lunes, 14 de octubre de 2013

La hora del paseo




Hoy me sorprendí hablando con mi perro más de lo habitual. Algo molesta por su empeño en estirar, ansioso hacia las esquinas donde se concentran los orines de sus congéneres, intenté hacerle comprender que no puedo competir con su fuerza y que me ha provocado una tendinitis en el hombro.
--¡No estires, Bruma!. ¿No te he explicado mil veces por qué no puedes hacerme eso? –le reprocho  al tiempo que le doy una palmadita en el lomo.

Él me mira con sus ojos de miel interrogantes; mi queja tiene menos poder de persuasión que su instinto. Levanta la pata marcando territorio.

Podría tomármelo como la burla descarada del subordinado que se rie del amo en sus mismísimas narices, pero sé que Bruma me quiere y, en casa, lejos de tantas tentaciones callejeras, vendrá a reclinar su cabeza sobre mi dolorido hombro sintiéndose algo culpable.

Comprendo que, al fin y al cabo, es la hora de su paseo; ese tiempo le pertenece para su disfrute, olisquear es para él asistir a un concierto, a “una sinfonía de olores”* que le embelesan; no debo pretender que mi perro se comporte en la calle como yo, pero lo que no soporto es que, además de husmear, lama toda la porquería como si el olfato no le bastara para captar la emoción que hay en estos rincones. Entonces le amenazo:

--Tendré que ponerte bozal.Ya sé que no te gusta, pero me obligas –le digo en un tono que él entiende—y doy un tirón de la correa, al tiempo que se me escapa un ¡ay! de dolor.

Él responde con un gemido lastimero, apenas perceptible, y de nuevo su mirada me gana la batalla. Estoy segura de que sabe que nunca le someteré a esa tortura, porque su mansedumbre no la merece, y que yo tomaré antiinflamatorios durante unos días.


* Paul Auster, en su novela "Tombuctú"
 
junio,2011

2 comentarios:

  1. Qué bien me ha sentado leerte hoy...

    Gracias por guiarme hasta Auster...

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    1. Mario, a mí me ha sentado muy, pero que muy bien, saber que has leído varios de mis escritos, pero, de verdad, que detenerte en este relato te lo agradezco muy especialmente porque es de mis preferidos.
      La gente que visita el blog solo lee lo último y todo lo publicado en los comienzos, queda huérfano. Por eso valoro mucho el que no te hayas quedado en la superficie; eso me dice cosas buenas de ti.

      Me encanta Paul Auster,; he leído casi todas sus obras, pero sus últimas novelas no me resultaron tan interesantes.

      Me alegro de que te haya sentado bien la lectura. Muchas gracias.

      Un abrazo.

      No sé qué pasó con el comentario que hiciste a "Vulnerables" y a Tanka XIV, los publiqué, y están en mi correo, pero no aparecen.Blogger me gasta bromas pesadas. Lo siento.

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