He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
domingo, 13 de septiembre de 2015
Caperucita
Viñeta de El Roto, publicada en El País del 12-9-015
Caperucita, seducida por el colorido y la música festiva, se adentró en el bosque de banderas sin antes haber leído la viñeta de El Roto. ....Y desapareció.
Hola Fanny... Ya veo que no te gustan los bosques, o son las banderas lo que no te gustan, !Ah! perdona era Caperucita quien no se debería dejar llevar por la fiestas de banderas...je..je.. muy sutil amiga.. Un abrazo....
Me gustan los bosques verdes, con variedad de árboles y aromas diferentes; con claros por donde penetra el sol, con un río atravesado por un puente que une las dos orillas. ¡Ese es el bosque que yo amo! Gracias, Llorenç. Un abrazo.
Desde luego, hay muchos cuentos que invitan a vivirlos, pero ¿Habrá podido Caperucita escapar del lobo?... Tu comentario da pie a otro relato.Gracias, Malquerida. Un abrazo.
¡¡Hola!! Ya ves que sí aparecen tus comentarios. ¡¡No me gustaría perdérmelos!! Lo que ocurre es que dedico menos tiempo al blog y pueden pasar horas sin que se hagan visibles.
¡¡Muy bueno, también, tu comentario!! Hay muchos bosques artificiales creados con banderas en los que no corre el aire.
Yo veo una banderas pero azules o casi negras y unos ojos mirando ...me tiene torpe y no lo entiendo pero algo sobre tanta bandera y politica hay... Pienso en mi padre ...de izquierdas si viera como esta España y el obrero... Besos Fanny
Hola, Marina, da igual el color de las banderas, lo importante es no perderse en ese bosque donde habita el lobo. Creo que tu padre y otros muchos como él, lamentarían que aún no seamos capaces de dialogar. Gracias, amiga. Un fuerte abrazo.
Me identifico con la viñeta y con el microrelato al cien por cien. El lobo se ve tan claro que ya ni se esconde pero aún así siempre hay una caperucita a mano para caer en la trampa. Y muchas son Caperucitas sin leñador que las salve ni abuela que las advierta. Mejor me callo para no liarla más. Saludos
Las abuelas que podrían advertir... ¡Unas con demencia, otras con afonía crónica, otras incoherentes!...A Caperucita no le queda más remedio que activar su sentido crítico al aire libre; nunca bajo el engañoso cielo formado por banderas.
Por eso es necesario fomentar el espíritu critico, dialogante, observador y lógico para preservar la capacidad de decidir por uno mismo. Gracias, Ilesin. Un abrazo.
Es muy importante profundizar y no dejarnos llevar por las apariencias...Lo mismo las personas, que las fiestas, eventos y circunstancias nos muestran una cara y no su verdadera realidad...Por eso, a veces debemos elevarnos como el águila y otear el paisaje en todos sus recovecos. Mi abrazo de luz y feliz semana, Fanny. M.Jesús
...pero somos muy emotivos, algo muy valioso en el ser humano, pero nos hace vulnerables ante las manipulaciones de quienes lo explotan en su beneficio, con discursos alienantes. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Empeoran las cosas. Está visto. Un gran motivo de reflexión por desgracia relacionado con la muerte de la peregrina norteamericana porque es de esta "caperucita" de quien tu entrada me ha hecho acordarme. Lo primer que he pensado al leer tu escrito. Un abrazo. Franziska
¡Qué bueno! ¡Cómo se le ocurre a Caperucita adentrarse en ese bosque de banderas sin haber leído antes a El Roto? Ella tan pequeña,tan tierna y tan...roja.¿No sabía acaso que cada bandera es como el engaño del torero para doblegar al toro? Ay,si todos lo tuviéramos tan claro como el genial dibujante de viñetas,sólo nos iríamos a pasear por los pocos bosques de árboles que nos van quedando...
Joaquín, me alientan las personas como tú, amantes de los bosques naturales donde se respira la Naturaleza.Pasear contigo, sin banderas, sin proclamas alienantes, es un placer.
Me encanta El Roto. Estos últimos días ha publicado otras viñetas muy sustanciosas. ¡Ay, si no tuviéramos más bandera que el abrazo!...¡Cuánto ganaría la Humanidad!.
Lo peor es que hay caperucitas y caperucitos que leen al Roto y luego igual se dejan seducir por las banderas que tan coloridas son y que nunca enseñan la letra pequeña de la vida que proponen.
Por eso el lobo resiste.
Unas banderas, unas risas y un montón de gente feliz por ser clonada...
Y algún que otro desencuentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
En esos bosques, toda sorpresa es posible.
EliminarGracias , Armando.
Un abrazo.
A veces pasa cuando nos dejamos llevar. Pero sin hacerlo tampoco logramos experimentar... algunas senssciones que metecen la pena de verdad.
ResponderEliminarUn abraz✴
¡Y nos dejamos llevar con tanta facilidad! Somos muy emotivos y eso nos pierde, para bien y para mal.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Sucumbira ante tanta tontería
ResponderEliminarLas caperucitas siempre sucumben.
EliminarSalud, Noel.
¿Y desapareció?
ResponderEliminarUn dulce beso de seda.
Los lobos no perdonan.
EliminarGracias, María.
Un abrazo.
Hola Fanny... Ya veo que no te gustan los bosques, o son las banderas lo que no te gustan, !Ah! perdona era Caperucita quien no se debería dejar llevar por la fiestas de banderas...je..je.. muy sutil amiga..
ResponderEliminarUn abrazo....
Me gustan los bosques verdes, con variedad de árboles y aromas diferentes; con claros por donde penetra el sol, con un río atravesado por un puente que une las dos orillas. ¡Ese es el bosque que yo amo!
EliminarGracias, Llorenç.
Un abrazo.
El Roto GENIAL, como siempre.
ResponderEliminarA mí también me encanta su filosofía gráfica.
EliminarGenial Fanny
ResponderEliminarMil besos
Isa
Hola, Isa Iss. Me alegro de volver a encontrarte. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Se ha de haber ido a vivir a otro cuento.
ResponderEliminarBesos Fanny
Desde luego, hay muchos cuentos que invitan a vivirlos, pero ¿Habrá podido Caperucita escapar del lobo?...
EliminarTu comentario da pie a otro relato.Gracias, Malquerida.
Un abrazo.
¡¡ Caperucita !! hay que leer mas.
ResponderEliminarmanolo
.
Hola, Manolo. Gracias por detenerte a dejarme tu sentir. Me gusta leer y cuanto más leo, más espeso se me hace el bosque de banderas y no veo el sol.
EliminarUn abrazo.
¡¡¡Muy bueno!!! Y si la caperucita era roja y las banderas del PP.......
ResponderEliminar¡¡Hola!! Ya ves que sí aparecen tus comentarios. ¡¡No me gustaría perdérmelos!! Lo que ocurre es que dedico menos tiempo al blog y pueden pasar horas sin que se hagan visibles.
Eliminar¡¡Muy bueno, también, tu comentario!! Hay muchos bosques artificiales creados con banderas en los que no corre el aire.
Un abrazo.
Es que temí no haberlo hecho bien... no me di cuenta de que había moderación de comentarios :)))
EliminarYo veo una banderas pero azules o casi negras y unos ojos mirando ...me tiene torpe y no lo entiendo pero algo sobre tanta bandera y politica hay...
ResponderEliminarPienso en mi padre ...de izquierdas si viera como esta España y el obrero...
Besos Fanny
Hola, Marina, da igual el color de las banderas, lo importante es no perderse en ese bosque donde habita el lobo.
EliminarCreo que tu padre y otros muchos como él, lamentarían que aún no seamos capaces de dialogar.
Gracias, amiga. Un fuerte abrazo.
Me identifico con la viñeta y con el microrelato al cien por cien. El lobo se ve tan claro que ya ni se esconde pero aún así siempre hay una caperucita a mano para caer en la trampa. Y muchas son Caperucitas sin leñador que las salve ni abuela que las advierta. Mejor me callo para no liarla más. Saludos
ResponderEliminarLas abuelas que podrían advertir... ¡Unas con demencia, otras con afonía crónica, otras incoherentes!...A Caperucita no le queda más remedio que activar su sentido crítico al aire libre; nunca bajo el engañoso cielo formado por banderas.
EliminarSaludos, S. Gracias por tu comentario.
Nunca se sabe lo que se esconde tras los bosques sean de banderas u otras cosas.
ResponderEliminarBesos
Por eso es necesario fomentar el espíritu critico, dialogante, observador y lógico para preservar la capacidad de decidir por uno mismo.
EliminarGracias, Ilesin.
Un abrazo.
Es muy importante profundizar y no dejarnos llevar por las apariencias...Lo mismo las personas, que las fiestas, eventos y circunstancias nos muestran una cara y no su verdadera realidad...Por eso, a veces debemos elevarnos como el águila y otear el paisaje en todos sus recovecos.
ResponderEliminarMi abrazo de luz y feliz semana, Fanny.
M.Jesús
...pero somos muy emotivos, algo muy valioso en el ser humano, pero nos hace vulnerables ante las manipulaciones de quienes lo explotan en su beneficio, con discursos alienantes.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Empeoran las cosas. Está visto. Un gran motivo de reflexión por desgracia relacionado con la muerte de la peregrina norteamericana porque es de esta "caperucita" de quien tu entrada me ha hecho acordarme. Lo primer que he pensado al leer tu escrito. Un abrazo. Franziska
ResponderEliminar¡Qué lástima que algunos bosques tengan caminos peligrosos y que "las caperucitas" sean sus víctimas.
EliminarGracias por tu sentir.
Un abrazo.
¡Qué bueno! ¡Cómo se le ocurre a Caperucita adentrarse en ese bosque de banderas sin haber leído antes a El Roto?
ResponderEliminarElla tan pequeña,tan tierna y tan...roja.¿No sabía acaso que cada bandera es como el engaño del torero para doblegar al toro? Ay,si todos lo tuviéramos tan claro como el genial dibujante de viñetas,sólo nos iríamos a pasear por los pocos bosques de árboles que nos van quedando...
Excelente tu micro,Fanny.
Joaquín, me alientan las personas como tú, amantes de los bosques naturales donde se respira la Naturaleza.Pasear contigo, sin banderas, sin proclamas alienantes, es un placer.
EliminarUn abrazo.
Te agradezco esta doble aportación: tu cuento recontado... y la viñeta de El Roto. Magistrales.
ResponderEliminarComo bandera, este abrazo.
Me encanta El Roto. Estos últimos días ha publicado otras viñetas muy sustanciosas.
Eliminar¡Ay, si no tuviéramos más bandera que el abrazo!...¡Cuánto ganaría la Humanidad!.
Un abrazo.
Lo peor es que hay caperucitas y caperucitos que leen al Roto y luego igual se dejan seducir por las banderas que tan coloridas son y que nunca enseñan la letra pequeña de la vida que proponen.
ResponderEliminarPor eso el lobo resiste.
Unas banderas, unas risas y un montón de gente feliz por ser clonada...
El Roto en su nivel.
Tu cuento al nivel del Roto.