Gato montés. Foto tomada de Internet |
La selva se agita,
los árboles acompasan sus ramas
con la furia del viento.
Aúllan los lebreles,
el gato montés encorva el lomo
oteando su presa...
Sube un rumor de piedras
desde el río,
y ebria de música, la muchacha
persigue pájaros imaginarios.
los árboles acompasan sus ramas
con la furia del viento.
Aúllan los lebreles,
el gato montés encorva el lomo
oteando su presa...
Sube un rumor de piedras
desde el río,
y ebria de música, la muchacha
persigue pájaros imaginarios.
será devorada
ResponderEliminarlos gatos no tenemos piedad con las muchachas
Hay gatos que son tigres, pero tú no pareces uno de esos. Al menos no lo pareces. Creo que también persigues pájaros imaginarios.
Eliminar¡¡Miau !!
Una joyita. ¡te felicito ! Me encantó .
ResponderEliminarmuchos besos admirados.
¡Feliz sábado !
Mª Carmen, tienes una mirada poética bondadosa y agradezco tu comentario y tu visita.
EliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Debe pasar algo porque el gato tiene una cara de pocos amigos...
ResponderEliminarAsí son los gatos-tigres que se enseñorean en el selvático mundo en que vivimos.
EliminarGracias por tu visita.
Bonita imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, hay bellezas feroces, como en las personas.
EliminarGracias, Rafa. Buen fin de semana.
Un abrazo.
Cuando la selva se agita , aúllan los lebreles, sube el rumor de las piedras , entonces "magnífica surges tú"
ResponderEliminarBesos
André
¡Qué bonito comentario, André! Es posible que me identifique con esa muchacha que persigue pájaros imaginarios. Creo necesarias las utopías.
EliminarGracias por tu sentir.
Un abrazo.
parece un gato montes .. pero .tiene ojos de ser manso .
ResponderEliminarFanny ojo con este gato.
besos
Me gustan los animales, pero en este poema le tocó al gato montés el papel de malo, como metáfora de los que acechan en esta jungla en la que vivimos.
EliminarGracias por tu visita, Marina.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
!Huy! el gato tiene una mirada inquisidora...
EliminarMe gusta.
Un calido abrazo
Sí, sí... Hay personas que son como ese gato.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
linda tu selva Fanny!! me gustó mucho tu forma de expresarla (acabo de aprender que los lebreles aullan). Saludos afectuosos, agradecido por tu presencia.
ResponderEliminarBueno, lo de "aúllan los lebreles" , es una licencia poética para aunar su condición de cazador y la ferocidad. No obstante creo que cualquier perro puede aúllar si se le enseña. Un amigo tenía una perrita Fox Terrier a la que le enseñó y era divertido verlos.
EliminarGracias por tu visita, Lao. Me gusta encontrarte.
Un afectuoso saludo.
Los pájaros que tienen asiento en las cabezas de las muchachas o en las de quien sea no le hacen daño a nadie. Mientras no sea obsesión... Está quien persigue pájaros imaginarios y se encuentra con palabras tan hermosas como las que dejas aquí, en tu espacio. Saludos.
ResponderEliminar¡Bienvenido a mi blog! Me alegro de que te hayas asomado a esta ventana y te haya agradado el paisaje.
EliminarEl mundo en que vivimos es una selva, pero siempre existirán personas que persigan utopías.
Gracias.
Un afectuoso saludo.
Creo que este gato, es más independiente si cabe que los demás...dejará a la muchacha que siga persiguiendo pájaros imaginarios.
ResponderEliminarUn beso.
¡Muy positivo comentario! Gracias por tu optimismo.
EliminarUn abrazo.
Hola Fanny... Me ha encantado, bueno como siempre eres capaz de describir con precisión, y realismo... Me encanta como empieza feroz, con el aullido de las lebreles, aunque me queda la duda si la muchacha consigue algún pájaro imaginario...
ResponderEliminarCuidado con los Lebreles son muy poco fiables, ladrones y envidiosos, y por supuesto depredadores. mi hija tiene un labrador negro que se llama Lluna es negra y no puede verlos, los odia... y eso que no es conejo no liebre...
Un abrazo....
Me gusta tu comentario, Llorenç y que tengas en la familia un labrador también. Me encantan estos perros; son muy cariñosos, aunque los pájaros inciten su instinto cazador.
EliminarComo a ti, me queda la duda de si la muchacha conseguirá algún pájaro cuando la selva se agita, pero intentar conseguir lo que parece imposible es un aliciente para vivir.
Un abrazo.
Fanny, en tu poema el viento trae un montón de voces, sonidos y presagios...Todo está en movimiento, el gato alerta, preparado para atacar a su presa, los lebreles aullan como lobos,las piedras también se atreven a lanzar sus rumores....Y la muchacha en su mundo de sueños...¿no estará en peligro esa chica...? Espero, que no...Espero, que el viento sólo traiga la música y la vida le responda con múltiples voces, sólo eso...Mi felicitación y mi abrazo por tu sugerente e inspirado poema.
ResponderEliminarM.Jesús
Buena reflexión, Mª Jesús. Todos los soñadores viven peligrosamente; siempre ha sido así.Pero vivir agazapados, atenazados por el miedo de los sonidos que llegan de la selva... no es la mejor forma de vivir.
EliminarGracias por tu interesante comentario.
Un abrazo.
Espero que lo que queda por contar no acabe mal... ¡Qué dolor!
ResponderEliminarY que bello...
Un abrazo muy fuerte, Fanny.
Escribí este poema como una alegoría del mundo en que vivimos: una selva enmarañada, pero siempre con gente persiguiendo utopías y es necesario que existan para conseguir abrir un claro en el bosque.
EliminarGracias, Emilio. Me alegro de encontrarte.
Un abrazo.
Bonito contraste, Fany.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Pedro. Gracias por asomarte a esta ventana y dejarme unas palabras amistosas.
EliminarUn abrazo.
Y la selva se dulcifica en esa mirada perdida que se eleva por encima de los aullidos y las garras.... ¿Selva? No, vergel de la inocencia.
ResponderEliminarBss
Bss
Una dulce mirada sobre el poema; tienes alma de poeta y viste una bandada de pájaros posada en los versos y su canto silenciando los aullidos...
EliminarGracias por tu bello comentario.
Un abrazo.
Idílica imagen, sí... Me refiero al plato de pajaritos fritos que hoy comerá la inocente muchacha.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
¡Ay, no!...Creo que hace tiempo se prohibió eso de comer pajaritos fritos. Prefiero verlos picoteando bajo las mesas y revoloteando.
EliminarGracias por tu simpático comentario, Amando.Me hiciste sonreír.
Un abrazo.
Que cosas tan bella me trae el viento con tu poema. Preciosa la foto.
ResponderEliminarUn beso Fanny
Isa
Gracias por pasarte por aquí y dejarme unas palabras amistosas.
EliminarUn abrazo.
Me gustan los gatos salvajes y los gatos mansos. Me gustan los de campo y los de ciudad. Me gusta cualquier bicho vivito y coleante. Y me gusta que los animales se asomen a tus ríos de letras bravas y mansas, o algo así.
ResponderEliminarFeliz tarde de otoño.
Mario
A mí también me gustan todos los bichos, de cuatro, de seis, de ocho patas, los ápodos y ¡cómo no!, los de dos patas.
EliminarPerros, gatos , roedores y caracoles, mis preferidos.
Me gusta que no hagas ascos a los bichos. Ganas puntos.
¡Miau !