A
las aves se las anilla en la pata,
a
los felinos y rumiantes, en la oreja,
a
los humanos, en el dedo predeterminado
de la mano derecha
Lo
exige el control de población
y
la supuesta protección de las parejas.
Indefenso,
el animal acepta.
Pero
el hombre , racional,
se desanilla con facilidad.
¿
Intimidad?
¿Infidelidad?
¿libertad?...
Febrero,2011
Foto de mi archivo.Pardines(Girona),2011
Este poema es muy diferente a los que te he leído, lo que me dice que tienes varios registros.Este es más bien irónico, con un velado cuestionamiento sobre el ritual de los anillos de boda. Me gusta esa reflexión que provocas con las tres preguntas finales.
ResponderEliminarYo respondería que si alguien se quita el anillo, o no lo ha llevado nunca, podría significar "intimidad", pues ¿por qué hacer saber a cualquiera, indiscriminadamente,su estado civil(otra palabra rara)? Y, en este caso se relacionaría también con "libertad".
Resumiendo: un simpático poema que deja en el aire muchas reflexiones.
La foto es preciosa; una imagen de vaca anillada en ambas orejas, con cara de mansedumbre.
Saludos.
Si es un poema diferente en cuanto al tema.Surgió tras una conversación sobre llevar o no la alianza y su significado.Es más propio de un debate, pero viendo a los animales anillados, se me vino a la mente un paralelismo de control.
ResponderEliminarGracias por dejar tu opinión que es bastante parecida a la mía.Nunca he llevado alianza.
Un afectuoso saludo.
Quizás la sensación de no sentirse atado a nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por opinar, Rafael. Algo así es; en cada uno con sus recovecos íntimos, pero es cierto que la alianza nos presenta a los demás como que se "pertenece a alguien" y, de entrada, condiciona las relaciones interpersonales.
EliminarQue pases un buen día.
Un abrazo.
¡Qué buen paralelismo!. Se anilla para controlar y los humanos no estamos exentos.Conozco gente que rechaza las alianzas y me parece bien; lo que es más dudoso es los que se la quitan solo en determinadas ocasiones; en este caso, hago una doble lectura del desanillarse.
ResponderEliminarMe parece un poema original, y esa paciente vaca soportando un cartelito en cada oreja...me da pena.
Un abrazo, Fanny. Me gustan tus poemas.
Gracias, Inés; tanto tu visita, como tu comentario, me son muy agradables.A esos símbolos externos de control, se les ha incorporado una leyenda romántica en la que todos hemos creído en algún momento hasta que la realidad nos convence de que no es un hecho anodino.
EliminarUn abrazo.
¡simple y elocuente Fanny!!!!!!
ResponderEliminarLo mismo digo de tu escueto comentario, Lao. Gracias por tu visita, por tu opinión, y por no olvidarte de mi blog.
EliminarSaludos.