La
puerta del jardín se resiste,
empujo,
se entreabre y rechina
como
amargo reproche
por
la paz alterada.
Suena
en ella tu alma,
siento
tu latido -¡tan lleno de secretos!-
que
me hiere, me acosa,
me
intimida y me acobarda,
cuando
guardas silencio.
¡Ni
siquiera un qué,
ni
tan solo un cómo
ni un por qué!...
Y me topo de frente
con
los sueños vacíos.
Retrocedo…
Me
siento intrusa
en
tus “espacios divinos”
que
tu silencio advierte
que
no se entra,
que
no se tocan.
Enmudezco…
y mordiéndome
los labios
finjo
ser valiente
cuando
la noche penetra
por
todas las rendijas
y
siento tus pasos silencioso
cada
vez más lejanos.
Septiembre,013
Me encanta ese navegar que tienes al escribir poemas, son sensaciones , sentimientos que afloran igual que los sueños.
ResponderEliminarun beso
Escribir poemas es como soñar; se fabula sobre las vivencias, los deseos,las emociones propias y las de otros.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Todos estamos en ese espera, escuchando algún paso que se aleja en mitad de la noche. Buscando en las palabras un poco de sosiego para borrar la inquietud que nos causa el intruso.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte desde Rivas.
Mejor sería esperar que los pasos se acercaran y que la puerta del jardín no chirriara, pero hay gente que se atrinchera en sus dominios.
EliminarGracias por tu visita y comentario, José Luis.
Un abrazo desde Barcelona.
Será que tienes alma felina pero atemperada por una esmerada educación.
ResponderEliminarUn beso.
Hoy sí que hay calidad.
...¡que me haces reír, Julito! "Atemperada por una esmerada educación", no. Más bien atemperada por el silencio del dueño del jardín que, a la protagonista del poema, le "da con la puerta en las narices", y lo expreso así para quitar hierro al desencanto.
Eliminar¿"Hoy sí"? Menos mal que acerté en el poema 104. ¡Ya era hora!
Gracias por tu visita.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarLo he eliminado porque lo repetí al indicarme error en el primero, pero veo que sí aparece.
Eliminar¿Es la metáfora el jardín de un afligirse,
ResponderEliminarquerer entrar, aunque sea furtivamente,
atreverse, acobardarse, decidirse,
para echarse de nuevo atrás, tímidamente,
cuando el corazón del otro, no quiere abrirse...?
Pues más o menos aciertas con tu poema.Tienes mucha habilidad para versificar sobre cualquier cosa. Me ha gustado mucho.
EliminarEl silencio es una potente llave que cierra todas las puertas.
Gracias por tu visita y por el poema.
Un abrazo.
Es un sentimiento de intrusismo y soledad que reflejas perfectamente en tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando faltan las palabras, es difícil saber hasta donde se puede entrar.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo
Hermoso poema, me gusta tu estilo!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Silvina, me alegra tu visita porque a mí también me gusta tu estilo y tenerte como lectora es un regalo.
EliminarUn abrazo
Hola: Vine y me quedo como seguidor@ Me ha gustado el poema y es cierto que todo silencio es sinónimo de lejanía, de frío de cementerio.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro
¡¡Bienvenida a mi blog, Rosa María!! Muchas gracias por tu visita, por tu comentario y por quedarte seguidora.
EliminarEstaré encantada de recibir tus opiniones.
Un afectuoso saludo.
Sigilosamente delicioso ese andar del poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando todo es silencio y la puerta chirría, hay que andar con sigilo.
EliminarGracias por tu visita y comentario.
Un abrazo