Sigo
tejiendo torpemente,
fabulando
texturas y colores
con
mis frágiles fibras,
y
hay en mí esta mañana
un
fluir agridulce por mis venas
que
me enreda los hilos
cuando intento bordar
tu
nombre en mi almohada,
y
me cuesta hilvanar
los
silencios, día a día,
con
las manos repletas de abandono
y
las puertas cerradas.
Bordar con recuerdos, es posible,
ResponderEliminarpero no hay aguja que se pueda enhebrar
con silencios...
Buen comentario, Jenofonte.Siempre poetizando.
EliminarSi el recuerdo sirve para bordar,
¿Sirve el silencio para olvidar?....
Abre las puertas, verás como lo consigues todo.
ResponderEliminarHola, Tracy.Gracias por pasarte por aquí.
Eliminar¡¡Abrir las puertas!!...Si no tengo las llaves...
Saludos.
desde mi cama te doy las buenas noches y te dejo un abrazo.
ResponderEliminarMarina
Buenas noches, Marina. Que tengas felices sueños.
EliminarGracias por tu visita y por tu abrazo.
También para ti, mi abrazo.
Fanny
Pues claro: encantado de tenerte conmigo, Fanny. Una poeta como tú honra y enaltece mi blog. ¡Gracias!
ResponderEliminarUn beso.
¡Oye, pero qué afectuosa acogida ! Gracias, Antonio. Hasta en esta manera de acoger mis modestos versos, demuestras que eres un gran poeta y excelente persona.
EliminarAhora me llegarán los poemas que vayas publicando y acudiré rauda a leerte y dejarte mi sentir. ¡Es que me gustan mucho tus poemas!
Un fuerte abrazo desde Barcelona.
Estirando metáforas consigues hilos con los que coser lo importante pero te distrae la anécdota. Debe ser cosa de tu felina naturaleza.
ResponderEliminarBesos
¿Das clases de costura? Asistiría con sumo placer y prometo no distraerme con anécdotas, ni que mi naturaleza felina enrede los hilos.
EliminarBueno, Julito, gracias por tu visita .Me gustan tus comentarios porque casi siempre encuentro algo oculto entre líneas y ya sabes la curiosidad de los gatos.Esta vez es la "anécdota".
Pues te diré que en medio de la rutina diaria, la anécdota, es lo que da color al día, la que lo hace diferente y digno de recordarse.
Y aquí te dejo unos versos de Sánchez Rosillo, de su libro "La Vida".
"Poca cosa, dirán, sin duda, algunos. Pero aquella luz rezagada, aquel remanso efímero de sol a punto ya de marchitarse, me liberó de pronto de aquella angustia que llevaba conmigo.
No es preciso que lo que viene a salvarnos sea un gran suceso".
Un abrazo anecdótico.
Es bonito bordar un nombre en la almohada del alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre que pueda enhebrar la aguja.
EliminarGracias por tu visita y esas palabras amables.
Un abrazo.
wow! qué entramado te ha quedado, tú sí que bordas con bellos hilos, aunque hayan puntadas de tristeza.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Gaby*,gracias por tu visita y comentario tan acertado en cuanto a que hay puntadas tristes, pero soy una hilandera infatigable y trato de devanar la madeja del amor, evitando los nudos, aunque, a veces, se me enreden.
EliminarUn abrazo.
Tejiendo cual Penélope paciente esos hilos que te acerquen a su incierto recuerdo.
ResponderEliminarY es que el tiempo y la distancia siempre se empeñan en entorpecer nuestra labor.
Sentido poema.
Un abrazo Fanny
Gracias, Jerónimo. Con tu visita y tus palabras deshaces algunos nudos de los hilos.
EliminarEres un poeta al que siento amigo.
Un abrazo.
Encuentro mucho encanto en este poema, Fanny, y un motivo muy oportuno para acercarme a tu sensibilidad, esa sensibilidad que ya te he indicado que me ha encandilado En una primera lectura me han gustado especialmente estos versos; cuando intento bordar / tu nombre en mi almohada, y más aún los dos últimos, esas manos repletas de abandono, da mucho que pensar.
ResponderEliminarUn abrazo, Fanny, a seguir insistiendo en que broten los sentimientos.
Sí, sí; escribo para expresar sentimientos, para que mis manos no sientan abandono y me alegro de que te llegue mi sentir en estos versos sencillos, torpemente hilvanados muchas veces.
EliminarGracias por leer y comentar el poema.
Un abrazo.
Me encantan no solo tus haikus, por auténticos, sino también los poemas que te he leído. Este es de una suave belleza melancólica;"esas manos repletas de abandono" es una excelente metáfora de la falta del cuerpo amado en el que dejar caricias.
ResponderEliminarTambién es una buena metáfora "los hilos que se enredan" cuando se intenta hacer realidad ese nombre objeto del deseo.
Mi enhorabuena.
Un saludo.
Celeste, me gusta tu manera de comentar porque te detienes en mencionar aspectos literarios. Muchas gracias por tu visita. Espero verte con frecuencia por aquí y no dudes en opinar con toda libertad.
EliminarSaludos.