martes, 24 de septiembre de 2013

Si yo me rindo

Si yo me rindo

Hay días que vuelvo allí donde nos conocimos
para encontrar de nuevo aquel itinerario
de risas y de juegos que juntos transitamos
y rescatarlo de la avaricia del olvido.

Arranco con mis manos la maleza acumulada
que me disputa el camino y me lo ciega.
Sueños enmohecidos por la humedad aún perviven
y al sol los tiendo para que los acaricie y recupere.

¡Qué fatiga arrancar la maleza cada día!
Tengo las manos agrietadas y el corazón cansado.
Pero si yo me olvido... Si yo me rindo...
si dejo que las zarzas invadan el camino...
sé que un día serás intransitable.

Y los otros caminos se recorren a solas.


2 comentarios:

  1. Los caminos del amor hay que cuidarlos cada día; las malas hierbas crecen a menudo. Y, como dices, si uno se rinde, un día es intransitable.
    Me ha gustado mucho tu manera de expresarlo.

    Saludos

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    Respuestas
    1. Gracias, Antón.
      Es verdad que las malas hierbas se cuelan entre las rendijas del amor; bueno yo diría que más bien es entre las de la convivencia cotidiana y se van extendiendo hacia el amor.

      Me ha gustado tu comentario.
      Saludos

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