Hoy
me sorprendí hablando con mi perro más de lo habitual. Algo molesta por su
empeño en estirar, ansioso hacia las esquinas donde se concentran los orines de
sus congéneres, intenté hacerle comprender que no puedo competir con su fuerza
y que me ha provocado una tendinitis en el hombro.
--¡No
estires, Bruma!. ¿No te he explicado mil veces por qué no puedes hacerme eso?
–le reprocho al tiempo que le doy una
palmadita en el lomo.
Él
me mira con sus ojos de miel interrogantes; mi queja tiene menos poder de
persuasión que su instinto. Levanta la pata marcando territorio.
Podría
tomármelo como la burla descarada del subordinado que se rie del amo en sus
mismísimas narices, pero sé que Bruma me quiere y, en casa, lejos de tantas
tentaciones callejeras, vendrá a reclinar su cabeza sobre mi dolorido hombro
sintiéndose algo culpable.
Comprendo
que, al fin y al cabo, es la hora de su paseo; ese tiempo le pertenece para su
disfrute, olisquear es para él asistir a un concierto, a “una sinfonía de
olores”* que le embelesan; no debo pretender que mi perro se comporte en la
calle como yo, pero lo que no soporto es que, además de husmear, lama toda la
porquería como si el olfato no le bastara para captar la emoción que hay en
estos rincones. Entonces le amenazo:
--Tendré
que ponerte bozal.Ya sé que no te gusta, pero me obligas –le digo en un tono
que él entiende—y doy un tirón de la correa, al tiempo que se me escapa un ¡ay!
de dolor.
Él
responde con un gemido lastimero, apenas perceptible, y de nuevo su mirada me
gana la batalla. Estoy segura de que sabe que nunca le someteré a esa tortura,
porque su mansedumbre no la merece, y que yo tomaré antiinflamatorios durante unos
días.
* Paul Auster, en su novela "Tombuctú"
* Paul Auster, en su novela "Tombuctú"
junio,2011
Qué bien me ha sentado leerte hoy...
ResponderEliminarGracias por guiarme hasta Auster...
Mario, a mí me ha sentado muy, pero que muy bien, saber que has leído varios de mis escritos, pero, de verdad, que detenerte en este relato te lo agradezco muy especialmente porque es de mis preferidos.
EliminarLa gente que visita el blog solo lee lo último y todo lo publicado en los comienzos, queda huérfano. Por eso valoro mucho el que no te hayas quedado en la superficie; eso me dice cosas buenas de ti.
Me encanta Paul Auster,; he leído casi todas sus obras, pero sus últimas novelas no me resultaron tan interesantes.
Me alegro de que te haya sentado bien la lectura. Muchas gracias.
Un abrazo.
No sé qué pasó con el comentario que hiciste a "Vulnerables" y a Tanka XIV, los publiqué, y están en mi correo, pero no aparecen.Blogger me gasta bromas pesadas. Lo siento.