Hay mentiras que parecen verdad,
y verdades que parecen mentira.
Y tú, corazón mío,
con tantos años a tu espalda,
¿aún no has aprendido?...
20 de enero,2014
compartiendo palabras.(4 de 52): MENTIRA
Iniciativa Sindel.
Hay mentiras y verdades que confunden, pero por suerte siempre todo sale a la luz. Yo tampoco aprendo aún. Un beso y gracias por participar!!!
ResponderEliminarHola, Sindel. ¡Que bien lo paso con tu propuesta! Crea vínculos entre la gente y me ha llevado a conocer otros blogs que merecen la pena.
EliminarGracias.
Un abrazo.
Arte y oficio. Se aprenden con el tiempo. Bueno... a veces nunca!
ResponderEliminarsaludos de María!
Hay mentiras dulces y casi siempre se pica, y verdades amargas que no se quieren escuchar.
EliminarGracias por tu visita.
Saludos.
Ayyys Fanny!!!
ResponderEliminarY yo que creo que el corazón es lo último del ser humano que aprende de sus errores. Claro, que en consecuencia nosotros también estamos igual y nunca creo que logremos aprender del todo.
Besos!
En cuestiones del corazón, es fácil tropezar en la misma piedra. ¡Qué le vamos a hacer!
EliminarQue tengas suerte.
Gracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
No aprendas, justo lo contrario olvida lo aprendido, vive en lo incierto practica el asombro y sueña tu verdad.
ResponderEliminarUn beso de
¡Pero oye, tu comentario es ya un poema! Gracias.
EliminarNo obstante tus recomendaciones, no me gusta vivir en lo incierto, sí el asombro -una capacidad que tenemos de niños y que luego perdemos- algo que aún conservo, y también me gusta mi sueño particular, aunque "los sueños, sueños son".
Julito, estuviste muy inspirado.
Un abrazo.
Oye tengo curiosidad por saber qué llevas en el brazo.(en la foto) "para practicar el asombro".
La curiosidad te hará eternamente joven.
EliminarLo importante de la foto son las flores.
Un beso mentiroso.
Así que me dejas con la intriga...
EliminarMe gustan las flores, pero en tu foto no las veo.
A "beso mentiroso", abrazo mentiroso.
En ese sentido nunca se aprende.
ResponderEliminar"El corazón tiene sus razones que la razón ignora", ya lo dijo Pascal.
EliminarGracias por tu visita.
Saludos
El corazón es como un niño...
ResponderEliminarUn beso.
Buena comparación, María.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Y hay quien no aprende nunca...
ResponderEliminarMe gusta tu casa, me quedo por aquí!
Un beso!
Teresa, ¡¡Bienvenida a mi blog!! y gracias por acompañarme.Mi casa es sencilla pero siempre abierta a los amigos y con ellos se me hace más acogedora.
EliminarHay corazones que no aprenden nunca, porque están llenos de esperanza.
Un abrazo.
algunos sí han aprendido
ResponderEliminar¿Y tú crees que les va mejor?...
EliminarYo, es que soy torpe.
Saludos.
Es verdad que hay veces que las mentiras parecen verdades y las verdades mentiras, pero siempre queda un rincón para descubrirlas.
ResponderEliminarBesos
Pero hay que descubrirlas a tiempo, antes de que hayan causado daños.La cuestión es que tampoco se puede estar a la defensiva; lo natural es confiar.
Eliminar¡¡Bienvenida a mi blog!!. Gracias por tu visita y comentario.
Un abrazo
Interesante e inquietante aporte. Se aprenderá o no?
ResponderEliminarLas aguas parecen estar divididas. En algo coincidimos: la mentira no es buena compañera.
un fuerte abrazo
¡¡Bienvenida a mi blog, Casss!! Con la sinceridad siempre se gana, pero hay mentiras dulces que, el buen mentiroso sabe decir.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Seguro que no, y seguirá igual, a pesar de los pesares.
ResponderEliminarUn abrazo.
Parece que tú también eres de los que tropiezan en la misma piedra. ¡Dulces tropiezos, no obstante, si no llegas a caerte al suelo.
EliminarA juzgar por tus poemas no aprendes.Estamos en el "pelotón de los torpes".
Un abrazo.
A la corta o a la larga, uno le va agarrando el hilo a quien miente, el nudo más pequeño, ya se ve a la distancia... y aunque traten de disimularlo, difícil será lograrlo. Hay mentirosos que se creen mu hábiles (se autoengañan).
ResponderEliminarEsperemos tener la intuición o el tacto, para no seguir cayendo en sus redes.
Tu poema, ha sabido ser muy sincero!
Besos!
Gaby*
Los hay hábiles entre los - y las- que mienten pero al final lo pierden todo.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un sincero abrazo.
La especie humana es la única que tropieza dos veces en la misma piedra. Has visto acaso a un perro que tropiece y caiga?
ResponderEliminarExcelente reflexión.
Paso a agradecer tus cariñosas palabras y también me harán falta tus versos…te dejo un fuerte abrazo y que nunca mueran tus sueños aunque caigas y levantes mil veces.
Besitos.
Gracias, Ceciely. Me alegro mucho de tus palabras y de tu amistad.¡Qué torpes somos y tan listos que nos creemos!...
EliminarSoy soñadora porque sin sueños la vida languidece; y sé que tú también lo eres.
Un fuerte abrazo.
De eso se trata la experiencia!
ResponderEliminarSaludos
=)
Hola.Gracias por tu visita y comentario.
Eliminar"La experiencia no siempre es madre de la ciencia" amorosa, porque cada amor tiene su qué y su atractivo.
Saludos.
Algunos practican el disimulo como si de un oficio de tratase, Gracias a la experiencia sabemos pillarlos de vez en cuando.
ResponderEliminarAbrazos
Solo de vez en cuando, porque la mentira se utiliza también como arma de seducción cuando el sujeto no tiene méritos propios.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Lo que pasa que hay mentiras disfrazadas entonces son muy dificil de descubrir aunque se diga ese refrán de que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
ResponderEliminarMe ha encantado tu aportación en la iniciativa de Sindel.
No te tenía enlazada como seguidora, un error, que acabo de subsanar, discúlpame, aunque sí en mi lista de blogs.
Un beso.
No, pues tampoco estabas en mi lista de blogs, acabo de añadirte también, discúlpame por mi despiste.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, María, por añadirme a tu gente.Así estaremos más al día de nuestras publicaciones.
EliminarMentir es un arte y hay gente que lo hace muy bien y miente indirectamente, con discreción.También ocurre que el corazón se deja engañar porque no es natural estar a la defensiva.
Un abrazo.
Pienso que no aprendemos totalmente el trazado y las dificultades del camino hasta que no lo hemos transitado en su totalidad. De todo aprendemos, incluso de las mentiras recibidas, pero no lo suficiente como para detectar con rapidez cuando vuelven a mentirnos.
ResponderEliminarUn abrazol.
¡Pero qué frustración sería descubrir la mentira al final del camino! Claro que se aprendería, pero sería una amarga lección, y no del todo aprendida, pues la mentira habita entre nosotros, no ya en cuestiones de amor sino en todo tipo de relaciones humanas. Diríase que el ser humano es mentiroso por naturaleza.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Algunos, aprenden, si que aprenden, pero no le es nada conveniente, con sus pretenciones.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Cecy,¡ Bienvenida! Gracias por tu visita y comentario. Se aprende relativamente, porque el corazón va a su aire; no le puedes poner barreras y cae en la trampa.Luego se las ve y se las desea para salir, aunque, al fin, sale.
EliminarUn abrazo
Es que hay mentiras muy bien enmascaradas.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tu visita y comentario y ¡¡Bienvenido a mi blog! !Espero que vuelvas!
EliminarBueno, todos hemos dicho mentiras alguna vez y sabemos que se nos miente en muchas ocasiones, pero las que más duelen son las que juegan con los sentimientos.
Saludos.