Ya no temo el pecado.
Confieso que pecar me tienta
-no me arrepiento-
contra la propiedad privada
de tu cuerpo.
Pecar contigo,
condenarme al fuego eterno
de tu anhelado infierno
fuera delirio.
Quemar mi alma en tu cuerpo,
abrasarte en mis llamas
como el deseo abrasa cuanto ama…
Hacer de este pecado
corriente subterránea,
río de lava dentro del pecho,
que no se apaga.
Ser por ti pecadora
fuera mi gloria.
Compartiendo palabras.
nº 51: PECADO
Iniciativa Sindel
A ti te tienta ; a mi era lo que más me gustraba en esta vida era ¡Pecar con ella!
ResponderEliminar¡Paz y Bien!
Besos
André
Caer en la tentación es lo mejor que te pudo pasar.Y leyendo tus poemas, siento que aún estás en pecado...con ella. Es ese "río de lava que no se apaga" que dice mi poema.
EliminarGracias, André.Tu paso por aquí es un regalo.
Un abrazo.
Un infierno y cielo
ResponderEliminarPara poder elegir según la estación del año.
EliminarGracias, Noel.
Eso es llevar el fuego del infierno dentro.
ResponderEliminarEs que sin fuego el pecado sería venial, y puestos a pecar que sea a lo grande.
EliminarMe hiciste sonreír. Gracias, Tracy. Espero que nos digas cuál es tu pecado.
miau miau..gata negra
ResponderEliminarmiau miau
-
eres una gata negra?
miau, miau... soy una gata negra, pero es que me he teñido el pelo.
Eliminar¡¡Bienvenido a mi blog, Superviviente!! Gracias por tu simpáticas palabras.
¡ Marrameu !
"...Quemar mi alma en tu cuerpo..."
ResponderEliminarUn abrazo.
Elegiste un verso que me gusta por su significado.Según la iglesia, los enemigos del alma son tres y uno de ellos es "la carne".
EliminarGracias, Rafa.
Un abrazo.
Uf yo también pecaría de esa manera, sin dudas el fuego del pecado luce tentador.
ResponderEliminarUn beso y gracias por tan bello poema.
Todo lo prohibido es tentador, así que hicieron una mala inversión prohibiendo.
EliminarGracias, Sindel.
Un abrazo.
Pecado sería no pecar, pecado sofocar ese fuego que a la gloria conduce.
ResponderEliminarBss
El fuego se va apagando con el tiempo; no hay que adelantarse con dogmas contranatura.
EliminarMientras el corazón palpita hay que disfrutar de los placeres de la vida.
Gracias, Barro de Luz.
Un abrazo.
A mí me hubiese gustado amar con esa sensación de pecado. Saltarse una prohibición debe ser parte de la diversión pero como nunca consideré el sexo así, pues eso que se me escapa, que me tengo que resignar a imaginar cuando leo un poema. Aunque ya imagino que para tí tampoco es pecado y es una manera de expresarlo. Pecado es perderse tus poemas si realmente amas este género literario.
ResponderEliminarNo creas que la sensación de pecado es divertida; enturbia una relación y cuesta deshacerse de la sensación de culpa. Pero, como dices, en el poema es una manera de burlar ese concepto de pecado, condena,infierno...que formó parte de la educación de varias generaciones.
EliminarGracias por leer con agrado mis versos.
Un abrazo.
Pasión e intensidad en tus letras, Fanny...Tu poema conlleva además una crítica interna a ese "infierno"y a ese "pecado" del que nos hablaba la religión...Ese infierno, que ya pasamos aquí en la tierra en lucha con nosotros mismos y con las circunstancias de la vida...El pecado es un espejismo, que debemos dejar de lado y mirar nuestra propia conciencia, que es el mejor libro de moral...Mi felicitación por tu poema, que es un grito de libertad ante las reglas impuestas y una invitación a vivir apasionadamente cada momento, que nos brinde la vida...si así lo deseamos y lo sentimos. Mi abrazo grande, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Muy interesante comentario; expresas con acierto el sentido del poema y refuerzas la idea de que es la conciencia la que debe guiarnos en cuestiones morales y éticas.Agradezco muy especialmente la profundidad que muestras en tus comentarios, que lleva implícta una detenida lectura del poema.
EliminarUn abrazo.
Es que ese "bendito" pecado, lo perdona Dios, y todos los dioses del Olympo...
ResponderEliminarPues no hay después de tal confesión, y arrependtimiento, rendición más bella.
Besos, Fanny.
Estoy comprobando que está la blogosfera habitada por muchos pecadores. ¡Oh, dioses del Olympo, coronad de flores nuestra osadía!
Eliminar"No hay rendición más bella"; tú lo has dicho. Gracias por tu comentario. Me encantó la invocación a los dioses del Olympo.
Un abrazo.
Esos son los pecados que más me tientan... y que cometerlos, no me dejarían ni medio de culpa.
ResponderEliminarBellamente apasionado, con expresiones que arden e invitan a arder!
Besos!
Gaby*
¡Qué estupendo es que las mujeres podamos expresar nuestro deseo sin que se nos condene al ostracismo o directamente a la hoguera . ¡Ojalá llegue el día en que ninguna mujer pague con su vida los actos de amor!
EliminarGracias, Gaby.
Un abrazo.
Yo despues de educarme entre monjas y vivir entre mi familia muy religiosa... no quise ser monja... ya desde niña. Pero me case sin saborear el verdadero amor ...este de estos poemas bellisimos donde las palabras escritas en cada renglon es amor que saboreamos leyendo los versos...perdona Fanny yo canto al amor EN MIS VERSOS y aqui lo dejo como aqui tu poesia.
ResponderEliminarbesos
Gracias por este sincero e interesante comentario, Marina.Eres testigo de la nula educación sentimental y sexual que varias generaciones recibimos. Agradezco tu testimonio.
EliminarTus versos son, tal vez, la sublimación de ese intenso amor encarcelado por las rígidas normas socio-religiosas de la época.
Un abrazo.
El morbo de lo prohibido. Me ha encantado, Fanny :)
ResponderEliminarUn beso :)
Las prohibiciones siempre incitan a conocer el misterio de lo prohibido.
EliminarGracias, Gumer.
Un abrazo.
"Ser por ti pecadora/fuera mi gloria"
ResponderEliminarNo existe razón más poderosa para pecar,suponiendo que exista el pecado que lo dudo.
Ese forma verbal de subjuntivo (fuera) le da al poema una elegancia que desconocía.Tomo nota...jejejeje
Abrazos Fanny
Hola, Joaquín, ¡cuánto pecador encuentro por aquí! Menos mal que son otros tiempos.
Eliminar¿te gustó el subjuntivo?, pues no me lo pensé mucho sino que como todo lo expresado era hipotético, salió solo.
Gracias; como siempre, tu visita me alegra.
¿Preparado para estas abrumadoras fiestas?
Un abrazo.
Pecar con la persona amada es lo mejor.
ResponderEliminarBesos
Ahora que se puede sin causar escándalo, ¡ pequemos!
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Ves, la sensualidad que expresas no puede ser pecado, sino una maravilla que un dios justo premiaría. Tal vez lo haga dándonos unos cuerpos que pueden disfrutar como expresas. Besos.
ResponderEliminar¡Y pensar que no hace tanto se consideraba pecado ¡ y de los peores ! De los que el confesor nunca olvidaba de preguntar. ¡Qué oscuridad, parece mentira! Por eso tengo esperanza de que otro mundo es posible.
EliminarGracias, Juan Carlos, por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Hola Fanny, que bonito "pecar" con la persona de la que se está enamorada. Que calorcito ha de dar quemarse en su propio cuerpo :-) Que sigas "pecando" tantas veces como desees, que este pecado es muy rico y no se va al infierno :-) Porque uno cuando ama y es amado, ya está en el paraíso.
ResponderEliminarSaludos y abrazos
Hola, Isa. Ves que salieron los dos comentarios; debiste escribirlo cuando yo no estaba en línea y tuvo que esperar mi regreso.
EliminarGracias por tu desenfadado comentario incitándome al pecado.En otros tiempos hubieras sido cómplice y condenada, pero hoy podemos reírnos con ganas.
Un abrazo.
Joooooooooooo, se pierden los comentarios.
ResponderEliminarDeseo que sigas pecando de esta manera, pues no hay cosa mejor que saciar el hambre cuando se tiene.
Rico pecado que te llevará con ello al paraíso del disfrute.
Sigue pecando y quemándote en los brazos te aman.
Saludos y abrazos
Agradezco que insistieras en dejarme tu comentario; a veces uno desiste por cansancio.
EliminarOtro abrazo.
Casi ni uno mismo puede juzgarse.... Fanny. Bien por tus versos!!
ResponderEliminarNo es preciso, pero si debemos ser juzgados, que sea cada uno su propio juez, según su conciencia.
EliminarGracias, Lao.
Un afectuoso saludo.
Eso de pecar es dar la sal y la pimienta a un deseo...
ResponderEliminarPor eso es tan bello este poema. Un beso, Fanny y felices fiestas
Ya sabes que la palabra "Pecado" fue propuesta por Sindel, pero me pareció sugerente y escribí este poema pensando en los tiempos de absoluta represión. Así que pequé y pequé transformando el fuego del temido infierno en una desbordante pasión que lleva a la gloria.
EliminarGracias por tu visita y por la "sal y pimienta" que echas sobre mis versos.
Un abrazo.
Maravilloso pecado, Fanny, no dudes que te será perdonado en el reino de las letras. Vuelve a pecar así. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡Y sin penitencia!. Además me incitas al pecado.Verdaderamente los prejuicios religiosos pertenecen a otros tiempos..
EliminarAlfredo, agradezco que te pases por aquí y que me absuelvas de mis pecados.
Un abrazo.
¡Bendita tentación!
ResponderEliminarMe encantó tu pecado.
Besos
Leí el tuyo y también me gusto. Y es que pecar es dulce.
EliminarGracias.
Un abrazo.
Cálidos versos estos que conducen más que al pecado a la gloria que incita la pasión.
ResponderEliminarPreciosos y sugerentes.
Un abrazo
Exactamente, ese infierno religioso lo convierto en fuego de pasión para alcanzar mi gloria. Es la contraversión de lo que me decían en mi infancia.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
¡Bienvenido a mi blog!
Un abrazo.
Fanny: me encanta ese poema, con un sabor tan clásico y tan actual al mismo tiempo. Muy bien!
ResponderEliminarY todo lo mejor para ti en este 2015 que ya está ahí mismo.
Besos.
¡Qué alegría encontrarte, Antonio! Gracias por tu generoso comentario y tus buenos deseos para el año nuevo.
EliminarTambién yo quiero que la vida te sonría, te inspire, te colme de ternuras y que sigas regalándonos tan bellos poemas.
Un fuerte abrazo.
Yo peco. Yo he pecado. Yo pecaré. Yo defenderé el pecado que arrecia sobre la vida y sus miserias. Pecar es vivir, no pecar, también, pero sin acento (¿O algo así?)
ResponderEliminarUn abrazo, culpable.
Afortunadamente hoy podemos pecar sin remordimientos ni penitencias, y, encima, defenderlo. ¡Qué tiempos aquellos de mi adolescencia! Viendo la evolución de nuestro país en esa y otras cuestiones, me brota la esperanza de que son posibles todos los cambios.
EliminarPecar con alegría. Con la misma que hoy te abrazo.