domingo, 10 de noviembre de 2013

Te siento


Los leves sonidos que habitan el bosque penetran los
rincones de mi mente. Escudriño sus ecos que se
repiten insistentes como queriéndome decir algún
 secreto.

Te busco en la fuente que mana de la roca: las náyades
 me dicen que te han visto. Te busco en la arboleda y las
 dríades, a coro, me susurran tu nombre. Te busco en el
 liquen y reconozco en los colores tus pinceles. Todo el
 bosque me dice que tú existes.

Con premura me despojo de todo. No dejo otra cosa en
mi mochila que el recuerdo desbocado de tus versos. Él
invade el paisaje, el aire, el agua y todo cuanto abarca
mi mirada.

Nada puede acallar este latido corrosivo, este sentirte
próximo sin percibirte, este sueño que injerté en una
rama de tu árbol frondoso e inmenso. Este amor que me
estremece cuando en todo lo que veo te pienso y, al
pensarte, te siento.

 

 

Mayo, 2011

4 comentarios:

  1. Muy intensa prosa.Esa búsqueda de lo que se presiente, tiene un precioso tono apremiante y nostálgico.
    Me gustó tu forma de pasear por el bosque y conversar con las ninfas.

    Saludos

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  2. Gracias, Inés. El bosque siempre me remueve recuerdos.
    Saludos.

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  3. La naturaleza nos ofrece paz cuando el corazón anda inquieto.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Sí, Pedro, ¡qué reflexión más certera y bonita! En la Naturaleza se amplían nuestros horizontes.

      Gracias por tus palabras.

      Un abrazo.

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