Viejo
árbol al borde del sendero,
fuiste joven erguido y frondoso,
con
el verde estrenado
en
sucesivas primaveras.
Hoy, la erosión de la tierra
descarna
tus raíces y estás inclinado
hacia
el camino, a punto de caer.
Tienes
la belleza acumulada por los años.
Pueblan
tu corteza líquenes y musgos
de
variados colores y texturas
que
incitan a las manos a tocarte.
En tu madurez los pájaros
anidaron
en tus ramas,
diste sombra al caminante
y
con el viento componías melodías
que aún perduran.
¡Oh,
árbol centenario!
Resistes
la embestida de la vida
en
la frágil pendiente erosionada
que
bordea el camino.
Pareces
a punto de caer
mas
hoy vuelvo a encontrarte,
inclinado
hacia el sendero,
en
mágico equilibrio,
Y
te sonrío.
Foto tomada de Internet
Esa raiz a descubierta es un buen símbolo, querida amiga, del esfuerzo por seguir en pie, contra la intemperie de lo cotidiano. Somos el tiempo que nos queda, esa voluntad que cava en tierra firme. Un abrazo cordial.
ResponderEliminarPoético comentario, José Luis. Percibes el sentido metafórico del poema.El árbol de la vida resiste en un terreno erosionado y sus raíces se aferran a la vida milagrosamente. Cuando veo en los senderos árboles en increíble equilibrio, me detengo a recibir su mensaje.
EliminarGracias por tan bonito comentario.
Un abrazo.
Preciosos versos que me han dejado una leve idea sobre los bosques, los robles y todo ese mundo mágico que tan bien conozco.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Quien conoce los bosques y sus senderos bordeados de árboles inclinados, con sus potentes raíces descarnadas, entiende de forma especial el poema.
EliminarGracias, Rafa. Los asturianos tenéis montañas y bosques magníficos.
Un abrazo.
Un bello homenaje a ese árbol fuerte y generoso, que lo dió todo y ahora permanece en mágico equilibrio con sus raíces al aire...Y algo que nos emociona su dignidad, su temple y la grandeza de su espíritu...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu profundidad y amor a la naturaleza, Fanny.
ResponderEliminarM.Jesús
Sé que tú también la amas; un hada no puede dejar de amar la Naturaleza, que es su casa.
EliminarLos árboles me impresionan; trasmiten fortaleza y belleza.
Gracias por tu comentario, Mª Jesús. Me gusta tu forma de sentir el poema.
Un abrazo grande como un árbol.
Aunque tú no lo sepas, o sí, pese a saberlo quizá, lo has bordado con el homenaje a Machado y su olmo centenario en la colina que lame el Duero...
ResponderEliminarGracias por hacerte poesía.
Un abrazo
Mario
Sí, claro que conozco el viejo olmo de Machado y lo revivo cada vez que veo brotes de un verde tierno en los troncos añosos y los fotografío como si fueran algo mío que merecen estar en mi álbum de fotos.
EliminarPero mi poema se refiere a tantos árboles que he visto en los bordes de senderos y pistas forestales,sostenidos por sus gruesas raíces, en un terreno erosionado en extremo. Es algo que me conmueve y admira.
Gracias por tu forma de comentar, Mario.Tú también te haces poesía y así me llegan tus palabras.
Un abrazo.
Existen pocas cosas en la naturaleza que me envíen tantos mensajes como un árbol centenario.
ResponderEliminar¡Coincidimos, Tracy! Y no sabes lo que me gustan estas afinidades. Los árboles y su belleza centenaria tienen mensajes filosóficos.
EliminarGracias por dejarme tu sentir.
Cuantas miradas habrá tenido en sus ramas
ResponderEliminarMiradas, caricias, confidencias, nidos, cantos de pájaros, etc.
EliminarGracias, Noel.
Cantemos al árbol como tu lo haces, que si se protege del viento un año más riqueza dará.
ResponderEliminarQue hermoso ver sus ramas tan vivas y sus raíces retorcidas
Llevas en ti la belleza del árbol, lo bucólico y hermoso conque nos relatas ese sentimiento, me habla mucho y bien de ti;aunque este sentimiento no es nuevo se de tu lozanía como el magnífico árbol o la bella flor.
Bien por ti y por tus cosas!
Besos
André
¡Bien por todos los que amamos la Naturaleza y admiramos sus bosques!
EliminarGracias, André, por tus elogiosas palabras. Sé de tu alma de poeta y del amor a las plantas y a tu mar, ¡tan cercano! Son sentimientos similares y me gusta saber que son compartidos por otras muchas personas.
Un abrazo arbóreo.
Viejo árbol de raíces profundas, aferrándose a la madre tierra de la que nación de semilla.
EliminarUn abrazo.
Así es, José. Ese árbol puede simbolizar nuestra vida, nuestra resistencia a no sucumbir en el erosionado terreno en el que nos toca vivir. Amo los bosques y sus silenciosos mensajes.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Esa vida frondosa que se rodea de vigorosa esencia, que jamás nos deja sin amor y asombro, que nos une y separa por el viento inquebrantable de la razón, de la fuerza, de la naturaleza. Tu árbol, el árbol,...
ResponderEliminarSaludos
Nel, estás muy inspirado; tu comentario es un poema en prosa.
EliminarGracias por tus palabras.
Un frondoso abrazo.
Los árboles son como las personas también tienen su tiempo de caducidad...mientras son jovenes incluso a los àrboles se les nota ...yo tengo una hilera de ellos en mi calle y uno delante de mi terraza y es de alegría cuando empieza la primavera y empiezan a llenarse de hojas...
ResponderEliminarpreciosa la naturaleza.
besos para tu Fanny
Marina
Los árboles, como las personas, dan lo mejor de sí mismos en la madurez, e incluso en edad bien avanzada:me gustan los árboles añosos, de corteza cuarteada adornada con líquenes y musgos, de fuertes raíces aflorando en la tierra como energía desbordante.
EliminarEs bonito y bueno que en las ciudades haya árboles para quitarle al asfalto su dureza.
Gracias por tu visita, Marina. Disfruta de los árboles de tu calle.
Un abrazo.
HOLA FANNY... No puedo expresar con palabras, porque dirás que exagero, lo que me ha gustado, como expresas la historia del árbol, casi me siento un poco identificado... gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.....
Bueno, bueno...Llorenç, no exageres.Mientras tengamos intereses y sigamos caminando nuestras raíces nos mantienen erguidos. El poema está inspirado en un árbol real, pero es verdad que puede tomarse como metáfora de la vida, aunque la vida de los árboles suele superar a la nuestra.
EliminarMe alegra que te parezca bien el poema, pero que se quede ahí. ¿Cómo no voy a llamarte exagerado?.
Un abrazo frondoso.
Y tú lo has presenciado,
ResponderEliminary nos lo transmites de forma contenida:
la imagen queda en el aire.
Un abrazo!
Sí, los he visto muchas veces y también a personas como árboles desraizados... Ambas imágenes se relacionan, pero he querido rendir homenaje a la Naturaleza centenaria, símbolo de resistencia contra todos los ataques que recibe por parte del ser humano y del paso del tiempo.
EliminarGracias por comentar.
Un abrazo arbóreo.
Mmmmh desraizados respecto a qué?
EliminarA la tierra?
A la naturaleza?
A la gente?
A la solidez?
...?
¡Qué bello homenaje, Fanny! La hermosura de los tiempos... de aquello que prevalece y que nos acompaña en pacífica armonía... Verdaderamente único.
ResponderEliminarLa vida conjugándose en sus más bellos detalles... :)
Un fuerte abrazo.
Se me había pasado agradecerte tu comentario, Emilio. Que sepas que lo recibo con mucho interés; tu sentir coincide con el mío.
EliminarUn abrazo.
la belleza de los años está en los ojos que miran la profundidad de sus raices
ResponderEliminarUn abrazo
Ana
Ana, disculpa mi demora. Leí el comentario y dejé para más tarde responder, por falta de tiempo, y me olvidé.
EliminarMe gusta lo que dices: "mirar las raíces, lo profundo del corazón de las personas", es lo que provoca empatía.
Gracias, Ana.
Un abrazo con raíces.