martes, 26 de noviembre de 2013

Baño




Dejo mi ropa entre las matas.Entro en la charca poco a poco, tanteando la temperatura entre exclamaciones y, cuando el agua me llega a la cintura, me sumerjo bruscamente, exhalando un grito al contacto del agua helada con todo el cuerpo. Después del primer escalofrío chapoteo, batallando todavía contra esa sensación, dando manotazos al agua.

Cuando el cuerpo se siente acostumbrado, descanso haciendo el muerto, mientras contemplo el azul del cielo con algunas nubes blancas, los alisos y fresnos que bordean el río y, más arriba, los pinos cargados de piñas resinosas  aromando el ambiente.

Me llego a la cascada; penetro en su chorro caudaloso ; siento la caída en mi cabeza, salpicando de espuma mi cara. Su fuerza me presiona; me obliga a volver  donde el agua remansa; floto entre las ondas que producen mis brazadas ; me sumerjo, salgo resoplando, sacudo la cabeza hacia los lados y recobro la respiración. 
                                                    
                                  Qué placer entregar mi desnudez
                                   a las heladas aguas del río.
                                   Mis oídos al canto de los pájaros.
                                   Mi olfato a los aromas de las flores.
                                   Mi vista a los árboles de la  ribera.
                                   Mi tacto a las piedras pulidas.
                                   Mi gusto a las moras azules.
                                   Mi corazón... ¡¡al Bosque!!

 Abril, 2011
Foto de mi archivo:
Río de Hoyo de Pinares(Ávila)
1964

6 comentarios:

  1. Letras encantadoras para una imagen preciosa de un lugar de ensueño.
    Un abrazo en la noche.

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Bienvenido a mi blog !! Gracias por tu visita, por tu comentario y por quedarte seguidor de esta modesta casa de letras construída con recuerdos y sentimientos.

    Un afectuoso saludo.

    ResponderEliminar
  3. Un precioso poema de comunión con la naturaleza, Fany, compartes sensaciones de plenitud.

    Un abrazo.
    Pedro

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy bonito tu comentario, Pedro. Gracias.

      Los ríos fueron compañeros de mi infancia.En ellos aprendí a nadar y aún oigo su llamada cuando voy por el bosque. Meterme en sus aguas es algo más que un baño.

      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Entrañable recuerdo, no exento de sensualidad en la desnudez entregada al agua del río que, expresado como tú lo haces, incita a lanzarse al gua para compartir el baño.
    Me gusta la mezcla inocente ,bucólica y sensual de esta prosa. ¡¡Una habilidad admirable!!

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡OOhh!... ¡qué espléndido comentario!. Muchas gracias. Te advierto que el agua de los ríos está siempre muy fría aunque el baño sea en compañía.
      Tengo muchos y bellos recuerdos de los ríos de montaña que fueron compañeros de juego de mi infancia y adolescencia.Por eso los tengo tanto cariño.

      Saludos afectuosos.

      Eliminar