He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
María muchas gracias por tu visita y comentario.Estos días tenemos lluvia y me encanta observar lo atractivo que les resultan a los niños los charcos y cómo chapotean risueños.
Y te aseguro que ella se lo está pasando divinamente. Oportuno hoy con un día lluvioso y lleno de tormentas, lo cierto es que viendo la imagen entran ganas de chapotear también.
Eso es lo que me llama la atención, el que disfruten chapoteando con pisotones fuertes al agua.De niños todos lo hemos hecho.Creo que es por disfrutar de las botas tan coloridas.
FG, si te apetece y acompaña la lluvia...estos días lo tienes muy fácil.
E$so es un gran privilegio que les encanta Miro entorno a mí y no veo a nadie ,!a mí también me encanta. y lo has dicho Conrima.. ¡Entrañable1 Besos André
Me alegro de verte, de leerte y de mirar tus bellas fotos, André. Gracias por venir y dejar tu sentir. Seguro que tus nietos también juegan en los charcos y tú disfrutas viéndolos. Y ¡quién sabe si tú también te apuntas al juego!
Un haiku, que nos invita a chapotear y vivir con intensidad los charcos de la vida...El niño o niña que llevamos dentro clama por salir y volver a ser con libertad e inocencia...Muy bella la foto y el poema, donde resuena el plof, plof...como un eco entrañable y conocido, amiga. Mi felicitación y mi abrazo grande por tu constante buen hacer. Feliz fin de semana, Fanny. M.Jesús
Hola, María. Gracias por tu visita. Este haiku me ha dado mucha satisfacción porque casi todos los lectores han regresado a la infancia y se han visto chapoteando, divertidos, inocentes y traviesos, lo mismo que tú. No sé qué atractivo tienen para los niños los charcos, muchas veces de agua sucia incluso. ¿Será el sonido?. ¿Será el disfrute de unas botas que protegen?...Es muy bonito observar estas escenas.
Preciosa imagen y bello haiku.
ResponderEliminarUn beso, Fanny.
¡Qué rapidez! Lo acabo de publicar.
EliminarMaría muchas gracias por tu visita y comentario.Estos días tenemos lluvia y me encanta observar lo atractivo que les resultan a los niños los charcos y cómo chapotean risueños.
Un abrazo.
Y te aseguro que ella se lo está pasando divinamente. Oportuno hoy con un día lluvioso y lleno de tormentas, lo cierto es que viendo la imagen entran ganas de chapotear también.
EliminarUn abrazo.
Eso es lo que me llama la atención, el que disfruten chapoteando con pisotones fuertes al agua.De niños todos lo hemos hecho.Creo que es por disfrutar de las botas tan coloridas.
EliminarFG, si te apetece y acompaña la lluvia...estos días lo tienes muy fácil.
Gracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Y los mayores se tiran de los pelos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que los mayores ya no sabemos jugar a juegos inocentes.
EliminarGracias, Rafa.
Buenas noches y un abrazo.
Hola Fanny...Aqui todo el dia llovio pero yo me moje toda ...no llevaba paraguas como la niña del pof pof
ResponderEliminarun abrazo
Marina
Sin querer jugaste con la lluvia o ella jugó contigo.
EliminarLa próxima vez no olvides el paraguas.
Gracias por tu visita, Marina. Espero que la lluvia te haya refrescado las ideas y hayas escrito otro poema.
Un abrazo.
E$so es un gran privilegio que les encanta Miro entorno a mí y no veo a nadie ,!a mí también me encanta. y lo has dicho Conrima..
ResponderEliminar¡Entrañable1
Besos
André
Me alegro de verte, de leerte y de mirar tus bellas fotos, André. Gracias por venir y dejar tu sentir.
EliminarSeguro que tus nietos también juegan en los charcos y tú disfrutas viéndolos. Y ¡quién sabe si tú también te apuntas al juego!
Un abrazo.
Ingenioso y encantador haiku, e imagen, me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Loa días lluviosos nos proporcionan instantes inocentes y bellos.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
¡Ponte las botas y no te prives del placer de chapotear!
Un abrazo
¡Oh, qué infinito placer,
ResponderEliminarchapotear en el charco,
navegar en él mi barco
(y niño volver a ser...)!
Jugar como niños es una buena práctica, Jenofonte. No sé por qué los adultos nos volvemos aburridos.
Eliminar¡Chapotea, chapotea!...
que jugando con el agua
el corazón se alegra.
gracias querida Fanny....si, me empapo la lluvia pero me dejo muy claras las ideas,sin duda alguna.
ResponderEliminarun abrazo
Marina
La lluvia siempre es beneficiosa.Si te aclaró las ideas... ¡"Que llueva, que llueva"!...
EliminarUn abrazo lluvioso para terminar de aclarártelas.
Qué buen rollo da esa foto ... Me encanta, también tu haiku. Besos.
ResponderEliminarEl haiku es ese instante que nos provoca una sonrisa,una punzada en el corazón o un asombro. En este caso, fue una sonrisa.
EliminarMe alegro de que te haya gustado. Busco gente con la que compartir el gusto y la sencillez del haiku.
Gracias por compatirlo.
Un abrazo.
Un haiku, que nos invita a chapotear y vivir con intensidad los charcos de la vida...El niño o niña que llevamos dentro clama por salir y volver a ser con libertad e inocencia...Muy bella la foto y el poema, donde resuena el plof, plof...como un eco entrañable y conocido, amiga. Mi felicitación y mi abrazo grande por tu constante buen hacer.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, Fanny.
M.Jesús
Mucha filosofía hay en tu comentario. Si en los charcos de la vida supiéramos chapotear en lugar de gimotear...cuánto ganaría nuestra vida personal.
EliminarLa lluvia es inspiradora y nos ofrece instantes para un haiku.
Gracias por tu visita y tu comentario, arcoíris después de la lluvia.
Un abrazo.
Divertida imagen y haiku, que me retrotrae a mi infancia.
ResponderEliminarUn abrazo
Recordar la infancia con una sonrisa y oir el plof,plof,plof en nuestro interior, es que aún tenemos una parcelita de inocencia en nuestro corazón.
EliminarGracias, Pere.
Un abrazo.
Me has recordado cuando era niña, con las cachuscas metida en los charcos, chapoteando jajajaj lo pasaba pipa.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, María. Gracias por tu visita.
ResponderEliminarEste haiku me ha dado mucha satisfacción porque casi todos los lectores han regresado a la infancia y se han visto chapoteando, divertidos, inocentes y traviesos, lo mismo que tú. No sé qué atractivo tienen para los niños los charcos, muchas veces de agua sucia incluso. ¿Será el sonido?. ¿Será el disfrute de unas botas que protegen?...Es muy bonito observar estas escenas.
Un abrazo.