He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet.
Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
Embelesados porque cada día nos cuesta más entender que un ser vivo pueda ser feliz a ese ritmo. Y lo es, seguro. Más que nosotros que parecemos correcaminos.... Buen haiku, muy relajante :)
¿No te has quedado embobado observando a un caracol? Con esa parsimonia recorren distancias importantes.Me gusta esa lentitud y el rastro que van dejando.
Como no tengo huerto, los considero inofensivos y me gusta observarlos.
Gracias por pasarte por aquí y dejarme unas palabras. Un abrazo.
María, en alguno de tus escritos también salen caracoles; cosas así no se me olvidan porque me gustan mucho estos animales tan lentos y vulnerables. Gracias por tu visita. Un abrazo.
No se pueden comparar porque los monos son muy rápidos ,ágiles, y ruidosos. Pero el caracol recorre grandes distancias, en proporción a su tamaño, "pasito a pasito". ¿No te has parado a observarlos? Yo tuve en casa una pareja y seguí todo el proceso de la cópula, la puesta y la eclosión del montón de huevos que ponen cada uno, y me lo pasé muy bien, fascinada por decenas de caracolitos con la concha trasparente a través de la cual se veía latir el corazón. Más tarde los solté en el campo, pero fue muy bonito conocer la vida silenciosa de los caracoles.
Gracias, Maria del Carmen. Los haikus, de tan sencillos son difíciles de componer. Y observo que aún son más difíciles de comprender.Sé de personas que después de leerlo dicen ¿y qué?...
¡Cuánta baba de caracol tiré a la basura cuando crié caracoles! ¡Ay si ellos supieran de la coquetería femenina! Tengo manchas en la piel. Ganas me dan de volver a tener caracoles.
Este caracol es una "cepaea", de los más bonitos de nuestro país. Son frecuentes en el Valle de Arán(Lleida) .Hay otros de color coral o todo amarillo limón,todos preciosos. Gracias por tu visita, Rafa. Un abrazo
Enrique, es que la sencillez del haiku es su esencia.Un instante inocente cuya emoción y asombro se contiene en 17 sílabas. Me alegro de que te guste este estilo tan desprovisto de literatura ornamental. Gracias por tu visita. Saludos.
Hola Fanny, bella imagen la del caracol. Es para mí un animal cercano y simpático. También he tenido algunos en la terraza. Di la vuelta a un tiesto vacío y ahí se recogían, por la noche salían a recorrer mis jardineras y las del vecino...
En cuanto a la cópula y los huevos lo recuerdo de cuando niño. Esas bolitas frágiles enterradas en la tierra.
Ernesto, ¡¡bienvenido a mi blog!! Me llamó la atención tu icono por lo que me gustan los animales. Gracias por tu visita y por detenerte a dejar tu opinión. No sabes cuanto me alegro de que hayas conocido detalles de la vida de los caracoles; eso me hace sentirte cercano.Compartir "manías" es un placer.
Animales y naturaleza me encantan. Ayer mismo veía en la tv una gallina con muchos pollitos recién salidos del huevo y caí en la cuenta del tiempo que hacía que no veía una imagen similar. Y mucho menos al natural...
Cercano desde luego Fanny. Aunque eso de las "manías" ha provocado mi risa.
Nos quedamos embelesados con tu haiku, Fanny ..y avanzamos lentamente admirados como el caracol...sonrío Mi abrazo inmenso y gracias por compartir. M.Jesús
Es verdad que cuando se observa un caracol, uno se sonríe; será por ese ir sin prisa, con tanta suavidad, que trasmite paz. Muchas gracias por tu visita y por apreciar el haiku.
Me llega la actitud contemplativa de quien observa el lento deslizarse del caracol por una rama. Una sensación de calma impregna el haiku. ¡Ah, y el caracol, precioso!. Todos los del género cepaea lo son por su variado colorido. Saludos.
Sí; esa lentitud se presta a la contemplación y es lo que he querido trasmitir: la admiración por esos pequeños habitantes de la Naturaleza. Gracias por tu visita y comentario.
Embelesados porque cada día nos cuesta más entender que un ser vivo pueda ser feliz a ese ritmo.
ResponderEliminarY lo es, seguro. Más que nosotros que parecemos correcaminos....
Buen haiku, muy relajante :)
¿No te has quedado embobado observando a un caracol? Con esa parsimonia recorren distancias importantes.Me gusta esa lentitud y el rastro que van dejando.
EliminarComo no tengo huerto, los considero inofensivos y me gusta observarlos.
Gracias por pasarte por aquí y dejarme unas palabras.
Un abrazo.
Bella expresión en tu haiku..
ResponderEliminarUn beso.
María, en alguno de tus escritos también salen caracoles; cosas así no se me olvidan porque me gustan mucho estos animales tan lentos y vulnerables.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
reptar y trepar. ni un mono
ResponderEliminarNo se pueden comparar porque los monos son muy rápidos ,ágiles, y ruidosos. Pero el caracol recorre grandes distancias, en proporción a su tamaño, "pasito a pasito". ¿No te has parado a observarlos? Yo tuve en casa una pareja y seguí todo el proceso de la cópula, la puesta y la eclosión del montón de huevos que ponen cada uno, y me lo pasé muy bien, fascinada por decenas de caracolitos con la concha trasparente a través de la cual se veía latir el corazón. Más tarde los solté en el campo, pero fue muy bonito conocer la vida silenciosa de los caracoles.
EliminarGracias por tu visita.
Saludos
Sin prisa, sin pausa
ResponderEliminarY llegan a donde desean. A ver si aprendemos.
EliminarSaludos, Noel. Gracias por dejarte sentir.
hermoso haiku Fani . No es fácil crearlos.
ResponderEliminarBesos del alma.
¡BUEN DESCANSO !!:)
Gracias, Maria del Carmen. Los haikus, de tan sencillos son difíciles de componer. Y observo que aún son más difíciles de comprender.Sé de personas que después de leerlo dicen ¿y qué?...
EliminarUn abrazo y buen domingo.
bonito micropoema sobre el caracol
ResponderEliminarbuen fin de semana
abrazos
la baba del caracol es genial para las arrugas y manchas de la piel
Gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminar¡Cuánta baba de caracol tiré a la basura cuando crié caracoles! ¡Ay si ellos supieran de la coquetería femenina!
Tengo manchas en la piel. Ganas me dan de volver a tener caracoles.
Un abrazo, Elisa. Que pases un excelente domingo.
Y más con esta imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este caracol es una "cepaea", de los más bonitos de nuestro país. Son frecuentes en el Valle de Arán(Lleida) .Hay otros de color coral o todo amarillo limón,todos preciosos.
EliminarGracias por tu visita, Rafa.
Un abrazo
Muy romántico tu bello haiku. Me ha encantado el reptar de tu caracol.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, María. Si lo vieras al natural te gustaría más; tienen una silenciosa magia.
EliminarUn abrazo.
Increíble pero cierto. me gusta, acaba gustándome este estilo. Gracias.
ResponderEliminarEnrique, es que la sencillez del haiku es su esencia.Un instante inocente cuya emoción y asombro se contiene en 17 sílabas.
EliminarMe alegro de que te guste este estilo tan desprovisto de literatura ornamental.
Gracias por tu visita.
Saludos.
Hola Fanny, bella imagen la del caracol. Es para mí un animal cercano y simpático. También he tenido algunos en la terraza. Di la vuelta a un tiesto vacío y ahí se recogían, por la noche salían a recorrer mis jardineras y las del vecino...
ResponderEliminarEn cuanto a la cópula y los huevos lo recuerdo de cuando niño. Esas bolitas frágiles enterradas en la tierra.
Un abrazo.
Ernesto, ¡¡bienvenido a mi blog!! Me llamó la atención tu icono por lo que me gustan los animales. Gracias por tu visita y por detenerte a dejar tu opinión.
EliminarNo sabes cuanto me alegro de que hayas conocido detalles de la vida de los caracoles; eso me hace sentirte cercano.Compartir "manías" es un placer.
Un abrazo.
Animales y naturaleza me encantan. Ayer mismo veía en la tv una gallina con muchos pollitos recién salidos del huevo y caí en la cuenta del tiempo que hacía que no veía una imagen similar. Y mucho menos al natural...
EliminarCercano desde luego Fanny. Aunque eso de las "manías" ha provocado mi risa.
Buenas noches y un abrazo.
Nos quedamos embelesados con tu haiku, Fanny ..y avanzamos lentamente admirados como el caracol...sonrío
ResponderEliminarMi abrazo inmenso y gracias por compartir.
M.Jesús
Es verdad que cuando se observa un caracol, uno se sonríe; será por ese ir sin prisa, con tanta suavidad, que trasmite paz.
EliminarMuchas gracias por tu visita y por apreciar el haiku.
Un abrazo.
Me llega la actitud contemplativa de quien observa el lento deslizarse del caracol por una rama. Una sensación de calma impregna el haiku.
ResponderEliminar¡Ah, y el caracol, precioso!. Todos los del género cepaea lo son por su variado colorido.
Saludos.
Sí; esa lentitud se presta a la contemplación y es lo que he querido trasmitir: la admiración por esos pequeños habitantes de la Naturaleza.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Saludos.