Foto tomada de Internet |
Presionas tu mano en la mía.
me miras y dices sonriendo
-como queriendo tus ojos consolarme-
que nada es importante,
que es así cómo el tiempo
desdibuja los perfiles
y los va emborronando lentamente.
Que esto que nos pasa
es lo que le ocurre al río
que se queda sin agua:
no hay peces, no hay algas,
ni el cielo se refleja .
Presionas tu mano en la mía,
me consuelas y comprendo:
es lo mismo que le ocurre
a la luna llena, noche tras noche
decreciendo.
Presionas tu mano contra la mía y escucho tus latidos.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Así es, Rafa, latidos que también van decreciendo, a nuestro pesar, pero que se sienten hasta el último momento.
EliminarGracias por tu emotivo comentario.
Un abrazo.
Un triste consuelo considerar como inevitable y normal la pérdida de lo que tanta felicidad nos dio. La muerte es inevitable y normal pero no por ello es menos dolorosa.
ResponderEliminarComo siempre, un bello poema que da mucho que pensar.
Un abrazo.
Aceptar la fugacidad de todo, ese desgaste continuo, incluso de la ilusión,puede ser también acicate para vivir intensamente.
EliminarGracias por tu visita y comentario, Josep Mª, que, como siempre, recibo muy gratamente.
Un abrazo.
Mi vida hoy quedó impregnada entre tus versos...a veces los versos son nuestros corazones que hablan y llaman ese gran amor .
ResponderEliminarFanny hoy salgo de aqui triste
besossss
Date una vuelta por los poemas más amorosos y anímate; no te detengas en este si te causa melancolía.Se debe escribir sobre el amor y el desamor; de despedidas y encuentros; todo forma parte de la vida.
EliminarGracias, Marina.
Un abrazo.
Inevitable decrecer. Con la mano cogida, se acaricia la pérdida mejor. En compañía.
ResponderEliminarUn abrazo
Por eso mis versos son suaves; no hay culpables; es natural el desgaste ,incluso de las emociones, y uno se relaciona con personas y cosas, de otra manera.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
La luz continua, a pesar
ResponderEliminar¿Será por eso que los sentimientos son tan tercos?...
EliminarSalud, Noel. Gracias.
Pero tú eres importante y la luna , volverá a surgir en tu corazón y en la mirada.
ResponderEliminarBesos
André
¡Qué esperanzador comentario, André! Eres optimista y fiel guardián de tus amores, según te muestras en tus versos. Y siendo así, tu comentario no podía ser de otra manera. Gracias, amigo.
EliminarUn abrazo.
Fanny, somos estaciones, río y luna, que crece y decrece...Hay momentos para todo, la mente nos impulsa y nos aquieta, el corazón arde y se enfría...Somos naturaleza en continua evolución. Sin embargo, el amor siempre late en nuestro interior y nos mueve hacia adelante...No debemos olvidarnos de él y seguir alimentándolo a través de las emociones...Tu poema nos hace pensar...y a la vez nos impulsa. Mi gratitud y mi abrazo inmenso por compartir.
ResponderEliminarM.Jesús
¡Ah, me gusta eso de que "somos estaciones,río,luna, que crece y decrece"!...Así es, un verdadero río que aumenta o disminuye de caudal según las vivencias y, como él, recorremos tramos llanos y otros abruptos y desniveles profundos, pero no se detiene el agua.
EliminarMuchas gracias por tus aportaciones filosóficas.
Un abrazo.
La semana próxima estaré de viaje,y no podré pasarme por vuestros blogs, pero en cuanto vuelva me pondré al día.
Fanny... Que triste lo expresas, pero no hay que pensar tanto en que la luna decrecerá, pensemos mas en disfrutar de la luna llena mientras nos cautiva con su plenitud, lo que suceda no lo podemos cambiar, pero podemos disfrutar de lo que sucede hoy... !No crees::!!
ResponderEliminarUn abrazo...
Bueno, Llorenç, no me imagines triste aunque escriba despedidas así. Acepto las pérdidas y, como dices, disfruto del presente siempre que no me falte la amistad de gente como tú. Sois lluvia para mi río. Gracias.
EliminarUn abrazo.
No sufras por lo que aún no ocurrió, sufrirás dos veces, hoy y cuando llegue. Amiga, toma esa mano y baila bajo la luna llena.
ResponderEliminarUn abrazo cálido
Eso es lo que se debe hacer y en eso me empeño, e incluso habrá que aprender a bailar en la oscuridad.
EliminarGracias, Alondra.Te posas en mi ventana y me animas a volar.
Un abrazo.
Nuevas etapas llenas de complicidad, ¿por qué no?
ResponderEliminarNuevos bailes para acomodarnos.
Besos
Siempre hay complicidades que ayudan a contemplar el ocaso de la luna.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Y la luna se queda sin peces y los labios sin besos.
ResponderEliminarBss
...Y el corazón sin sueños.
Eliminar¡Oscuridad!
¡Vaya, entre los dos escribimos un desolador poema!
Un abrazo.
Precioso poema Fanny, suave y silente, como los ríos cuando la corriente va disminuyendo, pero la recuperación llega siempre, en cualquier elemento...
ResponderEliminarMe encantó leerte.
Un abrazo.
Me encanta que aparezcas, Elda; tus comentarios son cálidos y esperanzadores.
EliminarMuchas gracias.
Un abrazo.
Las pérdidas las aceptamos porque no nos queda más remedio, aunque el pataleo vaya por dentro, te han salido muy bonitas las palabras.
ResponderEliminarUn beso, compi. cafelito?
Con tu cafelito, remonta el ánimo. Gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Hasta la luna nueva, Besos.
ResponderEliminarEsa es la esperanza:A la luna nueva siempre se le abre una rendijita de luz que va creciendo, creciendo...hasta ser luna llena, para volver a ir poquito a poco decreciendo. Un juego de luces y sombras, como la vida.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
Noches oscuras,pero siempre nos queda esa nueva luna...un abrazo.J.R.
ResponderEliminarHola, José Ramón. ¡¡Bienvenido a mi blog! Gracias por tu comentario que me lleva a la otra cara de la luna llena de luz.
EliminarUn abrazo.
Nada dura para siempre y, como la luna, nosotros también tenemos fases.
ResponderEliminarLo importante es no perder nunca la esperanza de volver e ser plenilunio otra vez.
Lo has contado con mucha maestría.
Abrazos Fanny
Gracias, Joaquín.
EliminarMuy bonito comentario; que los días de luna nueva sean solo preámbulo hacia la luna llena.
Un abrazo.
Pero permanece el consuelo (y ese será creciente)
ResponderEliminarAbrazos, siempre
La esperanza siempre creciente, Amando.
EliminarGracias por pasarte por aquí.
Un abrazo.
Acabo de alcanzar la luna. Por fin... Y tras leerte casi puedo afirmar que la sonrisa es uno de los lenguajes más bonitos... Y que apretar una mano contra otra, o rozarla, simplemente, es un gesto de una belleza infinita. Así, como tus letras y sus afectos secundarios.
ResponderEliminarAbrazo.
Mario
El lenguaje del cuerpo es muy elocuente y tiene "sus afectos secundarios", sí. ¡Qué bueno, Mario! Tú eres poeta y espero el día en que pueda pasearme por tus prosas y por tus versos.
EliminarHace un rato que te estoy enviando abrazos porque tu paseo por mi blog ha sido un largo y generoso paseo.
Gracias.