Llegan ecos de guerra
abriendo dolorosa herida.
Avanzo hacia tu impenetrable fortaleza
con un canto de amor desafiante,
tensado el arco, y la flecha
apuntando hacia tu centro,
fuente de fuego inaccesible.
Bordado en oro, tu nombre
ondea en mi oriflama.
Oriflama, qué preciosa palabra me descubres con esa poesía a modo de definición de la Academia de la Lengua Real.
ResponderEliminarHay palabras olvidadas, en desuso, y sin embargo, contienen una oculta belleza digna de ser rescatada. Gracias, Iván. Siempre me alegra encontrarte.
EliminarPreciosas palabras Fanny. Un beso.
ResponderEliminarHola, Lola. Gracias por tu lectura. Deseo que tu Biosfera esté exhuberante y disfrutes de la belleza que aporta a la vida cotidiana.
EliminarUn abrazo.
Muy bello.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Amalia, agradezco que, en este periodo vacacional tan propicio al olvido, hayas pasado por aquí.
EliminarUn abrazo.
Se inflama de fuego y oro esa oriflama de amor. Brillante. Felices vacaciones. Con el afecto de siempre.
ResponderEliminarGracias, Franziska. Tus amistosas palabras son refrescantes en estos días de calor.
EliminarUn abrazo.
Aquí se ponen de manifiesta las analogías entre el amor y la guerra, dos empresas épicas. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Muy bueno, Pedro! "Dos empresas épicas" de las que no siempre se sale triunfador.
EliminarGracias, amigo.
Un abrazo.
Amiga, no hay guerra sin amor ni amor sin guerra... Además, a veces encontramos el amor en medio de una batalla dialéctica, por ejemplo... Eso sí, tus textos expelen paz para hoy y gloria para siempre. Así que seguiré viniendo por aquí para leerte entre arcos tensados y flechas que apuntan directamente, al corazón del alma escrita.
ResponderEliminarGran abrazo canicular.
Mario
Tus comentarios, siempre estéticos en forma y contenido,"apuntan al corazón del alma escrita".¡Qué bella imagen! Gracias.
EliminarUn apretado abrazo, tan canicular como el tuyo, pues estoy en el sur y hoy sopla Poniente.
Fanny, me alegro leerte de nuevo, amiga...El amor es un sentimiento que lucha por hacerse un hueco en el corazón. La mente no siempre lo permite, de ahí esa lucha, que has utilizado como un símbolo en tu poema...Preciosa esa "oriflama" que hondea en el tiempo dando eternidad al sentimiento.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, amiga.
M.Jesús
Amiga Mª Jesús. Me alegra tu paso por aquí y tus sentidas palabras sobre el poema y la pasión amorosa que libra batallas en el interior del ser humano.
EliminarUn abrazo.
Aunque sé que estás de vacaciones, pasaba a decirte que ayer publiqué la palabra "caleidoscopio" que me regalaste. Si te parece oportuno, cuando quieras, estará una semana. Me he tomado la libertad de recomendar tu blog. Un abrazo. Franziska
ResponderEliminarMuy agradecida, amiga. Me pasaré por tu blog ahora mismo.
EliminarUn abrazo.
Oriflama. Palabra que hace el poema muy original.
ResponderEliminarHa sido un placer leerte.
Un abrazo,
Gracias, Josefa.Me alegro de encontrarte de nuevo.
EliminarUn abrazo.
Ojalá todas las guerras fueran de esa guisa...
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Luis Antonio.Volvemos de las vacaciones para seguir librando nuevas batallas.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo.
Me alegra encontrarte Fanny.
ResponderEliminarMe encanta la belleza de tus letras. El amor como bandera.
Precioso.
Un cálido abrazo
Lo mismo digo, Sneyder.Tras las vacaciones, los reencuentros son un estímulo. Gracias.
EliminarUn abrazo.
Encantador oriflama acompañado de la finura de tu lirica. Ay, las guerras del amor, guerras sin treguas en nombre de tan noble sentimiento.
ResponderEliminarSaluditos
Se me pasó responderte, Yessy, pero, aunque con retraso, quiero agradecerte tu comentario.
EliminarUn abrazo.