relato con el aliciente de que un juego tierno e inocente, adquiere gran sensualidad en el compartir el sabor de las moras, fruto que, por su jugoso néctar, amplía aún más lo sensual del juego.
ResponderEliminarEs un relato muy seductor envuelto en la sencillez de una descripción provocadora.
Mi felicitación.
Me encanta tu comentario, Celeste. Te detienes en dos cosas que son la esencia del poema: sencillez en el lenguaje y sensualidad y provocación en la descripción de lo que pudiera ser un juego inocente.
EliminarUn cordial saludo.
¿No tienes tú un blog?. Me gustaría saber si publicas algo.
¿No había llegado yo hasta aquí?...
ResponderEliminarBonito relato Fanny.
Un abrazo.
No habías llegado a pesar de tu zancudo pelicano. Me alegro de lo hayas leído y que te haya gustado. Esta prosa está inspirada en los versos del poema de un amigo: "Yo el pañuelo, tú la zarza" y, como me encantan las moras, me resultó fácil fabular un juego.
EliminarOtro abrazo para ti y gracias por seguir leyendo.
jajajaajajajajajajajaja... Zanqudo pelícano... Luego te preguntas si tienes que perdonar...
ResponderEliminarSi los versos guardan similitud con tu prosa serán bellos.
Iba escribirte por mail pero veo que no lo tengo... ¿algún problema en compartirlo amia mía?
Un abrazo.
Me refiero a tu icono, ¿eh? Me gustan los animales irracionales.
EliminarLos versos a los que me refiero son bonitos, lo malo es que escribe poco y últimamente, nada.
Gracias por volver, como las golondrinas.
"...a colgar sus nidos del balcón..." jjajajajajajajajajajaja... No puede negarse que provocas muy buen ambiente en tus comunicaciones...
EliminarUn abrazo Fanny.
En cuanto llegue la primavera, miraré el balcón.
EliminarGracias por tu buen humor.
Un abrazo.
Hola Fanny, preciosoooooooooooo. Me ha encantado la prosa poética que has escrito.Además de ser muy sensual y acariciadora al leerla. Creo que la primavera se está adelantando en tu zona y en tu cuerpo :-) La foto preciosa, si es que las zarzamoras están diciendo:comedme, comedme que estoy muy ricas, incluso las que aun están verdes sin madurar.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo
Gracias por tu expresivo comentario, Isa. Ya se presiente la primavera, sobre todo cuando me pongo a escribir y se me dispara la fantasía. Las moras me encantan y el juego también, así que me emplee a fondo.
EliminarUn abrazo.
Ya que estaba paseando por tu fantástico blog, he vuelto a leer este hermosísimo relato y no he podido resistir el dejarte este nuevo comentario.Tus versos y relatos son para leer y releer.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Celeste. Volver a leer este relato me dice que verdaderamente te gustó y te agradezco el detalle de dejarme una segunda opinión.
EliminarUn afectuoso saludo.