He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
Una de las cualidades de los ciclos climáticos es esa sensación de pacto diario entre lo transitorio y lo que permanece, entre lo explícito -el resplandor cercano- y lo probable -la posible lluvia. Cuánto cabe en un buen haiku, querida amiga. Feliz jornada.
En el jardín de invierno y en un día nublado, la mimosa es como un sol.Hacía días que la esperaba y por fin, ayer, me regaló su intenso color amarillo. Gracias, André. Un abrazo.
Fanny, nos dejas la vida con sus luces y sus sombras, amiga...Tu haiku me inspira otro haiku: Las flores miran a las nubes del cielo y les sonríen. Te dejo mi abrazo inmenso. Feliz fin de semana, amiga. M.Jesús
Gracias por tus versos, Mª Jesús. La mimosa alegra los jardines más oscuros y en estos días que ha llegado el frío de invierno,me gusta contemplarla desde mi ventana.
La mimosa es muy espectacular, aunque en ramo, va perdiendo la luminosidad en pocos días. Otra muestra de que la belleza es fugaz. Gracias, Marina. Un abrazo.
Hola Fanny... La mimosa es tan luminosa, de tanto colorido, que aunque este nublado y acabe lloviendo a mares, esa agua le dará mas vida, mas fuerza y resplandor... Un abrazo....
Las mimosas florecen en Madrid al mismo tiempo que los almendros abren sus primeras flores con los primeros días lleneos de luz y sol del invierno. Yo suelo realizar todos los años una excursión a un parque de Madrid -que fue una finca particular- y siempre hago numerosas fotografías y disfruto de una experiencia única y siempre maravillosa y también diferente por algo inesperado que siempre sucede. Me ha encantado el haiku, ya lo ves. Un abrazo. Franziska
Seguramente que en Madrid florecen más tarde por el clima, pero debe de ser precioso poder ver al mismo tiempo mimosas y almendros en flor.En el jardín que veo desde mi balcón está a punto de florecer una variedad de cerezo ornamental de flor rosada y otro arbusto de flor blanca que no llego a distinguir si es un pruno , pero es precioso por la abundante flor que tiene. Cuando hagas las fotos de esa excursión, a ver si nos las enseñas. Gracias, amiga. Me gusta saber que tenemos gustos y aficiones comunes.
En el haiku se expresa el asombro que produce un instante y el brote florido de la mimosa en pleno invierno cuando todos los árboles están desnudos y el cielo cubierto...siempre me produce asombro. Gracias por pasarte por aquí, Emilio. Un abrazo.
Gracias por la coletilla ...la mimosa es decorativa ...la rosa es bella ...bueno es verdad tambien pierde la belleza ...todos la perdemos ...gracias Fanyyy besitos
Cuanta grandeza capturada en tanta sencillez. Precioso Haiku, preciosa fotografía. Tras haberte descubierto, me quedo a ver cómo haces resplandecer las flores en tu poesía. Un beso, Gema.
Así son los haikus : La grandeza de la nada, del detalle asombroso de un instante. Me alegro mucho de que me hagas compañía. Gracias, Gema. ¡¡Bienvenida a mi blog!!
Empiezan a gustarme cada vez más los haikus estos tuyos. Tan tuyos. Y digo tan tuyos porque llevan impreso tu sello, que no el de un sobre con confirmación postal, no, sino la impronta personal que destilan tus palabras, o la impronta personal que florece en la primavera de tus letras y así...
Además, es leerte y tener que volver a hacerlo. Entrar de nuevo en el poema-haikus, leer, releer... y después comentar. Imposible dejar algo para después, una vez que llegas aquí.
Nadie muestra tanto aprecio como tú por lo que escribo. Y es que sé que eres un empedernido lector. Café y lectura son tus inseparables, por eso te dediqué un haiku. Bueno, pues me asombra que frecuentando excelentes lecturas y siendo tú mismo un excelente escritor, tengas en tanta consideración mi forma de escribir.
Me alegra que te gusten los haikus; sé que muchas personas no encuentran alma en ellos, pero las que la encuentran son para mí de especial sensibilidad, como tú que sabes sentir lo insignificante, la nada...
Bueno, en tu ciudad no faltan las flores en cualquier época del año, pero aquí sorprenden mucho estas tempranas floraciones. Gracias, Julia. Un abrazo.
Me alegra encontrar personas que saben apreciar los haikus. Son instante que la Naturaleza nos regala para sentirla cerca. Gracias y ¡¡Bienvenido a mi blog!! Será un placer volver a encontrarte.
Contrastes
ResponderEliminarEso mismo pensé yo. Y si el haiku admitiera metáforas, hubiera identificado esas flores con el único sol del momento.Es que ese color amarillo...
EliminarGracias, Noel. Buen fin de semana.
Una de las cualidades de los ciclos climáticos es esa sensación de pacto diario entre lo transitorio y lo que permanece, entre lo explícito -el resplandor cercano- y lo probable -la posible lluvia. Cuánto cabe en un buen haiku, querida amiga. Feliz jornada.
ResponderEliminar¡Qué excelente lectura, José Luis! Tienes una sensibilidad especial para captar lo que invisible queda flotando en el haiku. Muchas gracias, amigo.
EliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
La mimosa es preciosa pero da mucha alergia.
ResponderEliminarEs una lástima que haya personas que no puedan contemplar de cerca esta belleza.
EliminarGracias , Tracy; deseo que no seas una de ellas.
¡CÓMO ME GUSTA TUS HAIKUS! Madruga la mimosa y alegra el paisaje
ResponderEliminarBesos
En el jardín de invierno y en un día nublado, la mimosa es como un sol.Hacía días que la esperaba y por fin, ayer, me regaló su intenso color amarillo.
EliminarGracias, André.
Un abrazo.
Me encantan las mimosas sobretodo por que a su lado todo se llena de color y belleza.
ResponderEliminarBesos
Sí, cuando aún están todos los árboles sin hojas, esa masa de flores amarillas da color al frío del invierno.
EliminarGracias, Ilesín. Un abrazo.
Pese a las nubes, siempre resplandece el sol tras el aroma de las mimosas. Caprichos que tiene la luz.
ResponderEliminarBss
La floración tan temprana de las mimosas, alegra el paisaje y aunque la espero, siempre me sorprende esa explosión de color.
EliminarGracias.
Un abrazo .
Que suerte saber confeccionar haikus. Un abrazo
ResponderEliminarEster, escribe con sencillez lo que ves, lo que sientes y tendrás un haiku. Vuelvo a decirte que pruebes.
EliminarGracias. Un abrazo.
Las nubes a veces tapan la luz del sol, pero no siempre la del alma.
ResponderEliminarUn beso.
El intenso amarillo de la mimosa es como un sol a los ojos del alma.
EliminarGracias por pasarte siempre por aquí.
Un abrazo y buen fin de semana.
Tu poema es la mejor fotografía.
ResponderEliminarBesos.
¡Cuánto me gusta este comentario tan especial! Gracias, Toro, aunque "salvaje" trasmites cercanía y amistad.
EliminarUn abrazo.
Un buen contraste con mucho mimo y bello resplandor.
ResponderEliminarAplaudo tu ingenio Fanny.
Un abrazo.
Muy generosa eres, Elda. Me alegro de que te haya gustado este sencillo haiku.
EliminarUn abrazo.
Fanny, nos dejas la vida con sus luces y sus sombras, amiga...Tu haiku me inspira otro haiku:
ResponderEliminarLas flores miran
a las nubes del cielo
y les sonríen.
Te dejo mi abrazo inmenso. Feliz fin de semana, amiga.
M.Jesús
Gracias por tus versos, Mª Jesús. La mimosa alegra los jardines más oscuros y en estos días que ha llegado el frío de invierno,me gusta contemplarla desde mi ventana.
EliminarUn abrazo.
Me encantan los árboles cuando florecen las mimosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque la primavera está lejana, parece que los árboles que florecen ahora, acortan la distancia.
EliminarGracias, Pedro.
Un abrazo.
Resplandecen las mimosas con tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando veo flores... me salen versos.
EliminarGracias por tan poético comentario.
Un abrazo.
Yo recuerdo haber recibido muchas ramas de mimosa entre ramos de rosa...me gustan mucho y son muy decorativas...
ResponderEliminarfeliz fin de semana
besos Fanny
La mimosa es muy espectacular, aunque en ramo, va perdiendo la luminosidad en pocos días. Otra muestra de que la belleza es fugaz.
EliminarGracias, Marina.
Un abrazo.
La bella mimosa, tan reluciente y hermosa, en mi caso tan llena de recuerdos y muy sentidos para mí.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué bueno que te haya traído recuerdos, FG! ¿El jardín de la infancia?...¿Un amor que te regalaba ramos de mimosa?...
EliminarGracias por tu comentario, FG.
Un abrazo.
Hola Fanny... La mimosa es tan luminosa, de tanto colorido, que aunque este nublado y acabe lloviendo a mares, esa agua le dará mas vida, mas fuerza y resplandor...
ResponderEliminarUn abrazo....
Siempre es una explosión de color, aun bajo la lluvia o las nubes, su belleza se impone.
EliminarGracias, amigo.
Un abrazo.
Las mimosas florecen en Madrid al mismo tiempo que los almendros abren sus primeras flores con los primeros días lleneos de luz y sol del invierno. Yo suelo realizar todos los años una excursión a un parque de Madrid -que fue una finca particular- y siempre hago numerosas fotografías y disfruto de una experiencia única y siempre maravillosa y también diferente por algo inesperado que siempre sucede. Me ha encantado el haiku, ya lo ves. Un abrazo. Franziska
ResponderEliminarSeguramente que en Madrid florecen más tarde por el clima, pero debe de ser precioso poder ver al mismo tiempo mimosas y almendros en flor.En el jardín que veo desde mi balcón está a punto de florecer una variedad de cerezo ornamental de flor rosada y otro arbusto de flor blanca que no llego a distinguir si es un pruno , pero es precioso por la abundante flor que tiene.
EliminarCuando hagas las fotos de esa excursión, a ver si nos las enseñas.
Gracias, amiga. Me gusta saber que tenemos gustos y aficiones comunes.
Un abrazo.
En Febrero las mimosas están en todo su esplendor.
ResponderEliminarPreciosa imágenes. Abrazo.
Incluso antes de comenzar febrero, como ocurre aquí que el clima es templado.
EliminarGracias por compartir este instante.
Un abrazo.
Haiku de contraste...
ResponderEliminarMuy bien... cada parte queda resaltada...
Un abrazo!
En el haiku se expresa el asombro que produce un instante y el brote florido de la mimosa en pleno invierno cuando todos los árboles están desnudos y el cielo cubierto...siempre me produce asombro.
EliminarGracias por pasarte por aquí, Emilio.
Un abrazo.
Gracias por tu estimulante comentario dejado en mi penúltima publicación.
ResponderEliminarLo acabo de leer.
Un abrazo.
De nada, Armando.Encantada de haber contactado contigo y poder ir conociendo trocitos del alma que pones en tus letras.
EliminarHermosas mimosas siempre nos marcan la estación ,un abrazo
ResponderEliminar¡¡Bienvenida, Amatista!! Me alegro de que te hayas detenido a dejarme unas palabras.Espero que no sea la última vez.
EliminarUn abrazo.
Pequeños soles amarillos bajo las nubes. Eso es un haiku con ingenio.
ResponderEliminarPues tu comentario sí que es ingenioso; una poética definición de la mimosa. Me ha gustado mucho.Gracias.
EliminarUn abrazo.
Gracias por la coletilla ...la mimosa es decorativa ...la rosa es bella ...bueno es verdad tambien pierde la belleza ...todos la perdemos ...gracias Fanyyy besitos
ResponderEliminarFormamos parte de la Naturaleza, Marina, y todo es efímero en nosotros, incluso la vida misma.
EliminarGracias por tu amistad.
Un abrazo.
Cuanta grandeza capturada en tanta sencillez. Precioso Haiku, preciosa fotografía. Tras haberte descubierto, me quedo a ver cómo haces resplandecer las flores en tu poesía. Un beso, Gema.
ResponderEliminarAsí son los haikus : La grandeza de la nada, del detalle asombroso de un instante.
EliminarMe alegro mucho de que me hagas compañía. Gracias, Gema. ¡¡Bienvenida a mi blog!!
Un abrazo.
Hermoso el contraste del haiku y hermosa la fotografía.
ResponderEliminarCompartimos el interés por el haiku y eso me gusta, Joaquín.
EliminarUn abrazo.
Mimos o caricias es expresar amor. “Mimosa” me sugiere; llena de luminoso amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una bonita asociación de ideas. Una persona mimosa a nuestro lado es un ramo de flores que alegra la casa.
EliminarGracias, José.
Un abrazo.
Empiezan a gustarme cada vez más los haikus estos tuyos. Tan tuyos. Y digo tan tuyos porque llevan impreso tu sello, que no el de un sobre con confirmación postal, no, sino la impronta personal que destilan tus palabras, o la impronta personal que florece en la primavera de tus letras y así...
ResponderEliminarAdemás, es leerte y tener que volver a hacerlo. Entrar de nuevo en el poema-haikus, leer, releer... y después comentar. Imposible dejar algo para después, una vez que llegas aquí.
Abrazo
Nadie muestra tanto aprecio como tú por lo que escribo. Y es que sé que eres un empedernido lector. Café y lectura son tus inseparables, por eso te dediqué un haiku. Bueno, pues me asombra que frecuentando excelentes lecturas y siendo tú mismo un excelente escritor, tengas en tanta consideración mi forma de escribir.
EliminarMe alegra que te gusten los haikus; sé que muchas personas no encuentran alma en ellos, pero las que la encuentran son para mí de especial sensibilidad, como tú que sabes sentir lo insignificante, la nada...
Gracias. Un abrazo.
Qué radiante y alegre color. Y además ese nombre, mimosas... Como para mejorar el día de cualquiera :)
ResponderEliminarUn abrazo grande!
Bueno, en tu ciudad no faltan las flores en cualquier época del año, pero aquí sorprenden mucho estas tempranas floraciones.
EliminarGracias, Julia.
Un abrazo.
Me encantan los haikus, precioso, te leeré más.... gracias.
ResponderEliminarMe alegra encontrar personas que saben apreciar los haikus. Son instante que la Naturaleza nos regala para sentirla cerca.
ResponderEliminarGracias y ¡¡Bienvenido a mi blog!! Será un placer volver a encontrarte.