sábado, 29 de marzo de 2014

La escalera del olvido

                                                                                                       Amapolas. Pintura de Gustav Klim (Foto de Internet)

Había en mí ideas de suicidio; de lanzar al vacío recuerdos y deseos opresores para   librarme  de la angustia que me producían. Comencé a subir la angosta escalera del olvido, de escalones altos y maltrechos, en cerrada espiral vertiginosa, que me arrancaba suspiros para recobrar el aliento y poder soportar la carga de los vivos deseos que estaba dispuesta a arrojar al vacío.
                                  Día nublado.
                                  Hoy no se han abierto
                                  las campanillas.

Al llegar al último peldaño, contemplé a lo lejos, el mar turquesa de una pequeña cala , un velero que se alejaba de la orilla y sobre mi cabeza, el rosado  atardecer, como si en el cielo hubieran florecido las adelfas. El viento del sur me murmuró al oído  la canción que canta al pasar entre los pinos, tantas veces sentida y evocada. Cerré los ojos para evitar visiones turbadoras y  lancé al vacío recuerdos y deseos.
                                    Llega de nuevo…
                                    El murmullo del viento
                                    entre los pinos.
                                                      
Rodaron en el espacio, como piedras lanzadas al aire que regresan, a plomo, hacia su origen, mientras aquella música amada, que resonaba dentro de mí, se hacía más vibrante y empañaba mis ojos. Sin recuerdos, sin deseos, con el alma en blanco, me volví tan ligera, tan vacía, que  quedé a merced del viento…

 Sobrevolé bosques de robles, ríos caudalosos, prados floridos , jardines… y el viento iba arrastrando los recuerdos que aún flotaban en el espacio y, sin dejar de cantarme su canción, me dejó en un campo de amapolas, y volví a soñar abrazada a mis recuerdos.
 
                                      Vuelven vencejos.
                                      Han cubierto los prados
                                      las amapolas.
 
Junio,2013
Revisado: 29,marzo,2014

28 comentarios:

  1. En su libro SENDA DE OKU, que Octavio Paz versionó al castellano, Matsuo Basho alterna fragmentos descriptivos y haikus con insólita brillantez. Deja una sensación de estar en el camino. Tu entrada de hoy también. Enhorabuena Fanny, y si puedes me remites por el correo de gmail tu dirección postal, me encantaría enviarte dedicado alguno de mis libros de poemas. Besos y feliz sábado.

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    1. ¡Qué alegría me das, José Luis! Tener un libro de poemas tuyos -¡y dedicado!- es un precioso regalo con el que voy a disfrutar y aprender. Muchas gracias.
      También agradezco tu comentario a este Haibun. Conozco el libro de Bashoo, siempre recomendado a quienes se interesan por el haiku, aunque me gusta más Shiki, Issa y Onitsura en cuanto a haikus se refiere.
      Un abrazo y buen fin de semana.

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    1. Veo en ti ideas homicidas subyacentes.

      Y, a pesar se eso, sonreí con tus malas ideas.

      Salud, Noel.

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    1. Fue un bonito colchón en el que aterrizar. El viento sabía lo que se hacía.

      Gracias por tu visita y comentario.

      Buen fin de semana.

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  4. Creo que lo mejor es esperar ,recapacitar lo que se hace bien o mal,o lo que te han hecho,y a la mañana siguiente todo se ve de otro color incluso las amapolas tambien las hay azules ,yo tengo una amiga y la quiero un montón.
    Bueno espero no tengas jamás esos deseos a subir esos escalones para tirarte...mira avisa igual salto contigo para probar
    que pasa al llegar al fondo.
    buenas tardes y para ti querida Fanny un abrazo
    Marina

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    1. Bueno, yo no iba a saltar, eran los recuerdos, algunos deseos que hacen daño, los que se querían olvidar, pero siempre ocurre algo que nos los devuelve, así que, como ves este relato -Haibun- acaba bien.

      Oye, en la Naturaleza no hay amapolas azules. Podrían conseguirse en cultivos de jardinería sofisticada, como ocurre con las rosas, que ahora las hay azules, verdes, violeta, jaspeadas...pero para mí, siempre las rojas.
      Aquí, el 23 de abril, día del libro, además de esto se regala una rosa y se ven de todos los colores y fantasías, pero no me gustan. ¡La roja, la más bella!
      Gracias por tu visita y por tu amistad.
      Un abrazo.

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  5. Ese viento sur es embriagador.
    Un beso Fanny ;)

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    1. Sí, me gustó poner al viento y su canción rescatadores de felicidad.

      También el viento, empujando las olas, pone belleza en tus fotos.

      Gracias por tu visita y comentario, Gumer.

      Un abrazo.

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  6. La naturaleza es sabia y nos habla siempre.
    Un abrazo.

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    1. Su voz es relajante, menos cuando se enfada y muestra su poder destructivo.
      Tú que conoces bien el mar, lo sabes.

      Gracias por tu visita.
      Un abrazo.

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  7. Muy altos son a veces los peldaños de esa escalera. El final de la subida suele mostrarnos amapolas, olas de mar, una página de un libro, un café, un paseo, una charla amiga, una caricia... ahí en ese último peldaño hay de todo.

    Un abrazo y tu cafelito.

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    1. Eso es lo que hace que se dude de si despojarse de todos ; descubrimos que forman parte de nosotros mismos.Por eso, se intenta cerrar los ojos para ser capaz de deshacerse de los recuerdos, pero el viento los traía en su canción y eso la salvó.

      Hay momentos así, pero siempre hay una visión y un susurro que no cesan y devuelven la esperanza.

      Censura, gracias por tu visita,comentario y por el excelente café.

      Un abrazo.

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  8. El ser deja de pesar y nos vuelve leves, como simples plumas que se mecen a merced del viento, pasamos de un sentir derrotado a un estado donde todavía sin saberlo, la esperanza acaricia en la piel como tus versos, como esas amapolas meciéndose al son de la brisa....

    Me ha gustado y mucho!

    Un abrazo!

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    1. Somos todos los recuerdos y vivencias y deshacernos de ellas nos vacía el alma y nos zarandean los vientos.Pero entre tantos recuerdos siempre hay una música que nos devuelve la esperanza.

      Gracias por tu interesante comentario, FG.
      Un abrazo.

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  9. todo pasa. La vida es un eterno misterio que vamos descubriendo a cada paso.
    Muchos besos del alma.

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    1. Sí, Mª del Carmen. Gracias por tu reflexión; el ir descubriendo es emocionante unas veces y decepcionante, otras, pero así avanzamos y aprendemos.

      Gracias por tu visita. Buen domingo.
      Un abrazo.

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  10. Un bello texto, un viaje poético.

    un abrazo.
    Pedro

    La fotografía ofrece unos colores vivos y contrastados, y parece una bandera (de hecho casi igual a la bandera de Azerbaiyán.

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    1. Es verdad que la pintura tiene los colores de esa bandera, pero es que en la Naturaleza es fácil encontrarlos en esa disposición.
      Gracias por tu visita y por apreciar mi prosa.

      Un abrazo.

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  11. Precioso campo de amapolas Fanny... La vida nos depara sorpresas, pero aveces puede surgir la sorpresa maravillosa, como cuando las amapolas florecen en el campo...
    Saludos....

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    1. A veces, se dan esas maravillosas sorpresas, Llorenç, no lo dudo, pero es raro que cada día, al asomarnos a la ventana, veamos un campo de amapolas.
      Yo ahora veo mis cactus en flor, espectaculares. Me gustan estas plantas porque son como la vida misma: crecen flores espléndidas entre agudas espinas.

      Gracias por tu visita y por tu poético comentario que me ha gustado mucho.
      Saludos.

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  12. Me gusta tu prosa poética y este sitio. Me haré seguidor tuyo. Si te apatgece date una vuelta por mi blog: www.eldiaquefuimosdioses.blogspot.com.

    Un abrazo

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    1. Bienvenido Francisco! Agradezco que quieras ser seguidor de mi blog y, con mucho gusto y curiosidad me pasaré por el tuyo. Tiene un nombre original.Creo que solo fuimos dioses de muy pequeñitos; yo ya ni me acuerdo.

      Gracias por tu visita y me alegro de que te haya gustado la prosa poética.

      Un abrazo.

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  13. Fanny, ese haibun es como un ritual, donde nos desprendemos de lo viejo...para renovarnos y volver a llenarnos de fé, de esperanza y de vida...Me gusta esa subida hacia arriba para llegar a la cima y despeñar el pasado y sus recuerdos, aunque, siempre debemos conservar los mejores recuerdos, porque nos impulsan a seguir adelante...
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu constante superación y buen hacer.
    M.Jesús

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    1. Valoro mucho la percepción que tienes del mensaje de esta prosa."Despeñar los recuerdos "y sentimientos que corroen el alma y escuchar la canción que el viento nos susurra con las buenas vivencias que sostienen el ánimo.

      Muchas gracias por tocar ,con tu varita mágica, este texto y llenarlo de luz.

      Un abrazo

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  14. Hola Fannym me ha encantado leer tu prosa poética. Toda una maravilla jugando con las palabras y el viento.
    Qué suerte qeu el viento te depositase en esa cama color pasión de las amapolas.
    Me ha encantado leerte la prosa y también esos haikus maravillosos.
    Saludos y un abrazo

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    1. Tu comentario es un precioso regalo, Isa. Saber que te ha gustado la prosa y el campo de amapolas, me llena de satisfacción. Muchas gracias por tu visita y por tus alentadoras palabras.

      Un abrazo.

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