He abierto mi ventana y una bandada de palabras ha emprendido el vuelo buscando un lugar cálido donde vararse, donde tomar aliento para seguir el vuelo.Son palabras nómadas,sin patria; palabras que vuelan con el viento en el espacio sin fronteras de Internet. Cuando pasen por tu jardín, no les niegues los frutos de tu árbol ni el agua de tu fuente, pero no intentes atraparlas. Déjalas seguir volando…
martes, 15 de octubre de 2013
Pinares
El aroma de los pinos goteando resina
impregnaba el aire de mi infancia
y lo llevo mezclado con mi sangre.
Imágenes hermosas, fragores ocultos
que resuenan en mí y de ellos espero,
en los días cargados de aburridos silencios,
el resurgir de algo que sacuda el vacío
y me traiga el brillo de las perlas de resina
sobre los troncos y el corazón del pinar
estremecido por la voz del viento
que baja presurosa de la sierra.
15 de octubre, 013
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Los paisajes de la infancia, si se sintieron bellos, siguen en la memoria; forman parte de uno mismo.
ResponderEliminarQué bella evocación de la resina brillante suspendida en los troncos de los pinos y "el viento que baja de la sierra y estremece el corazón del bosque".
Caminando por los paisajes urbanos, uno echa de menos esas cosas.
Saludos.
Pinares, ríos, bosques, aroma de resina y piñones, higueras...forman parte de mis paisajes de la infancia y, hace poco volví a sentir el olor a pinos y me inspiró este poema.
EliminarGracias por comentar tan amablemente.
Saludos.