Dando tumbos por el río
se golpea en las piedras,
se deshace poco a poco,
entregado al azar de la corriente,
el ramo de flores que un día
tuve entre mis manos.
Siento sus estertores en burbujas
y ya nada puedo, sino dejar
que el agua arrastre lo que amé
y que nunca fue mío.
No puede el río detenerse
ni el agua remontar hasta su origen.
Me enrojecen los ojos...
¿A dónde irán las flores que yo amaba?
Por más que grito, no se detiene el río.
Llegará ,implacable, a su destino
se golpea en las piedras,
se deshace poco a poco,
entregado al azar de la corriente,
el ramo de flores que un día
tuve entre mis manos.
Siento sus estertores en burbujas
y ya nada puedo, sino dejar
que el agua arrastre lo que amé
y que nunca fue mío.
No puede el río detenerse
ni el agua remontar hasta su origen.
Me enrojecen los ojos...
¿A dónde irán las flores que yo amaba?
Por más que grito, no se detiene el río.
Llegará ,implacable, a su destino
y un día cualquiera, la marea
devolverá los despojos a la playa
siguiendo el ritual de los naufragios.
devolverá los despojos a la playa
siguiendo el ritual de los naufragios.
Me conmueve la tristeza de este bello poema.La metáfora del amor, identificado con un ramo de flores, es de gran belleza.Y el ser arrastrado por la corriente, como algo irremediable, me sugiere una ruptura definitiva.
ResponderEliminarTodo el poema es una metáfora de la desilusión, de la pérdida del amor y es original insertarla en la Naturaleza, como haces en muchos de tus poemas.
Mi felicitación.
Antón
Gracias, Antón, por tu meditado comentario.
EliminarTodos mis poemas hacen referencia a la Naturaleza; mis sentimientos siempre encuentran en ella su expresión.
Sean alegres, tristes, melancólicos o de duda...encuentran su paralelo en la Naturaleza. Ella es mi amante.
Un afectuoso saludo.
Me gusta este poema, las imágenes son nostálgicas, las flores, el agua que las lleva al mar, el mar que devuelve sus restos.
ResponderEliminarNo quiero lo que no es mío,
dice el mar,
tengo mis propias penas
para además tener que recibir
las ajenas...
Con mucha frecuencia nuestro mar mediterraneo recibe penas, a su pesar.Náufragos que no siempre logran alcanzar la orilla, así que mi ramo de flores no es nada comparado con esa tragedia humana.
EliminarY volviendo al poema...A veces la desilusión, la certeza de que las flores se marchitan,hacen que las arrojemos al mar, pero no sin pesar.
Gracias, Jeno. Tú siempre poetizando.
Saludos.
Es triste arrojar al agua el ramo de palabras que te regalaron y al que pareces amar.Está expresado con dramatismo y decepción.
ResponderEliminarLas palabras, como las flores se marchitan si se abandonan a la ausencia silenciosa.
Me ha gustado mucho esta metáfora.
Saludos.