Dejo mi ropa entre las matas.Entro
en la charca poco a poco, tanteando la temperatura entre exclamaciones y, cuando
el agua me llega a la cintura, me sumerjo bruscamente, exhalando un grito al
contacto del agua helada con todo el cuerpo. Después del primer escalofrío
chapoteo, batallando todavía contra esa sensación, dando manotazos al agua.
Cuando el cuerpo se siente
acostumbrado, descanso haciendo el muerto,
mientras contemplo el azul del cielo con algunas nubes blancas, los alisos y
fresnos que bordean el río y, más arriba, los pinos cargados de piñas resinosas
aromando el ambiente.
Me llego a la cascada;
penetro en su chorro caudaloso ; siento la caída en mi cabeza, salpicando de
espuma mi cara. Su fuerza me presiona; me obliga a volver donde el agua remansa; floto entre las ondas
que producen mis brazadas ; me sumerjo, salgo resoplando, sacudo la cabeza
hacia los lados y recobro la respiración.
Qué placer entregar mi
desnudez
a las heladas aguas del río.
Mis oídos al canto de los
pájaros.
Mi olfato a los aromas de las
flores.
Mi vista a los árboles de la ribera.
Mi tacto a las piedras
pulidas.
Mi gusto a las moras azules.
Mi corazón... ¡¡al Bosque!!
Letras encantadoras para una imagen preciosa de un lugar de ensueño.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
¡¡Bienvenido a mi blog !! Gracias por tu visita, por tu comentario y por quedarte seguidor de esta modesta casa de letras construída con recuerdos y sentimientos.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Un precioso poema de comunión con la naturaleza, Fany, compartes sensaciones de plenitud.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pedro
Es muy bonito tu comentario, Pedro. Gracias.
EliminarLos ríos fueron compañeros de mi infancia.En ellos aprendí a nadar y aún oigo su llamada cuando voy por el bosque. Meterme en sus aguas es algo más que un baño.
Un abrazo.
Entrañable recuerdo, no exento de sensualidad en la desnudez entregada al agua del río que, expresado como tú lo haces, incita a lanzarse al gua para compartir el baño.
ResponderEliminarMe gusta la mezcla inocente ,bucólica y sensual de esta prosa. ¡¡Una habilidad admirable!!
Saludos.
¡OOhh!... ¡qué espléndido comentario!. Muchas gracias. Te advierto que el agua de los ríos está siempre muy fría aunque el baño sea en compañía.
EliminarTengo muchos y bellos recuerdos de los ríos de montaña que fueron compañeros de juego de mi infancia y adolescencia.Por eso los tengo tanto cariño.
Saludos afectuosos.