Por los senderos turbadores del recuerdo, el insomnio es un mar embravecido por el que van, a la deriva, mis deseos, intentando descifrar palabras que no entiendo en esta oscuridad poblada de conversaciones que existieron, y ahora son gritos de silencio que me devoran en la sombra de la duda, hasta que el alba entra en mi cama y me libera.
Aún con el recuerdo entre mis manos, me levanto, abro la ventana...Han madrugado las flores del ciruelo y su blancura te regresa a este jardín olvidado.
Salgo a la calle e intento abrazar , sin ti, el nuevo día, con la esperanza que me queda.
Febrero, 2012
No es malo el insomnio, si acaso las dudas y pesadillas que puede provocar.
ResponderEliminarUn abrazo.
...pero si algo quita el sueño - en su doble sentido-, no es bueno; no obstante, siempre imagino un punto esperanzador que me inspiran esas tempranas flores del ciruelo cuando aún es invierno.
EliminarUn abrazo, Rafael.
Hermosa y nostálgica esperanza; mañana puede ser el principio de tu mejor futuro.
ResponderEliminarPese a la nostalgia has escrito un sentimiento con inusitada belleza.
André
Son esas flores blancas que veo desde mi ventana;una isla blanca en medio de un jardín de invierno, lo que me da esperanza de lo insólito. La belleza y la poesía que hay en ella, siempre me salvan.
EliminarGracias por tu bello comentario.
Un abrazo.
Un bello texto para un amanecer tras el insomnio que nos trae la soledad.
ResponderEliminarPero siempre amanece de nuevo y siempre nos quedará un brote de esperanza para abrazar la mañana.
Me gustó tu prosa Fanny.
Un abrazo.
Mi admirado Jerónimo,gracias por detenerte a leer y dejarme estas palabras que me cantan y me alegran como las flores blancas de mi prosa.
EliminarVen de vez en cuando con tu gato incluído en la visita.
Un abrazo.
perder el sueño, a veces aclara las ideas y después duele la cabeza
ResponderEliminarTanta claridad produce dolor de cabeza; depende de las ideas que se aclaren.
EliminarGracias por tu visita.
Terrible el insomnio y terribles sus secuelas. Cuando, además, se tiñe de la melancolía del recuerdo aún se hace más desolado.
ResponderEliminarUn abrazo, estimada Fanny.
Bueno, son insomnios literarios, que pueden darse de día o de noche. Pensar y repensar la vida, sus contrariedades y sus buenos instantes.
EliminarGracias por tu visita t comentario.
Un abrazo.