Defiendo
tu recuerdo
contra
la sordidez de las noticias
que
enturbian los colores de la vida
y
descargan, impúdicas, su plomo
contra
el amor que necesito cada día.
Defiendo
tu recuerdo de hombre bueno
aunque
me duela la voz y el rostro que me niegas.
Me
empecino en el recuerdo de tus versos.
Lo
defiendo y arropo del frío del olvido
porque
fuiste compañero de mis juegos.
Defiendo
tu recuerdo.
Aun
sin esperanza lo defiendo,
como
rincón secreto
donde
me refugio algunos días
y
a tientas te recorro, sin recato,
como
si fueras mío.
3 de
octubre, 011
Existe gente cuyo recuerdo nos hace ver que en la vida ocurren cosas buenas.Defender esos recuerdos de seres amables, solidarios, amorosos, etc, es el antídoto contra "el plomo que disparan las noticias de la TV".Esos recuerdos nos dan el amor que necesitamos.
ResponderEliminarEl poema entra con fuerza en esa primera estrofa y llega a un final amoroso con una pincelada de sensualidad.
Me ha gustado mucho.
Saludos.
Antón
Antón, tú eres un seguidor de hecho. Sin estar en la orla visitas mi blog con cierta frecuencia. Muchas gracias.
Eliminar¡Qué importantes son los recuerdos!, ¿Verdad?. Recordar es soñar, revivir instantes, ¡una forma de amar,lejana y silenciosa!
Saludos.
Recordar es imprescindible para avanzar
ResponderEliminarSaludos
Bueno, cuando vienes, eres generosa en comentarios.Te lo agradezco.
EliminarSaludos. Hasta dentro de unos días.