miércoles, 23 de octubre de 2013

Agua clara


Siento tu avance entre las intrincadas rocas que con audacia esquivas; te cuelas por rendijas, te abres en meandros diversos, como brazos que van dejando tus caricias a su paso. 
No te detienes; sigues tu curso accidentado, constante, sin rendirte, hasta llegar al mar y allí mezclar tu dulzura en la salitre y tus juegos con los cantos rodados  en la orilla.

                          ...Y al mirarme en tus aguas
                          he visto tu sonrisa
                          palpitando en el fondo
                         

Palpitas y sonríes a pesar del angosto cauce que te somete a desafíos. Y, aún así,tu agua no se enturbia , ni se estanca y tu voz no cesa de cantar.
 
Bebo de ella invocando a las dríades para que te protejan. Tienes el sabor puro de los pequeños arroyos de montaña y, mientras tus aguas sean transparentes, tendrás el cielo en ellas , vendré a tu orilla y, al contemplarte, dejaré mi imagen descansando en tu lecho.

 

 
Mayo,2012

2 comentarios:

  1. Me extraña que esta prosa no tenga comentarios, pues para mí viene a ser una metáfora del curso de la vida personal, en su recorrido angosto, sus dificultades, etc. y el esfuerzo de mantenerse limpia.
    Puede que solo te refieras a un arroyo, pero yo lo percibo como el fluir de la vida y eso me hace considear esta prosa digna de mención.

    Saludos.

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    1. Disculpa,Inés. Repasando el blog,veo que no respondí a tu acertado comentario. La Naturaleza, y concretamente este arroyo,puede tomarse como metáfora del discurrir de la vida.
      Muchas gracias por acompañar esta prosa.
      Saludos

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