Foto tomada de Internet |
No es la hondura del agua
ni la niebla avanzando resuelta,
lo que nos separa.
No son las zarzas en medio del camino
ni las orillas desoladas
por el tupido musgo de los años.
Es la
puerta cerrada.
Si existiera una llave
que me abriera aquel sendero
perdido entre las jaras blancas…
Si encontrara la llave
que abriera un leve hueco del que fluyera
la música que guardas en tu pecho…
Si en el monte de sueños,
adentrándome en lo oscuro del silencio
mis manos encontraran la llave que lo abre:
Abriría tus ojos a mis ojos,
tus labios indomables, a los besos.
Abriría las compuertas de tu río,
abriría la puerta de tu alma
para sentirte al lado de mi cuerpo
sin puertas
cerradas.
Compartiendo palabras.
nº 50: LLAVE
Iniciativa Sindel
Apasionado poema con matices de nostalgia A buen seguro que tienes la llave tal vez no sea esa la puerta . Aún así gracias por regalar belleza.
ResponderEliminarBesos
André
Gracias, André. Bueno, ¿tengo la llave?...Ya sabes que son lo primero que se olvidan o se pierden. Y hay puertas blindadas que se resisten.
EliminarTú sí que regalas belleza en tus fotos, poemas y comentarios.
Un abrazo.
Hola Fanny, preciosos tus versos.
ResponderEliminarPues que no haya llaves que cierren corazones y sí que abran esperanzas.
Que ninguna cerradura nos despoje del amor y que las llaves abran esas puertas a la soledad.
Muy bonito el poema.
Saludos y abrazos
Bonito comentario, Isa. Agradezco tu visita. Los comentarios son una llave que abre la puerta de la amistad.
EliminarUn abrazo.
Pasé por el blog de Sindel y no encontré tu llave. Volveré más tarde.
Mira la ferretería sin nostalgia
ResponderEliminar...demasiado hierro.
EliminarHermoso poema, la búsqueda de una llave para abrir ese amor apasionado que se guarda en el silencio del alma y sea correspondido.
ResponderEliminarUn beso!
Gracias, Sindel. Tu visita y comentario abren la puerta de una amistosa comunicación.
EliminarUn abrazo.
A ver si hay suerte, querida Fanny, y aparece pronto esa llave que abre lo diáfano, que deja en el umbral un poco de luz. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro de encontrarte, José Luis. Gracias por tu comentario. La verdad es que hay en el mundo muchas puertas cerradas; gente que se encierra en sí mismo o en sus rutinas cotidianas, o en su entorno confortable y se hace de difícil acceso. Hay llaves mágicas, pero hay que encontrarlas.
EliminarUn abrazo.
Por eso pienso yo que las puertas hay que dejarlas abiertas.
ResponderEliminarEso creo yo, pero hay días de viento y en un descuido, ¡ plaf !, se cierran de golpe. Otras veces, hay quien las cierra deliberadamente.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Si encontraras la llave se abriría esa "puerta cerrada"
ResponderEliminarUn abrazo.
Se dice pronto, ¿eh?. Gracias a la poesía abrimos y cerramos puertas a nuestro antonjo; ella es la llave de los sueños.
EliminarGracias, Rafa.
Un abrazo.
Poesía de deliciosa lectura, Fanny, de esa con la que uno se deja llevar a paraísos perdidos casi sin darse cuenta.
ResponderEliminarUn placer leerte. Un fuerte abrazo!!!
Hola, Emilio. Me alegro de transportarte a "paraísos perdidos". Hay poemas que abren la puerta del recuerdo y si este es uno de ellos, me doy por satisfecha.
EliminarGracias por tu comentario y por tus afectuosas palabras.
Un abrazo.
Si tuviéramos un juego de repuesto a mano, podríamos ir abriendo todas las puertas que se nos cierran a lo largo de nuestra vida. Pero seguro que también lo extraviaríamos o el destino nos cambiaría la cerradura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, ¡muy bueno que señales "los cambios de cerradura"! Uno puede guardar la llave, pero si ya no es la misma cerradura...En ese caso,¿ de qué sirve hurgar en la cerradura?...Este es el peor de los casos.
EliminarTengo un poema -de los primeros del blog- en el que señalo ese supuesto.
Gracias por tu aporte, Josep Mª.
Un abrazo.
Esa llave que cierra el sendero de "jaras blancas y el monte de sueños" no está perdida...Creo, que esa llave la tiene el destino, que mueve sus misteriosos hilos...A veces nos aleja, nos prueba, nos separa de los seres queridos, quizá porque en la distancia el sentimiento se vislumbra con claridad y nos hace madurar y tomar conciencia del valor de las cosas y de las personas...Mi felicitación por tu profundo y entrañable poema, que nos hace reflexionar en esas llaves, que buscamos y no encontramos...Mi abrazo y mi cariño, Fanny.
ResponderEliminarM.Jesús
Tus comentarios superan el poema, Mª Jesús; lo amplías, lo matizas, lo pintas de colores alegres y es un placer escucharte a través de tus letras bondadosas.
EliminarAunque el poema busca la llave para abrir esa puerta cerrada, en realidad el problema es la cerradura y el que está al otro lado de la puerta. Hay gente que se encierra en su agenda y de ahí no sale.
Gracias por tu comentario y por tu amistad.
Un abrazo.
Con esa llave abrirías todas las puertas. Abrazos, Fanny
ResponderEliminarNecesitaría una llave maestra; una sencilla no sirve, pero gracias por tu visita y por el elogio.
EliminarUn abrazo.
No he podido evitar pensar que siempre habrá una puerta cerrada. Siempre mantenemos alguna. Nadie tiene su casa abierta de par en par. Y la tendencia de los tiempos es incluso a cerrar las ventanas. La tendencia es más el aislamiento que lo contrario. Pero el deseo que expresas en el poema es el que tenemos todos alguna vez con alguien.
ResponderEliminarHe aquí un comentario realista e interesante. Podríamos conversar largo sobre la tendencia "al aislamiento", a "cerrar no solo puertas sino ventanas", a la falta de implicación en las relaciones interpersonales...
EliminarLo que no es razonable es cerrar la puerta a la amistad, al amor, a los afectos, como si a uno le sobrara todo el mundo que no entra dentro de las confortables rutinas domésticas de la vida convencional.
"Siempre habrá una puerta cerrada", dices. Bueno,si te refieres a ese espacio íntimo que todos necesitamos para nuestra individualidad, donde uno se encuentra consigo mismo... estoy de acuerdo.Incluso en una estrecha e íntima relación con la persona amada, suele haber ese rincón cerrado.
Me ha encantado que tu comentario me haya incitado a esta conversación.
Gracias. Un abrazo.
Quizás sea el miedo a abrir esa puerta, la cobardía de qué habrá después.
ResponderEliminarPrecioso.
Un besito.
¡¡Bienvenido/a a mi blog, Pececillo!! Gracias por quedarte a hacerme compañía. Estoy deseosa de conocer lo que escribes, así que me pasaré luego.
EliminarTu comentario es interesante; existe la posibilidad del miedo al después. El miedo es una llave que cierra puertas, tienes razón. Me ha gustado mucho este apunte. Muchas gracias.
Un abrazo.
Precioso poema. La llave es un instrumento que se usa para abrir y cerrar las cerraduras. Dichoso aquel tenga la llave de la puerta del amor En el amor una llave viene a ser un instrumento que se usa no sólo para abrir y cerrar el corazón y protegerlo de accesos y situaciones no deseados, sino también para ser correspondido por el ser amado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito comentario, José. Tienes razón en que la llave sirve también para cerrar el corazón para protegerlo de amores "tóxicos"; esa sería la llave de la razón, la que tanto cuesta utilizar en cuestiones sentimentales.
EliminarGracias por tu visita y por tu comentario.
Un abrazo.
Maravilloso recorrido por las posibilidades y con tan bellas palabras que emociona leerlo aunque para mí el amor sea solo un recuerdo que guardo en el olvido.
ResponderEliminarUn abrazo. Franziska
¡Muy bueno eso de "guardar en el olvido" ! Una frase de gran significado.A veces, el olvido es una carpeta donde archivar el pasado y cerrarla con llave.
EliminarGracias por tu comentario, Franziska. Me alegra contar contigo.
Un abrazo.
Hola Fanny... Que sobriedad, que delicadeza, yo creo que la llave que abre la puerta la lleva uno dentro de si mismo... no crees...
ResponderEliminarEs una llave maestra que se llama querer...
Un abrazo..
Tendré que registrarme a ver si encuentro esa llave que dices "se lleva dentro de uno mismo". Bueno, puede ser, pero como decía alguien en un comentario, hay que tener en cuenta la cerradura, pues si nos la cambian, de poco vale la llave, a menos que sea maestra.
EliminarEres optimista, Llorenç; eso te abrirá puertas, pues el optimismo es una excelente llave para abrir puertas, pero las del corazón... no sé, no sé.
Gracias por tu visita y por el sentido positivo de tus comentarios.
Un abrazo.
Hola Fanny! precioso poema. Es la llave que todos quisiéramos tener par abrir el corazón de quien tanto amamos.
ResponderEliminarMuchos besos :)
Me alegro de encontrarte, Gumer. Gracias por tu comentario. Seguro que a ti se te abren las puertas sin que necesites llave.
EliminarUn abrazo.
Maravilloso Fanny, un poema de deseos muy románticos, con unas imágenes preciosas y elegantes en tu bello versar. Poeticamente hermoso me ha parecido y me ha encantado.
ResponderEliminarUn placer y un abrazo.
Amiga Elda, me encanta encontrarte porque en tu comentario me llega tu sonrisa, tu sensibilidad poética y tu amistad. Todo un gran regalo que aprecio mucho.
EliminarUn abrazo.
A veces la puerta se abre sola y nos encontramos cara cara con la nostalgia y otras, nos gustaría abrirla sin necesidad de llaves. De todas formas intenta llamar con una sonrisa, a lo mejor alguien, casi a tu lado, está esperando como una llave mágica.
ResponderEliminarUn abrazo
Un comentario que alegra por su optimismo, como el canto de una alondra. Gracias por tu compañía.
EliminarUn abrazo.
Bendita poesía tuya, Besos.
ResponderEliminar¡Amén! Gracias por expresar tanto con una sola expresión.
EliminarUn abrazo.
Buenas noches Fanny...es casualidad pero hace unos años escribi un sobre que aun conservo con el nombre del destinatario ...y le decia ...no rasgues el sobre dentro esta la llave....y le acompañaba un poema...la llave quedo dentro del sobre y el destinatario jamas la recojio...
ResponderEliminarsi te parece muy largo no lo saques..
besos para ti
Una historia romántica la de tu llave, y que conserves el sobre la hace aún más melancólica. Ya ves como las llaves perdidas, las que se buscan o las que no se recogieron, provocan sentimientos que inspiran poemas.
EliminarGracias por tu visita y comentario. Y no te reprimas al comentar; la extensión no es problema alguno.
Un abrazo.
Bellisimo poema lleno de romanticismo. Bendita llave.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu visita y comentario, Musa. Más tarde me pasaré a ver cómo es tu llave y si abre o cierra.
EliminarUn abrazo.
A veces la llave aparece cuando el deseo no es vehemente.
ResponderEliminarLos destinos del amor son extremadamente caprichosos y es mejor dejar que ellos mismos muestren voluntariamente su llave cunado el tiempo sea el idóneo.
Bello poema Fanny como todo lo que haces.
Besos.
Me gusta tu comentario, paciente y esperanzadora forma de llegar al amor, pero, a veces, el amor llega encerrado en un bello cofre difícil de abrir, o se abre un momento para dejarse ver y vuelve a cerrarse; sí, es mágico el amor, y esconde la llave sin que uno se dé cuenta.
EliminarGracias por tu visita, amigo del bosque.
Un abrazo.
buenos dias desde clase...gracias por tus cariñosas palabras aqui y en mi blog poetico....y si... guardo esa llave y con la esperanza de que abra esa cerrada puerta que entre el sol a raudales...
ResponderEliminarbesos para ti Fanny
Gracias por volver a pasarte por aquí, Marina. Me alegro de que tengas la llave de la esperanza. ¡Suerte!
EliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Tal vez haya llaves que deberíamos guardar como oro en paño... y dejarlas ir a su libre albedrío, hasta que de regreso, ellas solas nos muestren qué sendero abrir.
ResponderEliminarbesos, fanny.
Y gracias, eres un solete.
Sí, pero ya sabes que las llaves son lo primero que se extravía.Uno juguetea con ellas en las manos y, sin darse cuenta no sabe dónde han ido a parar.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
A veces no encontramos la llave que nos conduzca a la esperanza, sin embargo que difícil se nos hace seguir buscándola.
ResponderEliminarBesos
Acabo de darme cuenta de que no te respondí. Disculpa mi despiste.
EliminarSabiendo que toda puerta, por su naturaleza, puede abrirse, deberíamos seguir buscándola.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Muy poéticos tus versos, Farina.
ResponderEliminarPara el amor y la amistad solo existe una llave única, exclusiva por su diseño funcional y su forma humana. =)
Un beso
¿Cada corazón tiene su llave? Será eso. Y, a veces, uno puede equivocarse de puerta.
EliminarGracias por tu visita, Yessy.
Que pases una buena tarde de domingo.
Un abrazo.
No debería espaciar tanto mis visitas... O sí, bien pensado, porque llevo café y medio disfrutando, así que espero encontrar siempre el camino de regreso...
ResponderEliminarGran abrazo.
Mario
Si tardas, te añoro.Y si esperando tomo dos cafés seguidos, tengo insomnio por la noche. ¿Y tú duermes tan felizmente? Yo tomo el primer café (solo) de la mañana en un bar que lo hacen muy bueno, mientras leo el diario.Este es el auténtico café-café. Después de comer, lo tomo descafeinado, consciente de que no es lo mismo, pero así duermo bien.
EliminarBuenas noches, Mario.
Un abrazo con sabor a café.
¡Hay tantas cerraduras complicadas y tantas llaves desperdigadas por el mundo!...
ResponderEliminarLo único bueno de las puertas cerradas es cuando se quedan dos por el mismo lado de ellas.
(Perdona que te visite en el tiempo pero tengo últimamente un problema de llaves perdidas y el título de tu poema me enganchó.)
Un beso, poeta. Y una sonrisa. :)
Valoro mucho que alguien se detenga en un poema antiguo. Muchas gracias.
EliminarEspero que pronto encuentres las llaves y que las tercas cerraduras cedan ante la insistente fuerza del amor.
Un abrazo.