He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
Pues si te gusta la foto, más te gustaría ver ese paisaje al natural.Estuve un verano y quedé impresionada por estos acantilados llenos de agujeros en los que asomaban los pollos aleteando; seguramente para probar la fuerza de sus alas, pero sin atreverse a lanzarse al espacio como otros cientos de buitres que planeaban en un vuelo majestuoso. El Pirineo navarro merece ser visitado. Gracias por tu visita, María, y por apreciar el haiku. Un abrazo.
Muchas gracia, Maria del Carmen. Este haiku lo escribí impresionada por la fuerza de la Naturaleza en esos abruptos paisajes. Un abrazo. Buenas noches.
Hola, José Luis.Gracias por tu visita y comentario. Cuando la Naturaleza me sorprende y emociona, escribo un haiku, aunque a veces, no encuentro las palabras adecuadas y tengo que guardar las imágenes en la memoria y escribir más tarde.
Estas aves tan poco agraciadas y por lo tanto nada queridas, pero que pueden volar con el viento de manera más grácil que muchas otras de mayor colorido, bien merecen tu delicado haiku.
André, me alegra verte -bueno, es como si te viera-.Gracias por apreciar el haiku y la foto, que no me fue fácil encontrar en la Red, pues las buitreras están en rocas tan altas que en las fotos apenas se veían los pollos. Un abrazo.
Aletean presintiendo la libertad que les dará el volar. Entrañables animales los buitres, a presar de la leyenda y del aspecto, no muy afortunado, es cierto.
Hola, Jerónimo. No podemos evitar la simbología que, desde siempre, se ha dado a los animales, pero los buitres nos muestran en el vuelo su aspecto majestuoso.El carroñero cumple una importante tarea en la Naturaleza,pero llevado al terreno humano, es repugnante. Claro que, cuando están en su elemento, la belleza del paisaje y de su vuelo, cautiva.
Gracias por tu visita y me alegro de que te guste el haiku. Un abrazo.
Qué bella imagen . no la había visto. Y qué lindo haiku.
ResponderEliminarUn besito
Pues si te gusta la foto, más te gustaría ver ese paisaje al natural.Estuve un verano y quedé impresionada por estos acantilados llenos de agujeros en los que asomaban los pollos aleteando; seguramente para probar la fuerza de sus alas, pero sin atreverse a lanzarse al espacio como otros cientos de buitres que planeaban en un vuelo majestuoso.
EliminarEl Pirineo navarro merece ser visitado.
Gracias por tu visita, María, y por apreciar el haiku.
Un abrazo.
HERMOSO fANY ! mE IMPRESIONA.
ResponderEliminarbESOS DEL ALMA.
bUEN DESCANSO !! :)
Muchas gracia, Maria del Carmen. Este haiku lo escribí impresionada por la fuerza de la Naturaleza en esos abruptos paisajes.
EliminarUn abrazo. Buenas noches.
Acierto pleno, un haiku con la tensión precisa entre naturaleza y percepción. Enhorabuena, me ha encantado tu texto. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarHola, José Luis.Gracias por tu visita y comentario.
EliminarCuando la Naturaleza me sorprende y emociona, escribo un haiku, aunque a veces, no encuentro las palabras adecuadas y tengo que guardar las imágenes en la memoria y escribir más tarde.
Un abrazo.
Me ha recordado al previo de una sesión de trading en la Bolsa.
ResponderEliminarSaludos
¡Qué culpa tendrán los buitres!
EliminarEllos y yo te saludamos. Bona nit.
Gato y buitre a la vez, mala cosa es.
EliminarGood morning.
Se pueden hacer pactos con los incompatibles.
EliminarGracias por tu visita.Que pases un buen día.
Sí, son frecuentes. Recuerdo las del Duraton.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que por tu tierra también hay buitres. No conozco las de Duraton; buscaré información.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Un abrazo.
Estas aves tan poco agraciadas y por lo tanto nada queridas, pero que pueden volar con el viento de manera más grácil que muchas otras de mayor colorido, bien merecen tu delicado haiku.
ResponderEliminarLe verdad es que vistos en tierra impresionan, pero en vuelo se admiran.Y los pollos, como todas las crías, enternecen.
EliminarGracias por tu visita.
Preciosa foto y un vivaz y espléndido Huikus,¡Genial!
ResponderEliminarBesos
André
André, me alegra verte -bueno, es como si te viera-.Gracias por apreciar el haiku y la foto, que no me fue fácil encontrar en la Red, pues las buitreras están en rocas tan altas que en las fotos apenas se veían los pollos.
EliminarUn abrazo.
Aletean presintiendo la libertad que les dará el volar.
ResponderEliminarEntrañables animales los buitres, a presar de la leyenda y del aspecto, no muy afortunado, es cierto.
Me gustó el haiku.
Hola, Jerónimo.
EliminarNo podemos evitar la simbología que, desde siempre, se ha dado a los animales, pero los buitres nos muestran en el vuelo su aspecto majestuoso.El carroñero cumple una importante tarea en la Naturaleza,pero llevado al terreno humano, es repugnante.
Claro que, cuando están en su elemento, la belleza del paisaje y de su vuelo, cautiva.
Gracias por tu visita y me alegro de que te guste el haiku.
Un abrazo.
Aves que vuelan y no están quietas, libertad hacia un mundo sin cadenas.
ResponderEliminarPreciosa imagen y haiku.
Un beso.
Bonita interpretación, María. Gracias por tu visita.
EliminarUn abrazo