He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
sábado, 2 de abril de 2016
Reflejo
Foto tomada de Internet
Tarde hogareña. El reflejo del fuego en su cabello.
Hola, Julia L. Me alegro mucho de conocer tu opinión. Muchas gracias. Hace tiempo que estás entre mis seguidores, pero siempre silenciosa. Hoy me alegro de tus palabras. Un afectuoso saludo.
Hola, querida pelirroja! Me has hecho sonreír. Gracias por pasarte por aquí.A ver si reservo unos momentos para pasarme por tu blog, que te lo mereces. Un abrazo.
Amiga, Mª Jesús, ando algo ausente de los blogs, pero no pienso olvidarte ni a ti ni a otros muchos, solo que tardaré algo más. Tu visita es motivo para seguir conectada a este mundo virtual que ha creado vínculos de amistad. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Hola, Llorenç. Gracias por venir. Estoy medio desaparecida, pero no quiero perder tu amistad, ¿eh?.Volveré a pasarme por tu blog y pretendo activar mi participación en mi blog y en el de todos. Y si no, acepto un tirón de orejas.
Para cualquiera, disfrutar una tarde hogareña, es una manera de darle descanso al cuerpo y de fortalecer los lazos con la pareja. Pero solo, para quien puede ser capaz de mirar con los ojos del alma, le está reservado el derecho, de ver el reflejo del fuego en la cabellera de su amor. Punto aparte. Tienes la mágica capacidad de decir mucho (y muy hermoso) en tan poco espacio, que me resulta imposible expresar la satisfacción que siento al leerte.
Muy alentador comentario, Juan Carlos. Siento, en tus palabras, la capacidad para captar las íntimas emociones de esta tarde hogareña en la que superamos la monotonía de lo cotidiano.
La tarde es el preludio del atardecer que es siempre un momento mágico. Es, por lo mismo, un momento en que la luz se torna fuego y empapa con oro antiguo los cabellos, el alma, todo. ¿ En qué senderos de luz estabas ? ...
...En esos senderos por los que transita el pensamiento en busca del alma de las cosas intranscendentes. Y, ahora, transito por tus letras y encuentro la poesía de tu comentario. Muchas gracias. Un abrazo.
Entre la blonda
ResponderEliminarhermosa de tu pelo
hoy surges tú
¡Me gustan y me inspiran tus haikus!
¡Hombre, Andrés!...Volvemos a encontrarnos y eso me alegra porque tus palabras me suenan siempre a poesía. Gracias.
EliminarUn abrazo.
a ver si se quema
ResponderEliminar¿quién?. ¿El pelo o quien lo mira?
EliminarSalud, Noel.
se incendien
EliminarBello hayku.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Hola, Julia L. Me alegro mucho de conocer tu opinión. Muchas gracias. Hace tiempo que estás entre mis seguidores, pero siempre silenciosa. Hoy me alegro de tus palabras.
EliminarUn afectuoso saludo.
Me gusta por parecer su cabellera a la mía...Fanny yo soy pelirroja...
ResponderEliminarpero tranquila no soy yo...
un abrazo
Hola, querida pelirroja! Me has hecho sonreír.
EliminarGracias por pasarte por aquí.A ver si reservo unos momentos para pasarme por tu blog, que te lo mereces.
Un abrazo.
Me gusta lo que veo.
ResponderEliminarEncantada de encontrarte, Musa.Gracias por tu recuerdo.
EliminarUn abrazo.
Bello haiku que nos muestra la belleza que se esconde en una persona.
ResponderEliminarbesos
¡Hay tantos instantes bellos!... No debemos dejarlos pasar y si no están ocultos, descubrirlos.
EliminarGracias. Un abrazo.
Reflejo de tarde junto a la hoguera y mirando a las llamas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese es el momento, Rafa.En situaciones cotidianas, basta un insignificante hecho para encontrar la belleza en lo sencillo.
EliminarUn abrazo.
Que reposado y que inspirador. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Ester. Me encanta que hayas captado "el reposo" de una tarde hogareña en la que caben instantes de belleza.
EliminarUn abrazo.
Bello corto con toda la simbología del cabello de mujer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de encontrarte, Pedro. El fuego crea imágenes muy intensas y bellas.
EliminarUn abrazo.
Un haiku entrañable e inspirador, amiga...El fuego nos enciende e ilumina.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Fanny.
M.Jesús
Amiga, Mª Jesús, ando algo ausente de los blogs, pero no pienso olvidarte ni a ti ni a otros muchos, solo que tardaré algo más. Tu visita es motivo para seguir conectada a este mundo virtual que ha creado vínculos de amistad.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo.
Stupendo questo rosso fuoco riflesso sui capelli. Affascinante.
ResponderEliminarHola, Ambra.Gracias por tu comentario. Feliz Primavera.
EliminarUn abrazo.
Hola Fanny.. Tarde hogareña y fría.. Corta pero intensa aparición.. Un abrazo..
ResponderEliminarHola, Llorenç. Gracias por venir. Estoy medio desaparecida, pero no quiero perder tu amistad, ¿eh?.Volveré a pasarme por tu blog y pretendo activar mi participación en mi blog y en el de todos. Y si no, acepto un tirón de orejas.
EliminarUn abrazo.
Un fuego precioso, Enhorabuena, Besos.
ResponderEliminar¡Qué bien que te sigas acordando de mi blog!. Gracias, Amapola Azul.
EliminarUn abrazo.
Para cualquiera, disfrutar una tarde hogareña, es una manera de darle descanso al cuerpo y de fortalecer los lazos con la pareja. Pero solo, para quien puede ser capaz de mirar con los ojos del alma, le está reservado el derecho, de ver el reflejo del fuego en la cabellera de su amor.
ResponderEliminarPunto aparte. Tienes la mágica capacidad de decir mucho (y muy hermoso) en tan poco espacio, que me resulta imposible expresar la satisfacción que siento al leerte.
Muy alentador comentario, Juan Carlos. Siento, en tus palabras, la capacidad para captar las íntimas emociones de esta tarde hogareña en la que superamos la monotonía de lo cotidiano.
EliminarGracias por la emoción que me trasmites.
Un abrazo.
Detalles de la vida que traspasan el sentir...
ResponderEliminarUn beso.
Siempre podemos disfrutar de estos detalles, destellos de luz en lo cotidiano.
EliminarGracias, Marinel.
Un abrazo.
Seguro que a quién la miraba se le desató una sonrisa de amor.
ResponderEliminarbeso, compi.
Es la magia que aporta el fuego en una tarde tranquila.
EliminarMe alegro mucho de volver a encontrarte. No olvido tu excelente café.
Un abrazo.
Sí que es bonito lo que expresas.
ResponderEliminarUn beso. Feliz comienzo de semana.
Gracias, Amalia. Lo más bonito es la comunicación entre nosotras.
EliminarUn abrazo.
La tarde es el preludio del atardecer que es siempre un momento mágico.
ResponderEliminarEs, por lo mismo, un momento en que la luz se torna fuego y empapa con oro antiguo los cabellos, el alma, todo.
¿ En qué senderos de luz estabas ? ...
...En esos senderos por los que transita el pensamiento en busca del alma de las cosas intranscendentes.
EliminarY, ahora, transito por tus letras y encuentro la poesía de tu comentario. Muchas gracias.
Un abrazo.
Me gustan los reflejos de tus letras. El crepitar de esa escritura tuya tan nimia, tan inmensa.
ResponderEliminarUn abrazo, desde mi hogareño momento café.
Mario
Tu comentario es un regalo para el ánimo, Mario.Gracias por valorar estos sencillos versos.
EliminarTu "momento café" de las 10 h. es también el mío.Entre esa hora y las 11 h. tomo mi primer café mientras leo el diario.
Un abrazo.
Me maravilla que se exorese tanto en tan pocas palabras.
ResponderEliminarUn abrazo ¿vecina?
Me alegro de encontrar en ti una persona que percibe el sentir del haihu.Gracias.
ResponderEliminarCreo que si no somos vecinos, no andamos muy lejos.
Un abrazo.