No me dejes soñar
que del sueño salgo herida.
Arranca
los primeros brotes
con tus manos
mientras de música de fondo
suena Mahler…
Remueve la tierra
con rastrillos de hierro
y mata las raíces
de las plantas intrusas
crecidas en el gozo
de las últimas lluvias.
Castiga el tenaz rebrote
con el mortal herbicida del silencio
y quede tan solo el leve rastro
de una planta marchita.
¡Arranca de cuajo
la roja clavellina de raíces hambrientas
que a ti me sujeta
y quede mi alma en libertad!
¡Arráncala de cuajo, amor!
Y así comience el fuego a enmudecer.
Compartiendo palabras:
nº 46: LIBERTAD
Hermoso poema, muy bucólico . lleno de nostalgia y pasión
ResponderEliminarBesos
André
Gracias, André. Me gusta encontrarte por aquí y saber qué opinas.
EliminarUn abrazo.
Muy buen poema, Fanny; la invocación al enamorado es siempre una llamada al deseo, pero también un ruego para que lo individual se preserve libre. Abrazos fuertes.
ResponderEliminarAsí es, José Luis. Hay enamoramientos -o quizá todos- que son cárceles, obsesiones, ataduras que uno se liga y cuestan desatarse. Se rompen antes los sueños que las ligaduras.
EliminarAprecio mucho tu visita y comentario. Muchas gracias.
Un fuerte abrazo.
Si ya los sueños nos hieren, ¿qué lugar donde esconderse nos quedará, Fanny?
ResponderEliminar¡Emocionante!
Todo es pasajero, y si se toma como permanente, uno sale herido del sueño.
EliminarGracias por tu comentario, Isabel. Me alegro de encontrarte y de tus exitosas publicaciones.
Un abrazo.
Qué difícil sentirse libre estando enamorada/o cuando solo se piensa en el otro más que en uno mismo/a
ResponderEliminarPrecioso poema Fanny!
Un beso ;)
Es que el enamoramiento es un estado irracional, un sueño del que casi siempre se sale herido. Lo mejor sería amar sin enamorarse; amar una realidad, no un sueño.
EliminarGracias, Gumer. Encantada de leer tu comentario.
Un abrazo.
Si los sueños nos hacen daño mejor dejar de soñar, lo único que la vida es mucho más dura.
ResponderEliminarHoy tus versos me suenan nostálgicos querida Fanny pero no por ello menos bellos.
Un beso enorme.
¡Dejar de soñar!...¡Quien pudiera liberarse del sentimiento que lo alimenta!
EliminarGracias por comentar, María.
Un abrazo.
Y así comience el fuego a enmudecer. ¡GENIAL! me ha encantado. Comparto. Un abrazo.
ResponderEliminarEn realidad, todos los fuegos dejan de crepitar algún día y enmudecen pero, a veces, es necesario acelerar el proceso.
EliminarGracias , Alfredo. Compartir con un excelente poeta como tú, me llena de satisfacción.
Un abrazo.
Las heridas de los sueños suelen doler cuando quedan "rescoldos y recuerdos".
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Y siempre quedan y se avivan de vez en cuando.
EliminarGracias, Rafa.
Un abrazo.
Letras llenas de pasión y de fuerza.
ResponderEliminarSin pasión nada es posible, así que ¡ bienvenida !
EliminarGracias por pasarte por aquí y dejar un comentario.
Desovillar los besos cuesta tanto!, por eso a veces uno no quiere despertar, dejar cerrados los párpados, huérfanos de esa sensación de embeleso.
ResponderEliminarMuy buen poema. Desgarrador, salido de las entrañas, como las mejores poesías, que se tejen en la almohadas. Un beso.
Me gusta eso de "desovillar los besos"; es una metáfora muy acertada. En tus comentarios te muestras con sensibilidad poética que aprecio mucho.
EliminarGracias, Albada. Es un placer encontrarte y conocer tu opinión.
Un abrazo.
El amor desgasta y da sentido
ResponderEliminar"Da sentido"... ¿Será por eso que tropezamos en la misma piedra?. Bueno, no creo que "el amor desgasta" sino que se desgasta muy a nuestro pesar.
EliminarUn afectuoso saludo con sentido y sin desgastar.
Bona nit, Noel.
"No me dejes soñar, remueve, castiga y arranca de cuajo..." Con tono y verbo imperativo y quizá suplicante te dirijes al amado..Y es que los "apegos" hacen daño, anulan la voluntad y la dignidad humana...Tu poema conlleva una profunda crítica a esos "amores enfermizos" que ascienden y descienden a velocidad de vértigo...Es difícil amar de forma incondicional, pero es la mejor opción, sin exigencias, ni condiciones, sin fantasías, ni engaños...El amor verdadero debe destilar paz y equilibrio...Mi felicitación por la intensidad y la belleza lírica, que siempre nos regalas, Fanny. Mi abrazo y mi cariño, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Gracias a ti, Mª Jesús, que con tus comentarios amplias el sentido del poema.El amor interpersonal libera, pero también encadena, y no solo los "amores enfermizos" que señalas, sino toda pasión no correspondida, los amores adobados con prejuicios, etc.
EliminarSiempre te espero y siempre me alegro de tu llegada.
Un abrazo.
Precioso poema! Un grito desgarrador que pide libertad. Impecables metáforas. Hermosos versos!
ResponderEliminarUn beso enorme.
Gracias, Sindel. Llegué con retraso, pero ¡ cómo faltar a la cita contigo !...
EliminarTengo pendiente leer vuestros poemas, pero estoy en ello.
Un abrazo.
Un gran poema. El deseo de no desear. Hermosas imágenes, fuertes y pasionales. Ese herbicida del silencio también se puede combinar con el del tiempo que mata plagas enteras de desamores. Me ha gustado más de lo que te sabría expresar.
ResponderEliminarTienes razón, el tiempo es un implacable ejecutor, pero el silencio es más inmediato.Puede romper una ilusión en poco tiempo.
EliminarGracias por tu expresivo comentario.
Saludos.
La mente tiene muchos secretos...que al soñarlos duelen.
ResponderEliminarUn abrazo.
“Es feliz el que soñando, muere. Desgraciado el que muera sin soñar”. (Rosalía de Castro)
Me gusta tu comentario, José. La mente es una gran fabuladora que nos proporciona buenos ratos, pero también malos. Soñar es maravilloso, pero a cada sueño le sigue un despertar y es ahí donde duele.
EliminarMuy cierta la cita de Rosalía de Castro. Nunca se debe uno lamentar de haber soñado.
Un abrazo.
Difícil sentirse libre si nos duelen los sueños.
ResponderEliminarSiempre magistral.
Un abrazo
Así suele pasar, pero los sueños se resisten a partir.
EliminarGracias por apreciar el poema.
Un abrazo.
Las raíces del recuerdo, cuando se agarran al alma, no hay quien las arranque.
ResponderEliminarBss
Son devoradoras, invasoras..."Quien lo probó, lo sabe", como escribió Lope de Vega en su poema.
EliminarGracias, artista.
Un abrazo.
Hola Fanny.. !Uff..!! Perdona. Se me había pasado esta entrada...
ResponderEliminarComo decía Calderón en La vida en sueños, "los sueños, sueños son"... Aunque esos sueños son vehementes, arrancan de cuajo el amor, para que su alma quede en libertad...!Precioso..NO..!!
Abrazos.....
Las pasiones atan y no es fácil deshacerse de ellas, pero, por otra parte, siempre digo que sin pasión no se consigue ni se disfruta nada.
EliminarGracias, Llorenç, por tu visita y porque siempre te gustan mis poemas y lo expresas tan generosamente.
Un abrazo.
Me suena a una doliente historia de amor, que se enmarca en medio del simbolismo de raíces, plantas, brotes y rastrillos. Ella no quiere seguir ilusionándose, por ello pide no soñar. Se sabe sin fuerzas para renunciar a ese sentimiento, por ello pide casi suplicante, que sus sentimientos sean arrancados y lanzados al fuego que todo lo consume y que representa ese olvido liberador que ella siente no es capaz de encontrar por ella misma.
ResponderEliminar¿Sabes una cosa escritora?... me gustaría escribir como lo haces tú.
No te envidio. Te admiro, que no es lo mismo y es mejor.
¡Saludos!
Tu lectura coincide con la idea del poema.A uno, por sí mismo ,le cuesta deshacerse de un sentimiento apasionado.
EliminarGracias por tus elogios, Juan Carlos. Me llegan tus cálidas palabras cargadas de amistad y estrecho esa mano tendida que ofreces.
Un abrazo.
Un abrazo.
Mi querida Fanny cuando el amor es verdadero y sus raices son sanas no hay forma de acabar con esa planta que se llama amor...brota y brota ...¡te lo digo yo!...preciosos versos ...
ResponderEliminarbesos para ti
Marina
Siempre tan amorosa , Marina. Gracias por unirte a mi sentir: "no hay forma de acabar con esa planta de raíces hambrientas".
EliminarUn abrazo.
Le he prescrito a mi corazón, justo al borde de tus letras, que sueñe mucho...
ResponderEliminarCréeme, es increíble tu manera de escribir. Y de sintetizar, también...
Gran abrazo poético.
Mario
Mario, no hagas caso del poema. ¡Sueña hasta que el sueño duela!...Luego, si eso ocurre, conviértelo en poema.
EliminarEscribo como siento y sintetizo como puedo; a veces se me alarga el poema, a mi pesar.
¡Qué bien me sienta tu "abrazo poético"! Gracias por tu generosidad.
Otro para ti.